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Izuku camino hacia el jardín  que apenas era iluminado por las ventanas del salón del trono. Shoto lo siguio de cerca contemplándolo y dándose cuenta de cuánto  parecía haber crecido durante el tiempo que no lo vio.

-Shoto, sabes cuánto te aprecio, lo mucho que te admiro y te respeto...- comenzó a decirle Izuku en cuanto se detuvo y volteo para mirarlo a los ojos.

-No es necesario... Se lo que dirás -

-¿Que? ¿Por qué?-

-No me defendiste, lo defendiste a él, no te interpusiste para que no me lastimara, lo hiciste por él. Además, usaste tus feromonas. Jamás permitiste que nadie las persiviera, pero las liveraste sin pensarlo siquiera para calmarlo, porque sabías que funcionarían - le dijo, acercandose con cada palabra.

-Yo... Shoto... lo lamento... No sabía cómo te sentías, jamás quise lastimarte de ninguna forma, lo siento- le dijo con la mirada triste, y los ojos cristalizados.

-Lo se, fue mi culpa, desde que vi tus ojos por primera vez quise mantenerme a tu lado, lo intente. Fui un imbécil por no tomar cada oportunidad que tuve. Si hubiera sido más valiente y hubiera cerrado el espacio que había entre nuestras manos, si me hubiera acercado hasta abrasarte o no me hubiera acobardado y te hubiera besado en el momento que tuve la oportunidad... quizá, las cosas serían diferentes... Pero todo eso fue mi culpa - le dijo casi susurrando, acercándose a él cada vez más, hasta que sin darse cuenta, lo había acorralado contra la pared.

Shoto sintió la calidez del pequeño cuerpo frente a el, el aroma que ahora fluía levemente y los ojos verdes que tanto quería junto a el. Subió la mano y acarició la mejilla de Izuku con cuidado, acariciándolo cómo algo que se podría romper.

Izuku sintió la cercanía demasiado tarde, ya estaba completamente a su merced. Cuando sintió una caricia en su mejilla inmediatamente se ruborizo y desvió la mirada, sintió el roce demasiado suave, como si se fuera a romper si hiciera más presión .

-Tus ojos no pueden mentir, jamás lo han hecho - susurro Shoto rozando con sus dedos la nuca de Izuku - se que jamás me verán como lo ven a él. Pero al menos... no me apartes en este momento - le pidió mirándolo a los ojos, y acercándolo.

Shoto se agachó y rozó los labios de Izuku con los suyos, mantuvo una leve precion en su nuca para evitar que se apartará y comenzó a mover sus labios en un suave beso mientras con su otra mano lo tomaba con gentileza por la cintura acercándolo a el.

Izuku sintió los labios suaves, dulces, y las manos que lo sujetaba tan gentilmente, era como si estuviera entre nubes. El aroma a frutos rojos, crema dulce y vino inundó suavemente su nariz, siempre tan embiagador. Fue una sensación tan diferente, tan adecuada y perfecta.

Pero en un segundo se encontró deseando un aroma diferente, extrañando un agarre en su cintura fuerte y pocesivo, unos labios suaves y demandantes que lo hacían olvidarse incluso de su nombre.

Shoto siempre le había parecido atractivo y caballeroso, un perfecto Alfa de la realeza. Pero se dió cuenta que no solo estaba extrañando a otro Alfa... Lo necesitaba... Desesperadamente.

Se aparto de Shoto, tratando de no ser brusco, el otro no se lo impidió, lo libero de su abrazo y lo miro a los ojos.

-Sus aromas no solo están juntos... Están mezclados... Creo que habia perdido desde antes de siquiera comenzar a pelear...- hablo Shoto con una mirada triste y suspiro.

-Shoto...-

- No te haré sufrir oponiendome ni exigiéndote algo que se que no me darás. Solo permíteme seguir a tu lado, como siempre. Mi amor por ti va más alla de solo querer tenerte para mí. Eres mi amigo y una persona a la que admiro y respeto. No quiero perder eso también. Por favor -

LEYENDA (Katsudeku-Omegavese)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora