Veintidos

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El día había pasado. Justo son las 6 de la tarde y voy en camino a la casa de los Cavill.
Acabo de mandar un mensaje a Tom para que sea él quien me reciba pero por lo visto siguen en la universidad.
¡Diablos! Tendré que hacerlo yo sola, llegar a esa gran mansión, perderme por las incontables habitaciones y correr el riesgo de ver de nuevo a Henry.

-La señora Cavill la recibirá en unos momentos.

-Muchas gracias.

-Disculpa mi atrevimiento pero ¿eres novia de Tom?

-Yo...

-Por supuesto que no, Jane.

Henry

Mi voz la sobresalta pues al instante ella y Jane voltean.

Mi voz la sobresalta pues al instante ella y Jane voltean

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-¡Henry! Hola cariño.-me saluda de beso mi gentil nana.

-Hola, nana.-sonrío gentilmente.-¿Cómo está señorita Thompson?

-Bien.

-Le estaba diciendo a la señorita que voy a buscar a tu madre.
Con permiso.

___

De nuevo a solas con Cavill... ¡Genial!

-No sabía que el gran señor Henry Cavill tuviera niñera.

-Las sorpresas que da la vida, gordita.-sonríe ampliamente.

-¿Y de verdad te soportaba?.-río divertida.

-Soy un amor, bonita.-me sigue el juego.

-Seguro...-ruedo los ojos.

Henry

-No te has detenido a conocerme, cariño.

-Te he conocido lo suficiente para no querer hacerlo.

-No lo creo.

-Cómo sea.-cruza sus brazos en señal de fastidio.-Aunque me siento mal por esa pobre mujer. Es tan dulce.

-Jane es una mujer increíble.

-Jamás te había visto hablar bien de alguna mujer.

Sonrío a medias.

-Hay tanto que no sabes de mí, gordita.-me acerco hacia ella.

Mi cuerpo mandaba querer estar lo más cerca posible de ella.

-Retrocede un metro hacia atrás, Cavill.

-¿Temes de mí?

-Prefiero tenerte lejos, es lo mejor.

Señor ArroganciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora