Capitulo 24.

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Las horas pasaban y la tensión crecía cada vez más.

Draco y Elijah habían sido obligados a ir devuelta a Hogwarts, con la promesa de regresar cada noche a ver a su primo. No es que ellos hubieran aceptado fácilmente o que sus padres hubieran querido aquello. Pero era necesario, además, Harry lo último que quería era que detuvieran sus vidas por el.

No quería sentirse como si estuviera muriendo, así que estaba obligando a todos a fingir que no era así.

El libro del ritual que Regulus había utilizado estaba siendo un pequeño reto incluso para el especialista. El latín era muy antiguo y la tarea de descifrar los huecos de este se volvía más complicada. Así que aún estaba inconcluso, aún si tenían a todo un equipo detrás de este. Eso sin contar que algunos ingredientes eran sumamente difíciles de conseguir.

Aunque claro, no en vano estaban más de cuatro familias poderosas reunidas.

Mientras tanto, Regulus curaba la herida en su pómulo derecho.

Draco le había golpeado antes de irse, asegurando dejarle por lo menos un moretón. Nadie lo había detenido, incluso el Black está seguro de que muchos le apoyaron mientras le golpeaba (principalmente Nymphadora, Sirius y Barty, por supuesto).

¿Lo entendía? Si.

¿Lo merecía? Si.

¿Dolió? Como la mierda. Quien diría que ese chico golpearía tan fuerte.

Pero eso ni siquiera importaba, no cuando Harry aún seguía molesto con él y había pedido que no le dejaran pasar por las siguientes horas.

Plazo que para su suerte ya había vencido.

Es decir, lo entendía. Entendía que Harry le quisiera lejos, que estuviera tomándose su tiempo. Incluso entendería si su opinión nunca cambiaba. Sabía que lo había arruinado y no pensaba justificarse, pero quería que el chico supiera todo, toda la historia.

Y entonces, aceptaría la decisión que esté tomará, sin importar qué.

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— Ya te lo dije, no quiero verte — Harry murmura cuando el hombre se sienta a su lado, sus ojos cerrados pero sabiendo que se trataba de él.

Siempre sabía cuando se trataba de Regulus.

— Lo se, no me mires, escucha — Porque necesita continuar y volver a intentar.

— Regulus...

— Según recuerdo, siempre te quejaste de que pocas veces llegáramos a vernos, siendo que eras el único con el cual no solía coincidir — Comienza, necesitando dejar cada punto en claro incluso si no cambiaria nada que lo supiera — ¿Por qué crees que estaba todo el tiempo de viaje mientras crecías? — Cuestiona con una sonrisa triste — Necesitaba alejarme, no podía verte crecer, no cuando en algún momento podrías estar entre mis brazos. Era enfermo, me enfermaba la idea de estar con alguien a quien cargue en mis brazos y de quien escuche sus primeras palabr-

— ¿Te sigue enfermando la idea? Tal vez podría fingir que lograste tu cometido y comenzar a llamarte tío Regulus si así lo prefieres — Interrumpe, claramente a la defensiva.

Regulus niega con frustración, poco sorprendido. Entendía a Harry, de una manera ajena pero lo hacía.

— ¿Sabes la razón por la cual decidí especializarme en distintas áreas de medicina? — Pregunta esta vez, ignorando lo más que puede el odio en su mirada.

— ¿Eso que tiene que ver? — No mentiría al decir que siempre había querido saber aquello, sin embargo no era algo que le interesara demasiado en ese momento.

Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora