- Y bueno, Adeline, ¿saldrás hoy a ver de jugar a Klaus?
- Sí, me espera en las gradas. Espero que le vaya bien el partido- le respondo a mi padre.
- Genial. Ten cuidado, ¿eh?- asiento sonriendo- Te quiero, cielo.
- Yo también- le doy un abrazo a mi padre, él me despide con la mano desde la puerta. Hago lo mismo y justo el bus del instituto llega. Me subo tras pagar mi billete, todos me miran de mala manera mientras camino hasta mi sitio, como una perra que ha sido recién maltratada. Así me tienen a mí. Detrás mía se ha sentado él, siempre es él. Un amor tan raro y tan idiota que siempre me sobrepasa.
- Hombre, mira quién está aquí.
- Hola, Kaulitz- él solamente se ríe tirándome del pelo.
- ¿Y esas confianzas, eh?- la verdad, paso de responderle- Eh, te estoy hablando.
- Déjame, por favor. Gracias- nada, no me deja tranquila. Sigue tirándome del pelo y riéndose de mí con su hermano y con Gustav, lo odio pero lo quiero a la vez. Me gusta desde hace mucho, pero empezó a meterse conmigo hace un par de meses, cosas que no entiendes de la vida.
- Vamos, háblame, por tu bien. A mí nunca se me niega la palabra- sigo haciendo como si no existiera. Me coge todo el cabello tirando hacia atrás, se acerca a mí oído y me grita- ¡QUE ME HABLES, COÑO!
- ¡TE ODIO!- le grito yo ahora dándole el mayor guantazo que se le puede dar a alguien, lo he dejado boquiabierto. Él solamente sonríe malévolamente. Me bajo rápidamente del autobús aún con la mano temblando, me escondo rápidamente abriendo mi taquilla para cubrir mi cabeza. Él pasa de largo, menos mal. Cierro la taquilla cuando tocan la campana- ¡AH!- doy tal bote que caigo al suelo. Mi pecho se hunde haciendo que mi corazón vaya a mil, es él...
- ¿Creías que con un guantacito de nena de parvularia ibas a hacerme caer?- sonríe- Cariño, conmigo necesitas mucho material bueno si quieres derrotarme- me ayuda a levantarme extrañamente- Además, sería una pena malgastar mis energías contigo. ¿No crees?- ya empieza a ser el idiota que tanto odio pero que tanto me gusta. ¡Maldito seas, ya me está seduciendo poco a poco!- ¿Te vendrías a los baños conmigo o no, eh?- encima se pega demasiado a mí. Me coge de las caderas mirándome a los ojos fijamente, no puedo más. Esto ya supera todo lo demás.
- No juegues conmigo- se ríe.
- No juego. ¿No te gustaría salir conmigo? Todas se mueren por probarme- será gilipollas. Eso ya lo sabía, por eso me pongo celosa.
- ¿De verdad me lo estás diciendo?- asiente sonriendo- Eres un grandísimo hijo de puta, William- se ríe.
- ¿Y tú?- abro la boca sorprendida. ¡Pum! Pedazo de puñetazo y derechita al suelo- A ver si aprendes que conmigo no se juega a ver quién es más fuerte, gilipollas. ¡Maldita!- tras esa patada en la cabeza, pierdo la consciencia.
***
- Ay...- abro los ojos, me encuentro en mi habitación ahora. La recorro con la mirada hasta encontrar a mi padre, está sentado a mi lado y me limpia la sien con un trapo mojado en agua caliente. Ese contacto duele, así que termino de espabilarme y me toco la zona dañada. Mi padre me mira sonriendo.- ¿Cómo te encuentras, Adeline? Has sufrido un buen golpe.
- Me encuentro bien... Creo- cojo el móvil un momento. Mierda, quince llamadas perdidas de Georg y veinte mensajes sin leer, este hombre me va a matar. ¡Klaus! ¡Hoy Klaus tenía partido de fútbol en el campus del instituto!- Mierda, llego tarde.
- ¿A dónde?
- Al partido de Klaus- me levanto y me arreglo la ropa, luego, recojo mi cabello en una cola alta y me miro la sien. Tengo una herida ahí, por lo menos está limpia.
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[MIS PEQUEÑOS OS (One-Shots)] ✓✓
FanfictionPueden dejarme cualquiera idea para escribirla, recuerdo que serán de una sola parte. Puede ser lo que se os antoje: terror, asesinato, amor, triste historia, etcétera. ¡A leer!