- Bill, nos miran raro.
- ¿Por qué? Todo el mundo tiene necesidades, ¿no?
- Sí, lo sé. Pero es que es raro ver a un humano orinar en una farola que está en plena calle- pobrecito mío. Si fuese un perro no le diría nada, claro está. Pero, debe de actuar como un humano mientras lo sea.
- Jo, vale. Ya he terminado de todas formas- se sube la cremallera del pantalón. Una señora me ha preguntado y todo el por qué actúa como un perro. Le he dicho que se cree que es uno de ellos, que por eso olfatea todo y actúa de esa manera. Llegamos a casa, él se quita la chaqueta y se va al baño. Me asomo un poco a ver qué está haciendo, se mira al espejo sin parar, y luego se toca el poco bigote que le está saliendo.
- Luego te ayudaré con eso- me mira y sonríe. Los dos salimos, pasamos por el pasillo y llegamos a la cocina donde empiezo a preparar el almuerzo- Bill, cariño, tienes que parecer un humano cuando salgamos. La gente se creerá que estás como una cabra y te querrán llevar a un psiquiátrico- le digo mientras le lleno el cacharro de pienso. Lo pongo en la mesa, me pongo yo mi plato de pasta y empezamos a comer. Me hace gracia cuando mete la cara entera en el cacharro, me hace de reír.- ¿Qué? Así es como comemos los perros.
- Escúchame un momento, Billy- él me mira cuando le cojo las manos- Actúa como un humano cuando salgamos a la calle, por favor. Inténtalo, ¿vale? Si tienes ganas de ir al baño, dímelo. Pero, no hagas lo de hoy, por favor. Mira lo que nos ha preguntado la señora. ¿Lo entiendes?- asiente- Es por tí. La policía podría decirte algo o podrían tomarte por loco, y no es divertido eso.
- Está bien, Ginny- lo noto un poco desanimado.
- Venga, que si lo haces prometo rascarte la barriguita. ¿Sí?- sonríe y me mira como si estuviera moviendo la colita. Cuando terminamos de almorzar, le enseño a cómo fregar los platos para que pueda manejarse en la vida humana y luego vamos al baño- Te voy a quitar el bigote y la barba, ¿quieres?- asiente. Busco la crema de afeitar de mi padre, él mira atento y analiza con la mirada todos los objetos del cajón- Aquí está- la saco y cierro el cajón.
- ¿Duele?- niego riendo- Vale.
- Tranquilo, contigo tengo cuidado. ¿Listo?- asiente. Cierra los ojos cuando se la aplico en los pómulos, también un poco por el cuello y por el bigote igual- Con esto se te quitará el vello de la cara, estarás impecable- saco la cuchilla, entonces abre los ojos como platos- Esto no hace nada, es inofensivo.
- ¡No! ¡Con eso te cortaste una vez la pierna, Ginny! ¡No quiero ser el cata rajada!
- Pero Bill, me corté porque me despisté un poco y fui muy brusca.
- ¡Echabas mucha sangre! ¡No quiero, no!- si lo vierais. Se ha arrinconado y todo el pobre, le tiene pánico a las cuchillas y a las agujas desde que se vacunó como cachorro y desde que vio cómo me cortaba al depilarme la semana pasada.
- Te prometo que tendré muchísimo cuidado, de verdad. ¿Confías en mí?- a los segundos, se acerca de nuevo y cierra los ojos.
- Me sacaste de la calle- sonrío- Adelante. Ten cuidado, por favor.
- Sí. Sólo no te muevas y ya está, ¿vale? Iré lentito- él asiente. Comienzo por el cuello, de vez en cuando abre los ojos pero los cierra fuertemente cuando muevo la cuchilla- No te voy a cortar los ojos, Billy- le digo riendo- Puedes abrirlos- enjuago la cuchilla y la vuelvo a pasar con cuidado. Justo cuando me giro de nuevo, él se acerca haciendo que tenga que dar un paso atrás, demasiada cercanía entre nuestras caras y la vergüenza me ha podido.
- ¿Por qué se te ponen las mejillas rojas?- me río.
- Cosas que nos pasan, cosita. Es como tú el otro día que te pusiste "raro" según tú y es que estás en celo- se ríe él también.
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[MIS PEQUEÑOS OS (One-Shots)] ✓✓
FanfictionPueden dejarme cualquiera idea para escribirla, recuerdo que serán de una sola parte. Puede ser lo que se os antoje: terror, asesinato, amor, triste historia, etcétera. ¡A leer!