[MIS PEQUEÑOS OS (One-Shots)] ✓✓

☠️La purga☠️

- Te prometiste que no lo harías...

- Mataste a mi hermano. ¡Sólo tenía ocho años, joder!- cuando voy a disparar lo pone por delante. Cuchillo en su blanca piel resalta, haciendo que mi cuerpo se congele del todo junto a mi sangre.

- Tú elijes. Tienes dos opciones a mano, chica. Opción número uno: bajas la pistola, suelto a tu "Cosita linda" y fin, todos felices; O, opción número dos: mato a aquel ser que te consiguió hacer disfrutar la noche de la purga hace un año y también te mato a tí. Imagínatelo, una tortura en pareja, que lindo.

- ¡Suéltalo!- le grito sin bajar la pistola- ¡Sí lo sueltas, yo bajo el arma!

- ¡No, me conozco tus trucos!- él niega repetidas veces, pero, bajo la pistola. Lo empuja hacia mí haciendo que choquemos, aún así nos abrazamos.

- Nos vamos a ir de aquí, ¿vale, Bill?- asiente. Cuando nos encaminamos a la salida, miro por el rabillo del ojo al enemigo, quién es un tramposo total y yo lo sabía. Manda una ejecución inmediata al hombre que camina a mi lado, y que también cojea por desgracia.

- ¡Agachate!- le grito cuando veo que lanza su cuchilla de doble hoja hacia nuestras cabezas.

- ¡Corre, Aida!- me dice cogiéndome de la mano, empezando así la carrera que salvará nuestras vidas esta noche. Conseguimos escondernos en una casita, ellos se dispersaron y decidieron dejarlo. Esto empezó hace un año, esto nos ha llevado a la locura.

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1 año antes

- No, yo me quedaré en casa. Me da miedo la purga- le digo a mi amiga- En fin, me voy a comprar que tengo que cenar.

- Está bien, chica. ¡Ten cuidado!- asiento. Bien, hoy pizza y poco más, no tengo muchos ánimos. Vivo sola, mis padres no quieren saber nada de mí desde que decidí hacer un cambio en mi vida. Llevo vida hippie y eso a ellos no le gusta nada de nada, odian a los hippies. Pero, ¿saben qué? Me da igual. Aquí cada uno puede ser lo que quiera ser. Bueno, de postre me cogeré unas manzanas verdes que me encantan. Vaya, no llego a la estantería, de puntillas tampoco. Soy alta, pero, ahí arriba no llego yo.

- ¿Necesitas ayuda?- miro al chico que se para a mi lado. Cabello negro, estilo medio roquero medio gótico, más alto que yo incluso. Ambos somos un poste de luz, pero él más, increíble.

- Si es tan amable de ayudarme a coger eso, por favor- hasta él se pone de puntillas y todo.

- ¿Cuántas quieres?- me pregunta cogiendo ahora una bolsita de plástico. Después, vuelve a meter las manos en las manzanas.

- Tres o cuatro, por favor- asiente. Al cogerlas deja de estar de puntillas. Hace un nudo a la bolsa y me la entrega con sumo cuidado- Muchas gracias, am... No conozco tu nombre- se ríe como yo.

- Bill- espera, ¿Bill? No será ese Bill, ¿no?- ¿Y tú, señorita?

- Aida- me mira un tanto impresionado también- ¿Bill Kaulitz?- asiente sonriendo- Oh, dios mío.

- Lo sé. Hace tanto de...eso- se ríe de nuevo- Que fuerte. Abrázame, por favor- me río yo ahora- Cuánto tiempo sin verte, Aida.

- Joder, vaya cambiazo. Que bien te han sentado los años- se ríe de nuevo de manera inocente.

- Mujer, que me sonrojas- N miramos riendo- Madre mía, desde tercero de instituto sin verte. ¿Cómo te ha ido?

- Muy bien, la verdad. He conseguido meterme en magisterio- le digo con alegría. Veréis, él y yo éramos amigos inseparables, como uña y carne.

