[MIS PEQUEÑOS OS (One-Shots)] ✓✓

☀️SONNE☀️

Era un día soleado, el amanecer estaba comenzando. Pero, para dicha pareja el día era nublado...

- ¡NO HACES MÁS QUE TRAVESTIRTE!

- ¡TÚ LIGAS CON OTROS TÍOS QUE NO SOY YO!

- ¡SABES DE SOBRA QUE ESO NO ES ASI!

- ¡PUES ENTONCES TÚ SABRÁS QUE YO NUNCA ME HE TRAVESTIDO! ¡SOY ASÍ, MARTHA! ¡ME ACEPTASTE AL SER MI NOVIA! ¡YO SOY TU NOVIO!

- ¡LO ERAS!- pobrecitos, ambos están realmente mal y tristes. Esta historia de amor comenzó hace un par de años, cuando la chica entraba nueva a su trabajo de abogada.

2 años antes

- Bueno, Martha, bienvenida. Esa es tu oficina. La máquina del café está allí, al lado de la del agua. Y la fotocopiadora es esta, una por cada oficina. ¿De acuerdo?

- Sí. Muchas gracias, Josh. Necesitaba este trabajo.

- Que te vaya bien, pasaré de vez en cuando a vigilar- ella sonríe. Se acomoda en su nueva oficina, observa todo hasta que llega al panel de su lado derecho. Hay paneles que separan a los compañeros, sí, como las oficinas de las películas.
- Eh, chica- mira a la mujer que la ha llamado- Hola, bienvenida. Soy Veronika, puedes llamarme Vero. Hay algunos idiotizados por aquí, así que ni caso cuando te digan algo. Me decían cosas cuando llegué nueva, pero, mándalos a la mierda. ¿De acuerdo?- Martha se ríe con ella- Bienvenida.

- Muchas gracias, Vero. Soy Martha- se levanta a darle un par de besos en las mejillas. Verónica, ambas son muy educadas- Espero que me vaya bien, he trabajado duro para esto.

- Seguro que sí. Mucha suerte, Martha- ambas se sonríen- Intenta socializar con ella un poco- escucha a través del panel de al lado. Se pone a trabajar en silencio, se siente muy cómoda, está muy guay. Le ha gustado su oficina. Mientras, en la oficina de al lado, alguien curioso asoma a ver a la nueva.

- Que guapa es- se dice a sí mismo mientras sonríe. Cuando la chica gira su cabeza, él se esconde rápidamente sentándose de nuevo en su silla, le iba a dar un infarto. ¿Qué ha sido esa reacción? Es como si estuviera cometiendo algún crimen y la policía lo pillara. Se mira un momento al pequeño espejo que tiene. ¡Está encendido, está rojísimo! ¡¿Qué cojones le ha pasado?!

Las horas pasan convirtiéndose en días, y esos días en semanas, y esas semanas en meses. La chica lleva medio año ya con este trabajo, es muy feliz, por fin ha podido independizarse y saber cuidarse por sí misma. En este momento está esperando a que su café termine de salir, no sabe lo que le espera dentro de cinco minutos.

- Al fin- lleva el café a su mesa de trabajo con cuidado, luego, va a la fotocopiadora a sacar unos papeles que le hacen falta. Los coge una vez los tiene, pero como ya dije, le esperaba algo gordo en esos cinco minutos.

- ¡Que sí, joder! ¡Qué pesado eres, Tom, de verdad!- ninguno se habían visto antes, los dos se han chocado- Au..

- Dios mío, lo siento. No te vi antes. ¿Estás bien, chico?- ambos se levantan sacudiéndose la ropa, él la mira a ella. Oh, no, ha chocado con la que lo sonroja hasta las orejas.

- Sí, tranquila, estoy bien. No te preocupes. Iba peleando con mi hermano, lo siento yo. ¿Tú estás bien?

- Sí, estoy fenomenal. Oh, mierda, los papeles- él la ayuda a recogerlos, ya está todo quitado de la moqueta del suelo.

- Ten, tus papeles.

- Gracias- ambos rozan las manos sin querer, ella se sonroja también cuando eso ocurre- Lo siento, es que... No sé cómo tratar con hombres. Tengo que irme, esto...- se fija en la placa de identificación de su compañero- William.