Llegaron casi al atardecer, realmente fue increíble la velocidad. En cuanto los avistaron en el reino, todos salieron a verlos, la carta que había llegado con Ochako les hizo saber lo que pasaba y dónde estaba Izuku, así que las tropas habían vuelto y se preparaban para cualquier indicación.
Aisawa había ido por Kurogiri y lo había llevado al castillo como prisionero. Trataban de que los llevará a las islas, pero el les decía que no hacía falta, que el príncipe se veía capaz de salvar a su Omega y más personas solo le estorbarían.
En cuanto aterrizaron se hizo un silencio total, nadie daba crédito a lo que veían, un enorme dragón rojo como la sangre, tan brillante e imponente con los ojos se fuego.
Todos bajaron de él rápidamente y volvió a transformarse ante la mirada atónita de los presentes. Izuku se apresuró y cubrió a Katsuki para que nadie viera su desnudes, Katsuki solo sonrió de lado al ver la mirada retadora del Omega hacia todos los que intentaban verlo.
En cuanto se puso el pantalón sintio que lo abrasaban con fuerza, Mitsuki lloraba aferrada a su cuello, sintiéndose dichosa y orgullosa de su hijo, que al fin era lo que debía ser, el máximo líder no solo del reino, tambien de los dragones.
Izuku los miraba con ternura cuando escucho un pequeño gritó apenas audible para todos, pero inconfundible para el. Volteo viendo a Masaru que llevaba en brazos a Okami. Corrió hacia el y lo tomo con amor entre sus brazos, llorando, rápidamente comenzó a restregarse contra su mejilla mercandolo con su aroma y repartiendo besos en su cara. Ryu comenzó a removerse en los brazos de su madre buscando a su hermano, Izuku entendió y los acomodo juntos en sus brazos con ayuda de Masaru que los miraba lleno de ternura. En cuanto se sintieron cerca se aferraron uno al otro quedándose dormidos.
Katsuki se acercó y los envolvió en sus brazos, besando ambas cabesitas, feliz de verlos juntos de nuevo.
- Vamos Deku, debes descansar, y ellos también - le dijo al oído tomandolo de la cintura y conduciedolo al interior del castillo - El bastardo mitad y mitad puede darles todos los detalles - le dijo a su padre que se acercó a el y depósito un beso en su frente, tomando sus mejillas y apretandolas con cariño.
Masaru no podía creer que su pequeño cachorro se había convertido en ese imponente y poderoso Alfa, lo miraba lleno de orgullo y feliz de ver a su familia reunida de nuevo.
Apenas bajaron del dragón, Eijiro corrió con todas sus fuerzas hacia Masaru, preguntándole por Denki. Le dijo que estaba recostado en el salón del trono, quería estar al tanto de todo y no quiso encerrarse en una habitación, así que habían acondicionado un espacio para que estuviera cómodo. Eijiro corrió rápidamente hacia allí y al entrar lo vio, en un enorme sillón recostado entre almohadones y cojines.
En cuanto Denki lo vio sus ojos se llenaron de lágrimas que resbalaron rápidamente por sus mejillas. Se levantó despacio y con cuidado, Chiyo le había dicho que no hiciera esfuerzos hasta reponerse por completo. Eijiro se apresuró a cercarse para evitar que corriera. En cuanto lo tuvo de enfrente levantó las manos para abrazarlo pero un sonido parecido a un chasquido sono por toda la habitación.
Eijiro no entendía, solo vio la mano de Denki dirigirse a su cara y golpearlo con fuerza acompañado de su magia, no sintió dolor alguno, pero Denki si, ya que de inmediato tomo su mano y se quejo tomándola contra su pecho gritandole furioso a Eijiro.
- ¡Cómo pudiste! ¡¿Sabes lo que sentí cuando te escuché hablándole así a es maldita perra traidora?! ¡Y agradece que no pude ver nada, por qué de ser así ahora mismo no me estarías viendo, estarías leyendo una carta de despedida y jamás me encontrarias! - gritó entre lágrimas.
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LEYENDA (Katsudeku-Omegavese)
FanfictionLas leyendas se forman con el tiempo, vienen de historias maravillosas, de magia, decisiones, errores, batallas y sobre todo amor, que es lo que nos hace cruzar el tiempo y el espacio para ser eternos. Izuku Midoriya, un Omega cuyo destino da un ext...