Flashback
- Y bueno, ¿Qué harás este finde?

- Ni idea, Bill. Pasando un poco del tema, la verdad- se ríe.

- ¿Quieres que vayamos a ver la nueva película de terror? Pinta muy bien.

- ¿De verdad?- asiente- Vale- entramos a la cafetería donde nos compramos el desayuno. Mientras comemos, hablamos sobre cómo han ido las clases y criticamos a los profesores. Somos así- Sabes- me mira- Me encanta tu pelo-

- Si parezco un Pokémon- nos reímos- No es coña. Osea, mírame. ¡Nadie lleva el pelo levantado por detrás con un flequillo que le cubre la mitad de la cara!

- Es bueno ser diferente- me sonríe. Llegó la hora de ir al cine, igual que llegó mi amigo en autobús. Compramos las entradas y nos metimos en la sala que nos dijeron, luego, tomamos asiento con nuestros refrescos y palomitas- No jodas...- miro a mi amigo, quién se parte el culo con mi cara de "Tevoyamatar"- ¡Voy a cogerte y, y, y...! ¡Uf!- estás películas de terror me dan demasiada ansiedad, es gdo el rato suspense y luego el susto, el repullo. No, gracias. Qué gran tarde, la verdad. Lo echaba de menos.
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- Guay. Pues, toma mi número- me lo da- ¿Participarás en la purga?- niego- Bien, yo tampoco. Odio eso- asiento.

- Yo igual. Mueren persona inocentes, no le veo el sentido- cojo las bolsas de la compra- Bueno, pues ya nos veremos. ¿No? No quiero volver a perder el contacto después de tanto tiempo- asiente sonriendo-
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- Manos a la obra- recojo mi cabello para hacer las pizzas, un poco más de condimento y listo, al horno. Me cambio de ropa poniéndome el chándal que tengo para ir por casa, bajo las escaleras lentamente escuchando la suela de mis zapatillas chocar contra el suelo en pisadas suaves. Llego al horno, me agacho un poco para ver cómo va y, al ver que está lista, me incorporo y me acerco a la mesa de la cocina donde tengo la guantes. Abro el horno, la saco con cuidado deleitando mi olfato con tal aroma, pueden ver que amo la pizza. Abro el cajón de los cubiertos buscando las tijeras de cocina para cortar la pizza en porciones. Mientras ceno, suena el aviso de que la purga comenzará, así que cierro puertas y ventanas bien. Esa noche ocurre algo, y ed la inesperada visita de Bill. Me habla sobre su experiencia con esto, yo asiento a cada palabra hasta que nos miramos fijamente. Cuando me doy cuenta, estoy encima suya besándolo con ganas, cosa que me sorprende. Pero, la pequeña muestra de amor se convierte en una mejor. Y con mejor me refiero a...- ¡Ah, mm, Bill! ¡Sí, mi amor! ¡Házmelo!- se ríe.

- Estás preciosa por dentro, cariño- él habla mientras yo gimo. Después de esa primeriza y maravillosa experiencia, caí rendida como un bebé. Bill me gusta, es muy mono y muy buena persona.
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- Aquí estaremos a salvo- asiento con sus palabras- No nos pasará nada

- Ya- me siento a su lado con mi cabeza en su hombro- Ay, mi pelo- me lo ha pillado con el brazo. Ambos nos miramos ahora, como aquel día, y nos acabamos de besar también. Estábamos tranquilos hasta que, por desgracia, de escucha un disparo cercano. Justo íbamos a empezar a hacer el amor como aquella vez.

¿Habrán vuelto? ¿Lograré superar a Bill? ¿Me seguirá gustando? ¿Lo defenderé por amor?

Sí, por supuesto. Yo puedo. Así que bueno, a luchar por mi amado. "Contigo hasta el infinito y más allá" me repito mientras se llevan a mi Billy.

¡¿QUIEREN PELEA! ¡AHORA VERÁN?