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Advertencia, el capitulo contiene situaciones de violencia y agresión sin consentimiento. Si son sensibles a esos temas procedan con precaución.






Lo habían arrastrado hasta esa isla, no sabía exactamente dónde estaba, solo recordaba que la misma neblina de antes los había envuelto y ahora estaban frente a una cabaña derruida enmedio de lo que parecía un bosque tropical, podía sentir el calor y la brisa.

Hisashi lo tomo del brazo y con cuidado la llevo hacia la puerta. Izuku no aflojaba el agarre a Ryu, se aferrába a el, tratando de no asustarlo.

- Este será nuestro hogar, no debemos llamar la atención, así que por fuera se que no luce bien, pero, trate de hacerlo lo mas cómodo por dentro para los tres - le dijo sin soltar su brazo y abrío la puerta llevándolo al interior.

No parecía el mismo lugar, las paredes blancas y pulcras y el piso reluciente de color claro lo hacían ver hermoso, si no estuviera aterrado habría dicho que era un lugar encantador.

- Escúchame Izuku, no soy el monstruo que crees, se que quizá no e hecho las cosas de la mejor manera, pero nada a sido para lastimarte, al contrario, quiero que seas feliz y se que solo yo puedo darte esa felicidad. Se que llegarás a verlo, no espero que me ames de inmediato, pero se que lo harás - dijo viendolo a los ojos y acariciando un rizo de su cabello.

- Esto no es amor... estás enfermo - le respondió con la mirada más fría que poseía.

- Pronto ya no lo verás así, te lo aseguro... Además... Si en realidad fuera un monstruo no te habría dejado conservar a tu cachorro, los habría asesinado en cuanto los tuve cerca, no hubiera sido difícil, solo una garra y ya no serían un estorbo - dijo acariciando la cabecita de Ryu.

Izuku rápidamente lo alejo de él y lo escondió en su pecho como pudo, con los ojos dilatados y listo para atacar si se atrevía a poner un dedo más sobre su hijo.

- Lo ves, no soy un monstruo, solo quiero lo que me pertenece, y eso, mi querido Izuku, eres tú. No dejaré que te alejen de mi otra vez. Se que me odiarias si le hago algo a ese pequeño bastardo que cargas, así que te permitiré tenerlo por ahora, pero en cuanto la marca que portes sea la mía, nisiquiera lo querrás cerca - continuo sonriendo de lado y apretando el agarre en su cintura - Aún así soy piadoso y lo cuidaremos, sus ojos son un tesoro, no puedo déjalos sin luz - dijo con las pupilas dilatadas y una sonrisa maniaca

Hisashi estaba seguro que lo que decía era una verdad  absoluta, y eso hacia a Izuku estremecerse, estaba completamente loco. Tenía que salir de ahí, no sabía dónde estaban pero estaba seguro que podría saberlo con solo mirar el cielo nocturno, en sus viajes se acostumbro a ubicarse con las estrellas, así que no sería difícil. El reto sería mantener a Hisashi alejado de los dos.

- Ven, debes comer algo, estoy seguro que estás hambriento, además te quiero con fuerza y despierto, debemos celebrar nuestra nueva vida juntos - dijo tomando la barbilla de Izuku entre sus dedos, atarayendolo y dandole un beso. Izuku trato de apartarse, pero no podía.

Lo soltó conduciendolo a una mesa en el centro de la casa rodeada por seis sillas,  estaba servida con diferentes frutas y un par de platones con diferentes guisos.

-Vamos, debes comer, y no te preocupes, la comida no contiene nada, es solo alimento, ambos lo necesitamos - dijo tomando un plato y comiendo lo que contenía mientras lo miraba a los ojos.

Izuku moría de hambre, además debía mantenerse fuerte, su cachorro necesitaba leche y no podría dársela si no se alimentaba. Con desconfianza tomo fruta y comenzó a comer vigilando a Hisashi en todo momento. Devoro casi toda la fruta, era lo único que pensó que podría ser seguro.

LEYENDA (Katsudeku-Omegavese)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora