Capitulo 18.

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Harry se acurrucó bajo las mantas nuevamente en un intento por conseguir algo de confort en estas.

Se sentía mal, terriblemente mal, y no solo físicamente sino también emocional, lo cual solo lo volvía más horrible.

Durante ese verano una parte de él estuvo más que feliz, segura, como si las piezas parecieran juntarse por algunos momentos.

Pero ahora todo había terminado.

Harry siempre se burló de las películas con temática de amor de verano, o como todo cambiaba al terminar este. Irónicamente le terminó sucediendo, al menos la parte de enamorarse, no tanto la relación, y con alguien que tendría que seguir viendo incluso después de este. Bueno, su verano aún no terminaba, pero Harry no tenía ánimos para nada más, así que para él era como si lo hubiera hecho.

Ahora que lo piensa, es incluso peor su situación.

Se siente algo idiota, bastante idiota en realidad.
¿Cómo pudo pensar que Regulus podría quererle alguna vez? ¿Que le miraría de aquella manera?

El solo era un joven, un joven de 16 años enamorado del un hombre que nunca le vería de la misma manera. Un chico roto el cual estaba destinado a no ser amado jamás.

Nunca sería suficiente, no para él.

Regulus era inteligente, apuesto, era un medimago reconocido mundialmente, empresario, era deportista, y era un mago normal.

Harry se siente tonto por no haberlo recordado cuando tuvo el descaro de besarle como si nada más importara.

Regulus tenía un alma gemela, un alma gemela que estaba en algún lugar del mundo, esperando a por él y por más que esté dijera que no le necesitaba todos sabían que las cosas nunca funcionarían con nadie más. No con Regulus al menos, quien sonreía cada que hablaban sobre los lazos incluso cuando fingía que no le importaba.

Harry solloza abrazando su almohada con más fuerza de la necesaria.

No quiere perder a Regulus, como amigo, familia, lo que sea. De igual manera morirá pronto, sabe que lo hará ¿por qué debe ser infeliz en sus últimos días de vida? Aunque ahora que lo piensa tal vez sea lo mejor, el no quiere lastima. Agradece que no le haya mentido por su condición porque sería lo último que podría soportar.

Un par de lágrimas ruedan por las mejillas del chico, al aire se le escapa, siente que no puede respirar pero no tiene la fuerza suficiente para esforzarme más, así que simplemente se deja llevar por la sensación y el cansancio.

Harry finalmente puede admitirlo con facilidad, está demasiado cansado, y por más que quiera luchar ya no tiene fuerza, se ha rendido.

Como todo roto está terminando por ceder ante su destino.

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— ¡Harry! — El gritó llega como un susurro a sus oídos, totalmente lejano, tanto que es fácil ignorarlo.

No quería despertar.

— ¡Harry! — Se escucha nuevamente y el solo puede removerse, esta tan cansado, ¿por qué no le dejan dormir?

Decide ignorarle una vez más, sintiendo extrañamente su corazón acelerarse un poco.

— ¡Despierta por favor! — Esa voz, Harry puede reconocerlo, se escucha más cerca esta vez — ¡Despierta de una maldita vez! — Draco ruega con voz temblorosa mientras Harry lucha por abrir sus ojos y enfocarlos en el chico.

Sabe que debe despertar, sabe que no puede ignorarlo, no debe sucumbir al cansancio.

— ¿Dr..? — Su voz se detiene, siente su garganta seca y hablar es doloroso. Su vista es borrosa pero puede culpar a la falta de sus anteojos.

Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora