LEYENDA (Katsudeku-Omegavese)

8

En cuanto Mitsuki abandono el salón con Izuku en brazos, Katsuki se dejó caer por completo al suelo, llevándose las manos a la cara, quería ir tras el, pero debía mantener la calma por ahora, no sabía de dónde estaba sacando las fuerzas para mantenerse alejado, pero si sabía que no lo lograría por mucho tiempo.

Sero y Mina lo ayudaron a levantarse mientras Eijiro corría a auxiliar a Denki, el cual se veía pálido y estaba mareado, había usado todo su poder, y sentía que no hilaba bien sus pensamientos, estaba aturdido.

Vio a Eijiro acercarse y se lanzó a sus brazos sonriendo bobamente mientras le acariciaba el rostro. Eijiro lo sujeto y lo levanto entre sus brazos como una princesa para que no cayera al suelo, mientras Denki se restregaba contra su pecho como un gatito.

Eijiro estaba rojo como un tomate, no se imaginaba poder tener así de cerca al Omega, y no sabía cuánto tiempo duraría su autocontrol. Lo único que quería era besarlo y acariciar hasta el último centímetro de su cuerpo.

-¡Larguense a una habitación!- les gritó Katsuki, haciendo que Eijiro se sobresaltará.

-L-lo lle-llevare a una habitación- tartamudeo Eijiro y todos los precentes levantaron una ceja y lo miraron con duda.-
-¡¡Para que descance!!- se defendió.

-Mejor los acompaño- dijo Mina entre risas.

Los tres salieron del salón, Eijiro rojo hasta las orejas, Denki restregandose contra su pecho, mientras Mina se reía y burlaba por la exprecion de Eijiro.

Katsuki se dirigió a la misma salida, debía quedarse lejos por ahora, pero quería al menos asegurarse de que su Omega estaba bien.
Salió rápidamente hacia el pasillo y se topo de frente con su padre, que lo veía preocupado.

-¿Que sucedió? Se escuchó un gran alboroto por todo el castillo. Hijo, ¿Estás bien?-

- Lo encontré, nunca pensé que podría decir esto, pero lo encontré...- Solo había una persona a la que le podía hablar sobre esto y de alguna forma mostrarle un poco de su lado bulnerable, su padre.

-¿Que? ¿De verdad? Es excelente hijo- le sonrio y lo tomo por los hombros - ¿Quien es? ¿Dónde está?-

-Esta dormido- contesto Mitsuki a sus espaldas.- vamos, debemos hablar.-

Ambos voltearon a verla, se veía sería y le dijo a ambos que la siguieran. Fueron hacia la habitación de los reyes, ahí estaba segura que nadie los molestaría.

Masaru conocía muy bien a ambos y sabía que algo estaba mal, pero espero a estar solos y que le explicarán lo sucedido.

En cuanto entraron y se cerro la puerta Mitsuki le dió un fuerte zape en la cabeza a su hijo.

-¿¡Te das cuenta de lo que estuviste a punto de hacer!? ¡¿Cómo pudiste ser tan descuidado?! ¡Reclamar así al príncipe significaría la guerra! ¡Debes pensar en tu pueblo y en las consecuencias de tus actos!-

Mitsuki gritaba a todo pulmón, tratando explicarle a su hijo, a su modo,  lo grave de la situación.

Sin embargo todo rastro de irá se esfumó cuando vio la mirada decidida de su hijo y la seriedad de su voz cuando hablo.

-Estoy conciente de lo que esto significará. Pero es algo que nadie busco ni pidió. La situación ya es problemática en el reino Midoriya, no por esto, sino por el rey mismo.
El príncipe vino a buscar tu ayuda, confió en venir aquí, y estoy seguro que dadas las circunstancias no se la negarás. Las consecuencias de eso, son claras. Por lo que sabemos el rey Midoriya está obsesionado con el príncipe y se que nadie se lo entregaría para que haga con el lo que desee.- cerró los puños y casi gruño, no quería pensar siquiera en que le pusiera un dedo encima. -Además... No es seguro que el príncipe me acepte, creo que él desea estar a mi lado tanto como yo, pero aún así, no puedo dar nada por sentado, no cometeré el error de dar por echo algo sin antes saber que es mutuo y sobre todo, habermelo ganado. La atracción que sentimos es inegable, pero apenas nos conocemos, no puedo decir que soy un perfecto Alfa si no me gano el corazón de mi Omega por completo. Porque si, ya lo acepto como mi Omega, no tengo dudas. Ahora debo hacer que me acepte, y lo haré. Lo protejere de lo que se avecina, no permitiré que el rey lo lastime. Buscaré la forma de ayudarlo y de salvar su reino, esto no lo hace solo por el mismo, es por su pueblo, y yo haré que lo que desee se haga realidad.-