[MIS PEQUEÑOS OS (One-Shots)] ✓✓

🐾🌹Mi perro humano 2: ¿Por qué te transformas?🌹🐾

- Buenos días, Ginny. ¿Quieres acariciarme la barriguita? Anda, dame mimos- he amanecido al lado de ella, he dormido como un cachorro. Miro mi cuerpo al ver que tengo manos y brazos aún, ¡sigo siendo un humano! A ver si mi dueña tiene ropa. Rebusco en su armario, pero, no encuentro nada de nada. Sólo tiene ropa de chica, no me voy a poner una faldita con una camisa blanca que tiene un corazón bordado. Nada, misión fallida. Justo cuando estoy buscando en su ropa interior para ver si encuentro algo que cubra mis vergüenzas, mi pelota favorita rebota en el suelo llamando mi atención, el instinto sale. Corro silenciosamente hacia el objeto y lo mordisqueo, adoro mi pelota. ¿Por qué no me puedo transformar en un perro ahora? Justo cuando estoy más entretenido con la pelotita, siento la mirada de mi dueña sobre mí, así que la miro. Ella abre la boca y pone los ojos como los dibujos animados, en plan puntito- Em... ¿Guau?- y se desmaya. Vaya hombre, empezamos bien. Me subo a su cama y la miró fijamente, no se mueve- Eh, Ginny, despierta. Ginny...- nada, ni zarandeado su cuerpo- ¡Ginny, perro llamando a Ginny! ¡Contesta, por favor!- abre los ojos al rato y bosteza.

- Que sueño más raro. Un chico muy parecido a mi perro estaba jugando desnudo con su pelota favorita. ¿Lo ves normal, Bill? ¿Bill? Billy, ¿dónde estás?- me busca con la mirada hasta que me ve. Cómo en los dibujitos japoneses, le sale una gotita de detrás de la cabeza y se desmaya de nuevo. Bueno, la dejaré descansar entonces. He encontrado tan sólo unos calcetines. ¿Servirán para tapar mis vergüenzas? Pues no, no sirven, ella tiene el pie demasiado pequeño. ¡Que vergüenza! Aunque, voy desnudo siendo un perro, tampoco es que me importe mucho. Pero, no es lo mismo al ser un humano, la verdad da más vergüenza. Cuando se despierta de nuevo, me mira y busca a su perro, pero se da cuenta de que no está. ¡Soy tu perrito, mi amor! ¡Rascame la barriga! Pero no, se va a prepararse el desayuno. Joder, que torpeza tienen los humanos, no saben correr a cuatro patas y yo sí, jejeje- ¿Eres Bill?

- El mismo.

- ¿Mi perro?- asiento- Oh, joder. ¿Qué locura estoy viviendo? Me estoy volviendo loca del todo. No sé qué creer.

- Créeme a mí- se ríe.

- No te voy a creer a no ser que me cuentes algo que hice de pequeña- perfecto, me lo ha puesto muy fácil.

- Mamá no te dejaba comer muchos caramelos, por lo que los desenvolvías y los metías bajo la almohada para comertelos por la noche. Lo que pasaba era que se le pegaban las pelusas de las sábanas y ya te daba asco, así que no te los comías al final y siempre me subías a tu cama después de tirarlos a escondidas de mamá- se queda boquiabierta.

- Eres tú...

- Te lo he dicho, Ginny- ella sonríe. Termina de hacer el desayuno y me sirve a mí pero, prefiero mi pienso- Lo siento. No es que no me guste tu comida, eres una buenísima cocinera, desde el corazón. Pero, me gusta más esto. Lo siento y gracias por haberte molestado en hacerlo.

- Gracias a tí- sonríe- ¿Cómo conseguiste ser un humano?

- O é. Impeente e eperté aí, in má- asiente- Raro, pero bueno- le hablo cuando trago.

- Ven, te daré ropa de mi padre- mientras rebusca, me mira unas cuántas veces y se sonroja como yo, es muy mona de verdad que sí- Ya está la pobre sobre la cama- Ah, te debo algo. Mil gracias por lo de ayer, no sabes lo que me hubiera caído si no le hubieras parado los puños. Gracias, cosita- me abraza y me da algo en la mejilla, esa palabra la he escuchado yo y es una acción que gusta.

- ¿Cómo se llama eso que acabas de hacer?- se ríe.

- Es un beso en la mejilla, Billy- me responde.

- Me ha gustado- ella se sonroja y me mira boquiabierta.

- ¡Bill, mírate!- me miro al completo- ¡Estás...excitado!

- ¿Qué es eso?- me mira y suspira.

- Vale, eres muy inocente. No te veo las malas intenciones. Eso es cuando...- oh, no, que vergüenza. ¡Qué vergüenza! ¡Estoy excitado delante de ella!- Olvídalo, es algo normal en hombres...creo- murmulla al final de la frase- Vístete que luego salimos.

- ¡¿Puedo llevarme mi pelota, porfa?!- ella me mira.

- Tendremos que hablar el tema tranquilamente, no es tan fácilal ser un humano. Ahora nos vemos- cierra la puerta. Me visto y me arreglo, luego, me dispongo a salir con ella. Estoy nervioso y no sé, es raro salir con una humana siendo un humano. Al menos para mí. Aunque, mi dueña es preciosa y siempre me lleva con cuidado de la correa, es muy buena. Bueno, de paseo por el momento, jejeje.

¿Ideas?🌹✨🥴🐾