LEYENDA (Katsudeku-Omegavese)

17

Hisashi estába perdido en el aroma de Izuku, no podía creer que de verdad existiera alguien tan perfecto, su pequeño cuerpo encajaba en sus manos y por un minuto se olvidó de todo, solo existía ese pequeño Omega. No podía creer el tiempo que paso sin tenerlo así.

Sus manos comenzaron a cosquillear, y poco a poco dejo de ser un cosquilleo para ser una corriente que le provocaba dolor.

Abrió los ojos y se alejo del cuello del Omega, para encontrarse con unas descargas al rededor del pequeño cuerpo, destellando en un verde resplandeciente, así como los ojos de Izuku, que lo miraban con furia.

-¿Pero que...? -

Fue todo lo que alcanzó a decir antes de salir disparado hacia la pared.

...

Izuku sintió una pulsacion, su mente y su corazón hicieron explosión y sintió como una descarga recorría su cuerpo destellando con descargas verdes, sintió el poder y la fuerza fluir por sus venas.

No lo dudo, en cuanto Hisashi lo miro, le dió un golpe fuerte en el rostro, enviándolo al otro lado de la habitación.

-¡Jamás vuelvas a tocarme! - le gritó furioso y asqueado mostrándole sus pequeños colmillos.

Mientras Hisashi trataba de levantarse Izuku tomo rápidamente la ropa que encontró y comenzó a vestirse, poniéndose rápido un pantalón.

-Vaya, así que al parecer si tienes magia, no lo esperaba... - dijo Hisashi sobando su mandíbula, el golpe había sido fuerte, pero no lo suficiente.

-Es un regalo de mi padre - dijo Izuku, sintiendo su cuerpo vibrar con electricidad que parecía crecer poco a poco.

- Bien, eso es perfecto, no eres solo hermoso, también tienes poder. Pero olvidas una cosa... Sigues siendo un Omega... ¡QUIETO! - le ordenó con su voz de Alfa.

-Lo siento, pero eso no va a funcionar conmigo - le dijo Izuku con una sonrisa, se levantó el cabello de la nuca y le mostró la marca de Katsuki y su sonrisa se ensanchó.

Hisashi abrió grandes los ojos y un gruñido salió desde el fondo de su pecho.

- ¡Eres una maldita puta! ¿¡Te dejaste marcar por el mal nacido príncipe!? - rugió con su voz de Alfa, realmente furioso.

Izuku sonrió de lado y termino de abotonarse la camisa hasta la mitad de su pecho y arremango las mangas largas hasta sus codos. La ropa era grande, pero le serviría por el momento.

-¡Es mi prometido y mi alfa! - dijo mostrándole el anillo y tomo una postura defensiva.

Sabía defenderse y atacar, y ahora por fin tenía la fuerza para ganar. Se sintió seguro y capaz. Podía defenderse y defender a los demás. Estaba listo para pelear.

Hisashi se abalanzó hacia el, dispuesto a someterlo, pero con una velocidad increíble Izuku lo esquivo y lo golpeó lanzándolo contra la puerta del balcón, que se hizo pedazos.

-No sabes cómo voy a disfrutar someterte... - le dijo Hisashi limpiandose la sangre de la boca.

- Jamás volverás a tocarme - le contesto Izuku firme y seguro.

Cómo no lo hacia desde hacía mucho, Hisashi escupió una enorme llamarada de fuego hacia Izuku, haciéndolo retroceder y cubrir su rostro, lo que aprovecho para saltar sobre el, tomarlo de las muñecas presionandolas contra el piso y sentándose en sus piernas, inmovilizandolo.

-Aunque seas fuerte, sigues siendo un pequeño Omega, necesitaras más que eso sí quieres vencer a un Alfa - le dijo haciendo más presión, lastimando sus muñecas.