Señor Arrogancia

Treinta y uno

-Buenas tardes, señora Cavill.

-Hola, linda.-se acerca a besar mi mejilla.

-Recibí el recado de usted con Tom.

-Lo sé, cariño.

-Espero que no haya problema con Henry en el trabajo.

-Para nada. Yo me encargué de avisarle a mi hijo.
Pero pasa, no te quedes ahí parada.

Nos dirigimos hacia la sala.

-¿Gustas tomar algo?

-Una limonada está bien.

-Dos limonadas, por favor.-toma una pequeña libreta que se encuentra sobre la mesa.-¿Lista para hablar sobre negocios?

-Por supuesto.-respondo con algo de timidez

Henry

-Señor Cavill, el licenciado Hopkins lo espera en la sala de juntas.

-Gracias, Kate. Voy en unos minutos.

-Dijo que es algo importante, algo que usted tiene que ver enseguida.

Dejo algunos pendientes sobre el escritorio para ir en busca de mi mejor amigo y la famosa información que tiene que darme.

Entro de prisa a la sala de juntas.

-¿Qué es eso tan importante que quieres decirme, Brad? Interrumpiste mis actividades, espero que no sea una estupidez.

-Mi querido amigo, tengo noticias.

-¿Sobre qué?

-De nuestro ex gran amigo Stefano.

-¿Por qué crees que me importaría saber sobre ese idiota?.-me pongo de pie enseguida.-Si no tienes nada mejor que decir me retiro.

-¡Está en la ruina!

Detengo mis pasos y cierro de nuevo la puerta.

-¿Qué?

-El bastardo de Stefano Wick está en la completa miseria. Su preciada empresa se fue al caño.

-Es una pena.-respondo algo desinteresado.

-¿Sabes lo que significa?

-No.

-Por ende, su querida esposa Sofía también está en la miseria.

-¿Por qué carajos me dices todo esto? Sabes que odio que hables de ella.

-Mi bella novia se la encontró en Italia dado a que sabe que está saliendo conmigo.
Preguntó por ti.

Mi estómago se revuelve al escuchar las palabras de Brad.
¿Por qué de la noche a la mañana Sofía vuelve a mostrar interés por mí? Claramente porque sabe que está arruinada económicamente.

-No me interesa nada que tenga que ver con ella, sabes cuánto la aborrezco.

-No dudará en acercarte a ti. La conoces perfectamente.

-Pareces mi niñero, Brad.-sonrío cínicamente.

-¿Qué pasaría si volviera, Henry?
¿Volvería a mover sentimientos dentro de ti?

Pienso un poco mi respuesta.
Comienzo a recordar todo lo vivido con ella.
Siempre fue una mujer hermosa, coqueta y tan segura de sí misma. Podías sentir a la perfección su gran personalidad al tenerla cerca.
Era inteligente, decidida, intimidante, apasionada. Por dichas razones fue que me enamoré profundamente de ella.