Dieciséis

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Había pasado una semana desde aquel encuentro con Henry. ¿Qué había pasado?
Pues así sin más dejó de molestarme.
Estaba algo cabreada por su actitud. No me hablaba para nada en el gimnasio. Si me encontraba cerca de alguna máquina, prefería ir hacia otro lugar a ejercitarse.
¿Volvió a las andadas? Pero claro que sí, dos ocasiones lo encontré con Hailey teniendo encuentros bastante íntimos.
No niego que me duele ver esas escenas tan explícitas. Sentía un vacío en el pecho cada vez que veía a Henry coquetear o en los brazos de otra chica.
Él y Hailey eran tan parecidos. Lucían como toda una pareja de egocéntricos. Encajaban tan bien, pero lo entendía. Al fin de cuentas es el tipo de chica que le gusta. Ese era su máximo estándar de belleza.
¿Competir con Hailey Baldwin? No lo creo, esa chica sí que era linda aunque toda una cretina.

-¿Hola?.-contesto mi teléfono.

-Qué tal señorita Thompson.

-¡Tom! Hola.

-¿Cómo te va? Mucho tiempo sin saber de ti.

-Oye, nos vimos hace dos días.-sonrío tiernamente.

-Es demasiado tiempo para mí.
Tengo una invitación que hacerte.

-Eso suena algo interesante.

-Habrá una cena en mi casa y mamá quiere que estés ahí. Le caíste de maravilla y además quiere hablar contigo de negocios.

-Wow, le caigo bien a la señora Cavill.-respondo divertida.

-Más que bien.-contesta muy animado.

-¿Todos estarán ahí?.-pregunto con algo de curiosidad.

-Sí, toda mi familia.

Toda su familia... por supuesto ___. Henry estará ahí.

-Okay... acepto. Iré contigo, Tom.-no logro sonar tan convencida.

-Serás mi bonita cita.

-Encantada. Bueno Tom, tengo que irme. Estoy por entrar a clases.

-Espera. Casi se me pasa decirte que es una cena algo elegante, por lo que todos vestirán vestidos largos y trajes de pingüino.-ríe divertido.

-Entendido. Muchas gracias, Tom.

-Hasta luego, bonita.

Suspiro pesadamente después de colgar la llamada.
¿De verdad quería ir? ¿Estaba dispuesta a convivir con la familia de Henry de nuevo?
¿Qué opinaría él de verme en ese lugar? O más bien dicho, en su hogar.

Henry

-Señor Cavill su padre ha llamado.

-No por ahora Kate.

-Pero es la quinta llama...

-¡No tengo tiempo, Kate!

La chica luce sorprendida por mi actitud. Me arrepiento al instante de haberle gritado, pero mi padre me tenía tan cansado.
Diariamente llamaba para saber qué había hecho sobre esa campaña.
El tiempo estaba en mi contra. Tenía que actuar rápido y con inteligencia.

Señor ArroganciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora