[MIS PEQUEÑOS OS (One-Shots)] ✓✓

💐Despedida de soltera inesperada💐

- Chica, que te casas con Mike, tienes que celebrarlo- le dice Clara a su mejor amiga llamada Bibiana. Ambas jóvenes de veinticuatro años se disponen a ir con sus amigas a un cabaret donde, por lo visto, bailan tíos. Quieren poner a prueba la fidelidad de su amiga Bibiana puesto que el mes que viene se casa con su pareja. Se terminan de arreglar, ella se ha puesto un vestido blanco precioso, le pega con lo pelinegra que es. Sinceramente, y aunque le avergüence, ha estado esperando hasta el día de su boda para cumplir con la pureza que carga el vestido blanco. Ha decidido esperar a casarse para hacer el amor con su hombre, quién en este momento está de despedida de soltero con sus amigos. Se suben a la limusina que han alquilado para ir de fiesta, sus otras dos amigas están allí, van cuatro chicas en total. Aida y Camila son las otras dos amigas de Bibiana y Clara.

- ¡¿Quién está lista para la fiesta?!- Bibi ríe con Clara- ¡A ver bailar a tíos buenorros, nena!

- ¡Camila!- le riñen las tres restantes, la nombrada ríe. Llegan al lugar deseado y se bajan de la limusina, el chófer está al servicio de las cuatro durante toda la noche. Así que, cuando se larga, ellas entran en el establecimiento. Dios mío, que de tíos sin camiseta, que cosas tan bellas. Son muy guapos. Mientras beben algo, se ríen con los que van vestidos de masoquistas, les perrean a las chicas como si no hubiera un mañana y se ríen mucho. Ellos dejan que las chicas hagan trenzas en la que tienen melena, después, los hombres se las hacen a ellas. Las invitan a copas, bailan, cantan, comen, es una fiesta en resumen y se lo pasan pipa. Cuando Bibiana ve que hay una barra donde poder practicar pole dance, no duda en intentarlo. Tiene una buena resistencia y puede con su peso corporal. Los hombres le tiran piropos a la chica, quién baja riendo y se pone los tacones de nuevo.

- Chicos, esto es lo mejor- le dice Bibiana al grupo de chicos- Me lo estoy pasando genial. Muchas gracias. A vuestra salud- dice ella alzando la copa, los demás también la alzan y brindan con la joven. Entremedio de las risas y el baile, distingue tres barras en las cuales están bailando los hombres, uno de ellos llama su atención. Tiene un antifaz negro que deja ver sus ojos color miel, unos pantalones de cuero negros y pegados, unas botas y una corbata mal hecha a propósito. Tiene una sonrisa encantadora, un cuerpo lleno de tatuajes, y su cabello... Bibi, ¿qué te ha pasado? ¡Te casas el mes que viene con Mark, no puedes hacerle esto! Pero, decidida a dejar de hacerle pasar ese mal rato en el cual personas perversas lo miran con ganas de hacer cosas impuras con su cuerpo, se acerca a él rápidamente.

- Ven un momento- como es su trabajo, él tiene que atender a la gente cumpliendo así con servicios sexuales. Pobre, no tiene dinero a penas y lo necesita para su universidad, no está allí porque quiere. Cuando entran en una de las habitaciones, ella cierra con llave y lo mira.

- Solamente te pido que no uses el látigo que hay bajo la cama, por favor- madre mía, se nota que está asustado. Tiembla como un flan.

- No te he traído aquí por eso. No puedes seguir aquí, se te nota que odias esto.

- ¿Qué sabrás?

- Solamente con decirme que no use esta cosa...- saca el látigo de debajo de la cama, y bufa mientras niega- Ya me imagino lo que pasas aquí.

- Entonces, ¿no me vas a pegar?- Bibiana niega- ¿No me vas a violar?- vuelve a negar- ¿No me vas a drogar? Muchas gente lo hace para que no me entere del daño que me hacen- dios, lo hombre, no se merece esto.

- Conmigo no, ¿vale?- él asiente. Ella quita su antifaz viendo mejor el rostro del chico, es bellísimo. Le quita la corbata y le abre la cama ofreciéndole descanso. Él lo acepta sin pensarlo, se tapa hasta la cabeza y suspira- ¿Estás bien?- el chico asiente.

- Gracias- se sonríen.

- Bibiana- ambos se miran- Me llamo Bibiana.

- Bill- ella ríe.