Señor Arrogancia

Veintiocho

Maratón 4/4

-Hemos terminado por hoy. Es hora de ir a casa, ___.

-Bien. Debo avisar a Andrew para que venga por mí.-saca de su mochila su celular y comienza a marcar.

-Yo puedo llevarte.

-No hace falta. Gracias.-responde de forma seria.

-No es ninguna molestia para mí.-fijo mi mirada en la suya mientras me pongo de nuevo mi abrigo.

-Prefiero evitar cualquier cosa que pueda pasar.

-¿A qué te refieres con eso?.-frunzo el ceño.

-Desde hoy me mantendré lo más lejos posible que se pueda de ti, Henry.-desvía su mirada.

-¿La razón?

___

-Me sorprende tu cinismo.-río amargamente y ruedo los ojos en señal de molestia.

Iba a explotar si no sacaba esto de mi sistema. Tenía que reclamarle.

-¿Disculpa?.-frunce el ceño.

-Sabes perfectamente lo que siento por ti, yo sé que fue un error dejarme llevar por tu estúpida seducción, pero eres tan hijo de puta que no te importó un carajo follarte a Hailey en los vestidores.-elevo un poco la voz.

-Deberías de estar acostumbrada a lo que verdaderamente soy.-su frialdad me asusta y a la vez me hiere.-Yo no te di ilusiones, tú sola imaginaste cosas dentro de tu cabeza.

-¡Lo sé! No tienes por qué estarme recordando que soy una maldita idiota que confundió las cosas.-el llanto se avecina pero mantengo la calma. No permitiría que me viera llorar.

-Solamente quería follar. Si hubieras sucumbido a mis deseos ambos nos hubiéramos quitado las ganas y seguir como an...

Mi mano se estampa directamente en su mejilla. Debido a la fuerza y al anillo que traía puesto logra hacer un corte cerca de su labio.
Vaya que sí se me había pasado la mano pero no me importaba. Me sentía herida, usada, ignorada. Justamente como un pedazo de carne al cual un gran lobo quería devorar. Claramente ese lobo era Henry.

-¡Cállate! ¡Cállate la puta boca, Cavill! Eres un ser despreciable y ruin.-tomo mis cosas y abro la puerta de su oficina.-Me arrepiento tanto de haber puesto mis ojos en alguien como tú, que no es capaz de sentir algo por ninguna mujer.

Su rostro se vuelve hermético. Me estresa saber qué es lo que está sintiendo en estos momentos. Si tan solo pudiera leer su mente.

-¿Vendrá mañana por la tarde, señorita Thompson?.-responde de forma hostil ignorando por completo lo que acababa de ocurrir.

-Vete al carajo.-sonrío amargamente y azoto la puerta con gran fuerza.

Al caminar por los pasillos, la bella secretaría Kate se detiene al verme.

-¿Está bien, señorita Thompson?.-me mira con algo de preocupación al verme echa un mar de lágrimas.

-Sssí, estoy bien. Tengo que irme.

Las puertas del ascensor se abren y al entrar dejo salir un gran grito de rabia.

Henry

Un par de carpetas caen al suelo después de que Thompson me dejará completamente destruido.

¿Vendrá mañana, señorita Thompson? retumbaba en mi cabeza una y otra vez. Que pregunta tan estúpida y sin sentido había escogido como respuesta después de que ella había vuelto abrir sus sentimientos hacia mí.
Estaba tan enojado conmigo mismo por tratarla de esta forma. Alguien como ___ no se merecía todo lo que la he lastimado, pero no quiero dejarme llevar por lo que siento.
El solo hecho de pensar en amar a otra mujer me aterraba. Temía volver a sufrir por amor.