Capítulo: dos

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Estuvimos toda la tarde divirtiéndonos, después de comer la pizza nos pusimos a bailar Just Dance compitiendo con las chicas y sin duda le ganamos. Ella nos ganaba cuando sonaba canciones más femeninas y sensuales haciendo definitivamente el ridículo nosotros.

— Es hora, me tengo que ir, mañana tengo que ir a ver algo con mi nuevo mánager y todo eso — hablé colocándome la chaqueta.

Al final no sacamos en nada caminar en la trotadora ya que nos comimos la pizza casi entera con Justin. Las chicas probaron una rebanada y lo que quedó para nosotros. No me quejo mucho ya que estaba deliciosa.

— Acuérdate que a las 10 en la discoteca — habló Harley.

Yo asiento y me despido del matrimonio, con Kendall nos subimos al auto y manejé hasta mi casa. En el trayecto a casa escuchamos música y estuvimos jugando adivina que es. Era un juego entretenido, lo jugaba con Justin cuando éramos pequeños y con mis padres cuando íbamos de viaje.

En cuanto pisamos la casa acorralo a Kendall contra la pared.

— ¿No pudiste esperar hasta llegar a la cama? — comentó con una sonrisa.

— Tú me debes algo preciosa, solo vengo a terminar lo que empezamos en la cocina — dije tomando sus muslos.

— Me gusta cuando eres así — comentó empezando a besarme.

Empezamos a caminar por toda mi casa hasta llegar a las escaleras, subo por las escaleras apenas tratando de subir y de besar a Kendall, pero era difícil pero no imposible. Abro la puerta de mi habitación con mis piernas y camino hacia la cama, la dejo en el piso y cuando veo que se iba a hincar rápidamente agarro sus manos negando con mi cabeza.

— Esta noche te toca disfrutar a ti muñeca, es tu momento — dije tomando sus mejillas con mis manos.

Ella sin decir nada solo me mira y veo como sus ojos se comienzan a cristalizar haciendo fruncir mis cejas confundida.

— ¿Qué pasa? — pregunté mirando sus ojos.

Ella se separa de mí y se sienta en la cama, confundida me hinco enfrente suyo tomando sus manos.

— Yo.... estoy conociendo a un chico — dijo mirando sus manos — Creo que me gusta, pero no podemos seguir haciendo esto — terminó mirándome.

— Wow yo....

— Yo quiero seguir siendo tu amiga, y si seguimos siendo solo amigos sin sexo creo que te aburrirás de mí. Pienso que solo lo haces porque me acuesto contigo, que solo me buscas cuando estás caliente y lo necesitas.

— Oh no Kendall no digas eso — dije negando con mi cabeza — No te veo así, te aprecio mucho y tú lo sabes. Pensé que lo habíamos acordado te gustaba, pero si no lo quieres hacer más te comprendo — dije apretando sus manos.

— Me gustabas _________, aunque dijiste que no querías implicar sentimientos traté de hacerlo, pero me gustaste. Aunque todavía lo hago, solo quiero que entiendas que quiero conservar tu amistad. Me gustaría empezar desde cero, que te parece — habló apretando mis manos.

Sin decir nada la abrazo, los abrazamos los dos por unos segundos hasta que me separo nuevamente de ella.

— Me gustaría ser amigos de nuevo, y lo de empezar desde cero me parece una excelente idea — hablé con una sonrisa.

— Hacemos una maratón de Harry Potter — comentó con sus cejas arriba a lo que yo asentí.

Ella me da un beso en la mejilla y sale corriendo de la habitación. Yo suspiro y me pongo de pie, bajo mi mirada y veo un gran bulto en mis pantalones soltando un par de maldiciones.

— Lo que faltaba.

Tomo una muda de ropa y me meto a la ducha, con agua muy pero muy helada. Pensando en lo que me había dicho Kendall, que en parte tenía razón. Kendall lleva haciendo mi amiga por dos años y medio, llevábamos 6 meses acostándonos. La primera vez que nos acostamos fue en un cumpleaños de Justin, los dos estábamos pasados de copas y todo paso rápidamente. Me gustó esa parte de ella, tenerla más allá que una amistad, pero estuve dos semanas sin hablar con ella o comunicarme hasta que un día me confesé. Las dos acordamos tener sexo sin compromiso como amigos con derecho.

— ¡Esta todo listo Bieber!

— ¡Ya casi termino! — grité fuerte.

Termino de limpiarme y salgo con mi toalla puesta, me visto rápidamente y salgo del baño. Veo que Kendall tenía todo preparado, las palomitas en un bol, los refrescos y la televisión prendida.

— Eres toda un meteoro — comenté secando mi cabello con la toalla.

La chica solo asiente y se acomoda en la cama, dejo la toalla colgada y me tiro de llena a la cama. Viendo el cuerpo de Kendall rebotar por mi peso, me acomodo y agarro el control. Coloco la primera película de Harry Potter.

Harry Potter y la piedra filosofal.

— Y dime, ¿conozco al chico que te gusta? — hablé tomando el sol de palomitas.

— No es famoso ni nada, trabaja en un bar de camarero — contestó sin mirarme.

— Pe....

— Yo sé que vas a decir, no vayas muy rápido porque sabes lo que quieren esos chicos — habló imitando mi voz.

— Mi voz no es así — comenté ofendida.

— Cuando quieres darme un consejo hablas como el padrino. Hasta tú madre me lo dice Bieber — dijo girándose hacia mí a lo que yo gire mi cuerpo.

— Yo solo quiero decirte que tengas cuidado, ¿capisci? — dije haciendo un gesto con mis dedos.

— Capisci — imitó mi gesto burlón, yo solo bufo y me giro hacia la televisión.

Ya que estaba comenzando la película.

¡Púdrete Bieber! / Madison Beer y tú G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora