Roto.

Capitulo 14.

Regulus se removió entre sueños, una pequeña alerta en su cabeza repitiéndole que debía despertarse en ese momento.

¿Por qué era eso? ¡Él quería dormir!

El Black niega, abrazando con un poco más de fuerza al ojiverde que se encuentra de espaldas a el. Entre sueños alcanza a reconocer de forma vaga las piernas entrelazadas y el suave olor del cabello del chico que impregnaba su olfato. Harry... tenía que despertar por Harry, pero ¿por qué? Estaba durmiendo tan cómodamente, en el reconfortante calor entre el frío de la habitación. Repentinamente, luego de un rápido repaso mental el recuerdo llega a la mente del hombre, y es cuestión de segundos para que sus ojos se abran.

Era el cumpleaños de Harry, por eso debía despertar.

Regulus parpadea un par de veces, intentando alejar la bruma de sueño casi por completo mientras aprecia la oscuridad de la habitación. Silenciosamente conjura un tempus, bien, no era verdaderamente temprano pero tampoco tarde, probablemente era el primero en despertar.

Había despejado toda su agenda en ese día, asegurándose de que no hubiera un solo incidente que pudiera alejarle del cumpleañero.

Y si lo había... bueno, había prioridades en su vida.

El Black niega nuevamente, acurrucándose un poco más con el chico antes de despertarle. Era tan cómodo, cálido. Adoraba tenerle entre sus brazos cada mañana. Puede sentir a Harry acurrucarse más entre sus brazos, su mano se cuela sin querer dentro de la playera de pijama ajena y acaricia el abdomen trabajado por los entrenamientos.

¿Estaba mal por pensar que Harry es caliente? Probablemente.

Siente al más joven removerse entre sus brazos con suavidad, buscando acurrucarse más contra su cuerpo y suspirando contento ante el abrazo en el cual se mantenían. El Black no podía adorar más él como Harry se desenvolvía con él.

Son largos minutos los que pasan antes de que el cumpleañero finalmente se remueva saliendo del mundo de los sueños, soltando pequeños suspiros y quejas mientras sus ojos parecen moverse detrás de sus párpados antes de abrirse, revelando el tan intenso verde que era orgulloso de portar.

— Feliz cumpleaños amor — Regulus besa la mejilla del más joven en repetidas ocasiones, abrazándole y escuchando las pequeñas risitas que este deja salir ante los mimos.

— Feliz cumpleaños a mi — Harry suelta de forma cantarina, tallando sus ojos con el dorso de su mano y suspirando — ¿Que hora es? — Pregunta, ocultando su rostro en el pecho del hombre en un intento por esconderse de la luz que comenzaba a entrar por la ventana.

— Casi las 8 de la mañana — Responde sin mucha preocupación, su mano acariciando los cabellos despeinados del joven junto a él.

— ¿Podemos dormir un poco más? — Su piernas se entrelazan con las del mayor, dejando que la calidez de esté llene su cuerpo y sintiendo su corazón latir con fuerza ante la agradable sensación.

— Por supuesto, lo que tú quieras — Concede sin mucho problema, olfateando ligeramente el aroma del joven combinado con el suyo, una mezcla más que perfecta si le pedían su opinión.

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Para cuando ellos abren los ojos nuevamente es porque la puerta de la habitación de Regulus ha sido abierta de forma abrupta por el resto de personas en la cabaña, quienes portan varita en mano habiendo tenido que retirar sus bloqueos.