LEYENDA (Katsudeku-Omegavese)

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Decidieron salir de la habitación, había muchas cosas que arreglar y que decidir aún. El día anterior nadie les dio mucha información. No querían comenzar a llenarlos de noticias sobre el reino, todos querían que se repusieran, sobre todo Izuku, no querían preocuparlo ni estresarlo de más, todos querían cuidarlo y mantenerlo en calma, deseaban que su embarazo fuera tranquilo y feliz.

En cuanto los vieron entrar al salón del trono, los alfas presentes abrieron los ojos enormemente y los Omegas y betas soltaron un jadeo, sabían de su unión, pero ver el cuello de Katsuki marcado fue demaciado sorprendente para todos. Siempre se esperaba que el Omega fuera marcado, pero que un alfa lo fuera, era casi imposible ya que para muchos era un signo de debilidad ante los demás alfas, y como líderes no era algo que se esperara.

Aún así, Katsuki la lucía con orgullo, no se molestó en ocultarla y se comportaba como siempre, incluso los demás sentían su aura aún más fuerte que antes, su poder se sentía en toda la habitación, ya no era solo por ser el heredero y futuro líder de los dragones, era su magia y poder que emanaba de su cuerpo y se sentía en el ambiente.

Se había extendido el rumor de su sangre de dragón y Mitsuki no se molestó en seguirlo ocultando, al contrario hizo saber a todos la verdad de la herencia de su sangre y también la magnitud del poder de su hijo. Además también se extendió por todos los reinos la historia del Omega que derroto a AFO, no hubo un soldado que no contará lo que sucedió, los que estuvieron presentes en la cueva con Endevor, supieron de primera mano lo que había pasado y se encargaron de que todos los reinos lo supieran.

Ahora el reino Bakugo era aún más respetado y temido, al tener a un príncipe heredero con un poder inimaginable y su pareja era el príncipe Omega con el poder de OFA.

Todos los presentes saludaron con una reverencia y esperaron a que Katsuki e Izuku se acercará a la gran mesa que continuaba ahí.

Les dieron los informes de las reconstrucciones del reino, afortunadamente los pobladores se mantuvieron a salvó, y ya habían comenzado a reconstruir sus hogares con ayuda de los demás reinos. El castillo también comenzaba a verse como antes, casi había pasado un mes y todos cooperaban para avanzar rápidamente.

Mirio se había quedado para ayudar con las reconstrucciones y algunos rescates en el reino y sus alrededores, y Tamaki quería ayudar a la recuperación de Izuku y Katsuki, había llegado en cuanto le comunicaron de la condición de ambos y el embarazo de Izuku. Pidieron a Iida regresar al reino para hacerce cargo de todo mientras ambos monarcas estaban fuera.

A medio día ya estando al tanto de el reino ambos se dirigieron a la cueva de los dragones. Mitsuki los acompaño y les dijo que la mayoría de los dragones guerreros habían muerto, solo sobrevivieron cuatro, a los que continuaban cuidando con esmero. Con la ayuda de Endevor habían calcinado los cuerpos de los dragones que fallecieron y los habían sepultado en la cueva.

Al entrar se encontraron con varias columnas en el centro dónde alguna vez estuvo el lago, todas rodeadas y adornadas con enredaderas llenas de flores que las llenaban de luz. Mitsuki le dijo que Nejire se encargó de hacer florecer todo a su alrededor, ya que debido a la pelea toda la vegetación había desaparecido.

Las columnas formaban un semicírculo, todas unidas por la parte superior y en el centro dos lápidas rodeadas de flores y cristales resplandecientes, una al lado de la otra con los nombres grabados con fuego y una imagen de cada uno...

    "DAGON"   "AZATHOTH"

Los funerales habían sido con todos los honores para los grandes héroes y entre todos habían levantado las columnas en honor a quienes murieron ahí.

Izuku lloro entre ambas tumbas y se aferró a la de Dagon dándole las gracias una y otra vez. Katsuki se mantuvo en silencio y al final se hinco frente a la tumba de Dagon, derramando unas lágrimas y de igual manera dándole las gracias y diciéndole que extrañaria siempre a su compañero.