04♜

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Al día siguiente, Jimin se había ido a una cafetería a comprar dos cafés y galletas para Tony y su tío. Era solo una simple excusa para ver al más alto, quería verlo y que le hiciera sentir todas esas mariposas en su estómago.

Aunque todo mundo supiera de su enamoramiento, siempre era un tema que lo ponía nervioso y sonrojado. Jimin había cumplido los 18 años hace un par de meses y aunque no estaba hablado el tenía la esperanza de que Tony había regresado para por fin pedirle que sea su novio.

No tardó mucho en llegar a la empresa, saludando a todo el personal que se encontraba por los pasillos o el asencesor. Cuando salió del elevador pudo notar como Tony caminaba con su celular en la oreja sostenido por su mano, quizá estaba tratando de encontrar un lugar para atender una llamada.

A Jimin no le pareció extraño aquello, ya que sabía lo ocupado que estaba el alto. Así que, sin problema alguno lo siguió, detuvo su paso cuando el pelinegro entró a una oficia vacia y el rubio tuvo la intención de entrar pero lo que escucho lo hizo detenerse.

—Lo sé amor, también te extraño— decía Tony al teléfono— Aun me quedan unas reuniones más y regresaré.

Hubo un silencio y Jimin dedujo que la persona al teléfono estaba hablando.

—Yo te amo mas cariño, nos vemos dentro de unos días.

Frío, eso sintió Jimin que recorrió por su cuerpo, parecía que se había tragado algo porque sentía que su garganta se cerraría, el corazón latía y juraba que podía salirse en cualquier momento. La sensación en su estómago fue horrible y las ganas de llorar se hicieron presente.

Cuando trato de alejarse ya era demasiado tarde, Tony estaba frente a él, regalando le una mirada con un poco preocupación y el rubio no podía moverse.

—Jimin yo...

—¿Tienes a alguien en New York?

El hombre se quedó en silencio mientras llevaba su mano a su cara con frustración.

—Si— contestó con sinceridad— Estoy con alguien desde hace seis meses.

—¿Por qué nunca lo mencionaste?

—Jimin yo no sabía cómo hacerlo. Tú tenías esta idea loca de querer casarte conmigo... Pero yo nunca senti eso.

—¿Por qué nunca me lo dijiste?— no hubo respuesta— Dejaste que este sentimiento se alimentará, con tus regalos y la forma de hablarme, ¡Jamás me alejaste!

—¡Porque eres un niño! Pense que una vez que crecieras te darías cuenta de las cosas y tus sentimientos cambiarían, Jimin te vi crecer y prácticamente eres como un hermano menor para mi.

—Pero no lo soy ¡maldición! Estoy enamorado de ti.

El ambiente era demasiado tenso para el moreno, él no pensó que esos sentimientos de Jimin llegarían tan lejos. Y ahora lo tenía aquí al borde del llanto.

—No fue mi intención lastimarte.

—Pero lo hiciste, dejaste que creyera que todo era mutuo, dejaste que todo mundo lo creyera, me siento tan patético.

Tony se sentía frustrado, no quería seguir con esto. No cuando él pensaba que no tenía ni la más mínima culpa, simplemente se quedó en silencio sin saber que decir.

Jimin prácticamente huyó de ahí, salió por el pasillo hacia el ascensor, dejando con una de las secretarías los cafés y galletas que traía consigo. Una vez dentro del elevador llevó su mano a su corazón y su mirada estaba clavada en sus zapatos, no podía evitar apoyarse en las paredes del ascensor y quizá sólo transcurrieron dos segundo cuando nuevamente se abrieron las puertas.

Jimin no estaba en este mundo mentalmente como para siquiera levantar su mirada.

—¿Estas bien?— se escucho una grave voz.

Entonces el rubio la pudo reconocer, era el socio de su tío, Jeon. Levantó su mirada y Jungkook se quedó en silencio. El pelinegro no sabía que decir al ver correr las lágrimas por las mejillas de Jimin.

—Olvida que pregunte— dijo tan pronto como pudo hablar el mayor.

Él no era bueno en estas situaciones, y era mejor no meterse. Al menos eso creía él.

Jimin no dijo nada, y bajo nuevamente su mirada al mismo lugar, sus zapatos. No le pareció extraño el comportamiento de Jeon y en esos momentos no era como si de verdad estaba poniendo atención.

Los dos salieron del ascensor al mismo tiempo, Jimin camino hasta el estacionamiento y Jungkook lo siguió. No era porque le interesara saber del rubio, simplemente el tenía su auto ahí estacionado.

Jimin trataba estúpidamente de encontrar su auto, el pelinegro no hacía esto muy a menudo. Pero cuando quiso reaccionar ya se encontraba llamando la atención del rubio.

—¿Seguro que estas bien?— preguntó nuevamente.

—Si, no se preocupe es solo que no encuentro mi auto.

—¿Cual es tu auto?

—Es...— se sintió un tonto había olvidado que había llagado en taxi— No traje mi auto.

Jimin se veía desorientado, las lágrimas se salían sin poder controlarlas, cada vez que las limpiaba ellas bajaban sin pedir permiso.

—Pésimo estado— pensó el mayor. —Puedo llevarte— ofreció el pelinegro.

—No tiene que hacerlo, tomaré un taxi.

—No fue una pregunta— el pelinegro lo miró desde su altura— Ven, mi auto es ese.

Se subieron al vehículo del mayor, dirigiéndose al apartamento del rubio. El silencio era incómodo y el tráfico no ayudaba en nada, Jimin a penas pudo darle la dirección de su hogar al pelinegro y ahora se arrepentía.

—¿Vas hablar o te quedaras callado todo el camino?— pregunto el mayor.

Jimin no tenía ni ganas de levantar su mirada.

—Escuche todo— el rubio lo miró por primera vez desde que se subió al auto— No creo que seas un niño, es solo una estúpida excusa.

—Al parecer Tony no piensa lo mismo.

—Mira Jimin, no te conozco muy bien pero creeme cuando te digo que nadie te vería como un niño, para mi no lo eres.

Bien, esto era un poco raro para Jimin.

—Se que va a sonar raro, pero puedo ayudarte a que Tony te deje de ver como un hermanito.

El rubio no sabía que intenciones tenía el hombre frente a él, pero de algo estaba seguro el pelinegro tenía experiencia con este tipo de cosas.

—¿Qué ganaría usted?

—Deja las formalidades Jimin, para ti soy Jungkook, nada más— le regalo una pequeña sonrisa.

—Aun no ha contestado mi pregunta.

—Esto no se trata de quien va a salir ganando, esto simplemente es beneficio mutuo, yo te enseñó lo que sé y tu lo pones en práctica con tu amor no correspondido.

—Cuando dice benfecio mutuo habla de sexo ¿verdad?

—Vez, lo entendiste muy bien— mencionó con sorna.

—¿Es estúpido o que? Piensa que soy uno más de los que se a tirado.

Jungkook soltó una carcajada y miró nuevamente al rubio.

—Llegamos— avisó, dejando desconcertado al rubio— Solo piénsalo Jimin.

Cuando el rubio se bajó Jungkook puso en marcha su auto a toda velocidad, Jimin no sabía que decir o como sentirse. Era lo más estúpido que alguien le hubiera dicho y lo peor que se trataba de uno de los socios más importantes de la empresa.

—Estúpido, patán de mierda— espetó hacia el vehículo, que ya había desaparecido de su vista.

 𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡 𝐌𝐞 𝐓𝐨 𝐋𝐨𝐯𝐞 ♜⌜𝓚𝓸𝓸𝓴𝓶𝓲𝓷 ⌟♜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora