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Hisashi se encontraba en su habitación con la mirada perdida en ningún lugar, pensando, analizando e imaginando todos lo escenarios posibles.

Jamás pensó que las cosas fueran así, años enteros buscando a una Omega a la altura de su difunta esposa y ahora tenía la respuesta en una habitación del palacio.

Era obvio que era Omega, tan hermoso y virtuoso como su madre.

Pero...

Era un hombre e hijo de su difunta esposa, a quien juro proteger y querer como propio.

Aún así sabía que era la única salida a lo que necesitaba, ya había recorrido los cuatro reinos y solo el cumplia con lo necesario.

No había nada más que pensar, no tenían parentesco ni los unia la sangre. Así que mando llamar a Izuku al salón del trono.

*******

No supo que sucedió, en cuanto su padre entro a su habitación, solo tartamudeo

-¿I- izu- Izuku?...

-Hola padre, tanto tiempo- dijo haciendo una reverencia.

Dió la vuelta y salió azotando la puerta. No esperaba una bienvenida cálida,  pero aún así fue demasiado.

Decidió pasar tiempo con Denki, el echicero se había instalado cerca del palacio, no quería ser una molestia y prefería estar cerca de los demás hechiceros para aprender un poco, aún era joven y sus habilidades para controlar los rayos y las tormentas eran cuestionables. No conseguía más que darse descargas a si mismo, y en una ocasión había rostizado una gallina por accidente... Claro...

Hiba a salir cuando un sirviente le informo que su padre lo buscaba. Sin más se dirigió al salón del trono dónde ya lo esperaba.
Lo miro sentado en el trono y se acercó haciendo una reverencia.

- Padre... -

-Izuku, se que acabas de llegar, que esto es repentino y será complicado, pero también se que estás conciente de la forma en que el reino debe ser dirigido, debe ser por una pareja, y yo he decidido que es tiempo de volver a tener una reina.-

Izuku lo vio a los ojos, se veía decidido. Dió un suspiro, lo sabía, los rumores corren rápido y el se había entrado de los viajes de su padre y la intención de varias Omegas interesadas en ocupar el trono.

-Lo se, y se que amaste a mi madre, como también se que las reglas deben cumplirse por el bien del reino, así que no habrá objeciones de mi parte, y se que la memoria de mi madre seguira en todos, sobretodo en nosotros.
No necesitas mi permiso, no hay problema, puedes tener una reina a tu lado, confío en tu juicio-.

Hisashi sonrió asintiendo. Se levantó del trono y camino hacia el peli-verde.

-Es perfecto que pienses así, ya que he decidido tomar un Omega para compartir el trono. Solo podría tomar a alguien que fuera tan hermoso y perfecto como Inko, y ya lo encontre-.

-¿Hermoso y perfecto? ¿Será un Omega varón?-

Le pareció extraño, pero supuso que si su padre estaba bien con eso, entonces todo estaría bien .

-Asi es, así que sin más rodeos, te pido que aceptes esto-

Y le tendió la corona que algúna vez perteneció a su madre. No lo comprendió por un momento, pero era rápido para atar cabos.

Abrio los ojos y soltó un jadeo ahogado dando dos pasos hacia atrás.

-N-nno co-comprendo-

-Claro que lo entiendes, eres muy inteligente, un Omega, uno con todas las cualidades que e buscado. No somos parientes en realidad, ni nos une nada más que el cariño por tu difunta madre. Así que por el bien del reino y el futuro, acepta ocupar el lugar junto a mi-.

LEYENDA (Katsudeku-Omegavese)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora