Jungkook, el hombre físicamente perfecto, las chicas caen a sus pies con su altura, su cuerpo y sobre todo sus encantos para conquistar pero una cara tan atractiva como la de él podía engañar a cualquiera. Se podría decir que es uno de los hombres m...
Nunca había estado desnudo frente a alguien, no al menos que lo recordará. Ni tan siquiera se atraviesa a estar desnudo frente a Taehyung, su mejor amigo solo lo había visto en ropa interior.
Sus manos temblaban y empezaba a sudar, esto era tan aterrador. Ni los mejores libros acerca del sexo podrían preparar a algiien para vivirlo en carne propia.
En sus piernas recorrió un escalofrío cuando Jungkook se acercó y con delicadeza besos sus labios, dejando un recorrido de besos hasta cuello.
Con gentileza y toques sutiles le quito su chaqueta.
—Ven conmigo— dijo.
El mayor se puso de pie extendiendo su mano a la espera del rubio la tomara.
Jimin así lo hizo, el pelinegro lo llevó con él hasta el final del pasillo, tenian en frente una puerta negra de madera. Jungkook la abrió dejando ver así una enorme habitación estilo industrial.
La pared del fondo del mismo color que las sabanas de la cama, negras. Todo el departamento combina entre sí pero él no había venido a analizar la decoración del apartamento de Jeon.
Jungkook cerró la puerta tras de sí y abrazo a Jimin por la espalda, dejando besos en el cuello del rubio, acariciando su pecho y deslizando sus manos por toda la piel del menor.
Cada toque, cada beso y cada caricia era nuevo para el rubio.
El pelinegro giro un poco la cabeza de Jimin para poder besar esos labios, no podia evitar dar pequeñas mordidas y pasar su lengua por lo que a partir de ahora sería su adicción.
Jeon con sutileza subió la camisa del menor, dejando expuesto a Jimin, quien reaccionó dándole un apretón en su brazo.
Jimin estaba más que nervioso, no sabia como actuar y agradecía que Jeon estaba haciendo todo el trabajo.
Jungkook deslizó sus manos hasta el botón del pantalón del rubio dejándolo caer por sus piernas. Jimin por inercia quería cubrir con sus manos lo más que podía de su cuerpo, pero Jeon no se lo iba a permitir.
El mayor tomo las manos de Jimin y les regalo un pequeño beso en el dorso de cada una, las llevo detrás de su cuello mientras seguía besando al rubio, quien ahora tenía sus ojos cerrados.
Todo se sentía tan malditamente bien.
Jimin aun se encontraba de espalda por lo que Jeon aun no había visto el cuerpo del rubio sin ropa y con solo tocarlo su imaginación hacia palpitar su corazón, la sangre recorriendo su cuerpo hizo de las suyas llenando su pene haciendo que despertará lentamente.
Mientras delineaba la cintura de Jimin deslizó con cuidado la ropa interior del menor. El rubio abrió sus ojos y miró directamente a Jungkook quien ahora tenía una pequeña sonrisa en sus labios finos.
—Date la vuelta.
Jimin respiraba con dificultad, a paso lento se giro dejando a Jungkook impactado.
¿Como podía este cuerpo estar oculto entre tantas prendas?— se preguntaba el mayor.
—Eres malditamente hermoso.— sus ojos brillaban porque estaba seguro gobernaria cada parte de esa piel.
—G-gracias.
Los nervios del rubio recorrían su cuerpo y podía jurar que en cualquier momento sus piernas faltarían haciéndolo caer de rodillas al suelo, pero no fue así. Sin esperarlo ya tenía a Jungkook de nuevo comiendo sus labios.
Jeon tomo las piernas del rubio y lo alzo llevándolo a la cama.
Los besos continuaban con más intensidad, y Jungkook se deshizo de su camisa.
Jimin no sabia que ocurría, no sabia si era por los roces de piel con piel o por el simple hecho de ser su primera vez en esto, que todo se sentía tan malditamente bien. ¿Así sería siempre? ¿El roce de las pieles era así de bueno o solo es por eran él y Jungkook?
El miembro del rubio estaba más que despierto, mientras que Jeon empezó a besar el cuerpo del rubio, su cuello, sus hombros, sus pechos y...
—Agh~— ese había sido un gemido espectacular de parte de Jimin, por la maravillosa acción de Jungkook al lamer sus pezones.
—Encontré una de tus sensibilidades.— sonrió en grande el mayor.
—¡Mierda!— todo esto era abrumador pero por el infierno que no quería parar.
Jeon soltó sus pezones y continuó con camino de besos.
—Lo que voy hacer a continuación es tu primera leccion— besó su pelvis— Quiero que memorices las sensaciones y me observes, tienes que aprender como mover esa boquita.
Jimin asentía a la espera de lo que pasaría a continuación.
El pelinegro coloco una pierna del rubio en su hombro, mientras su lengua recorría su muslo con suavidad.
Jungkook tomo el miembro del menor y sopló en su glande.
—Ahg~— ¿Que había sido eso? no podia describir la sensación pero juraría que le daría un paro cardíaco, su corazón se aceleró con solo ese pequeño soplo.
El pelinegro levanto el pene del rubio y deslizó su lengua desde sus testículo hasta su glande. Jimin arqueo su espalda con solo ese pequeño toque.
Jungkook empezó con la felación, de arriba deslizando lento pero muy lento hacia abajo, el cuerpo de Jimin reaccionaba antes que su cabeza y su mano ya se encontraba en el cabello de Jeon.
Apretando sus mejillas y succionado un poco la boca se le llenaba de saliba mientras Jimin jalaba de sus cabellos. Jeon jugaba con su mano con las pequeñas bolas del rubio y con la otra apretaba el muslo en su hombro. Su lengua se encargaba de acariciar cara espacio del pedazo de carne que era el pene del menor.
—Mierda por que se siente tan bien, ahg~— la habitación era sumergida en los gloriosos sonidos obscenos que provenían de cada boca.
Jungkook llevo su boca hasta base, haciendo perder el miembro de Jimin entre su garganta.
–Creo... creo que ahg~... voy... ahg~
Jeon lo sabía y anticipaba que vendría ahora, nunca había tragado todo el semen de alguien pero quería tener todo de Jimin, hasta la última gota. Quería vaciarlo, quería que el rubio supiera que a partir de ahora él le pertenecía.
Y apretando su garganta obtuvo todo, sintiendo el caliente viscoso líquido pasar por su garganta.
Jimin por su parte a penas podía respirar, estaba hecho un lío, sudor en su frente, su boca seca y esa falta de aire en sus pulmones.
Había tenido su primera mamada y por la mierda que quería otra y otra y otra mas, lo quería todo. Mirando al techo solo podia pensar una cosa.
—Quiero hacerte sentir lo mismo— dijo en voz alta.
Habitación de Jeon en su departamento.
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