Eran las 10 de la mañana y Madison todavía no aparecía. Llevo dos horas en el estudio, había llegado a las 8 en punto como me había pedido John y en esas dos horas estuvieron arreglando el set y me maquillaron un poco.
— ¡Lo siento lo siento no volverá a pasar! — habló Madison mientras caminaba hacia mí con su bata blanca al igual que yo.
La maquilladora arregla su maquillaje y a mí el cabello, cuando estuvimos cerca coloco mis labios cerca de su oído.
— Hueles a sexo — susurré lo más bajo para que solo pudiera escuchar ella.
— Me bañe imbécil — susurró de la misma forma.
— Gracias, me acabas de confirmar que tuviste sexo con ese idiota — le contesté separándonos para luego ver al fotógrafo que intentaba hablar.
— Ya sabrán que Hugo Boss solamente hacia ropa interior para hombres, pero ahora hay una nueva sección para mujeres, así que necesito pasión, lujuria y sobre sensualidad en sus miradas. Le indicaré que poses harán ¿de acuerdo?
Los dos asentimos sin decir nada. Nos quitamos nuestras batas y por primera vez veo a Madison con ropa interior, esta era negra muy bonita con el nombre de la marca a los bordes. Podía ver sus piel bronceada y perfecta quedando perplejo. Madison no dudo en ningún segundo y miro por unos microsegundos mis partes privadas sintiendo el ego un poco subido. Pero solo un poco.
— ________, quiero que te ganes detrás de Madison y la rodee con tus manos — habló subiendo su cámara — ¿Son pareja no? — preguntó a lo nosotros asentimos — No abra problemas que poseen un poco hot ¿no? —
Madison estaba a punto de hablar, pero hablo primero.
— No hay problema Bruno, somos todo tuyo — contesté sonriendo.
— Perfecto ahora colóquense en su lugar.
Como había dicho Bruno me gano detrás de Madison y la rodeo. Dejo mis manos en sus caderas abriéndolas todo lo posible, como le sacaba una cabeza solo tuve que mirar a la cámara como los habían dicho.
— Así perfecto, no se muevan.
Sentimos el flash de la cámara unos cuatros veces, y en esas cuatro veces no los movimos tan siquiera un músculo. Cuando no sentimos el flash nos relajamos y recién me doy cuenta que no estaba respirando, que estaba aguantando la respiración inconscientemente.
— Ahora mírense frente a frente, le levantas la pierna izquierda mientras que Madison deja sus manos en el torso de ________.
Me pongo frente haciéndolo igual Madison, bajo mis manos hacia su pierna y agarro su muslo. Madison coloca sus manos en mi torso si tiendo una electricidad recorrer mi cuerpo.
— No te ves mal en ropa interior, hasta podría pensar que eres una modelo de verdad — hablé con burla en mi voz.
— No te ves mal, hasta pensé que tu amigo era más grande pero ahora viéndolo es como ver a un gato después de la castración — dijo de la misma forma.
Sin poder evitar sonrío al igual que ella y segundos después el flash a nosotros. Nos colocamos serios y empezó a sacar las fotos, podía ver de reojo que los sacaba de diferentes ángulos. Y así estuvimos una hora y media posando de diferentes formas, con diferentes colores de ropa interior. Había una chica pelirroja que no dejó de mirarme, sentía esos ojos verdes mirándome fijamente.
— Chicos miren, esta foto seleccione —habló Bruno.
Con nuestras batas puestas caminamos hacia Bruno. Había seleccionado tres fotos, la que tenía mis manos en sus caderas, la otra en la que estaba sentada en una silla y ella sensualmente estaba arriba mío. Y la última es la que tenía agarrada de su pierna, salíamos bien ya que justo Bruno nos sacó la foto cuando estábamos sonriendo quedando sensual a la vez tierna no lo sé, pero me gusta.
— Quedaron hermosas — dijo Madison sonriendo a lo que yo asentí.
Bruno deja la cámara en unas de las sillas y se gira hacia nosotros.
— Pueden irse, en sus camerinos les deje un pequeño regalo, hable con sus mánager y el dinero ya está transferido. Muchas gracias por esta oportunidad, y fue un placer trabajar con ustedes — dijo abrazándonos a cada uno.
— Fue un gusto Bruno — contesté palmeando su espalda.
Al momento de despedirnos caminamos a nuestro camerino, en cuanto entro siento un empujón y segundo después la puerta cerrarse con pestillo. Me estampan contra la pared y veo a la pelirroja enfrente de mí, quede impactado al tenerla enfrente de mi con una sonrisa en su rostro. No alcanzo a reaccionar cuando se lanza encima de mí, sin quedarme atrás bajo mis manos a su trasero y la empiezo a besar. Entre beso y beso la pelirroja se hinca y sensualmente toca arriba de mi bóxer, dejo pequeños besos cortándome la respiración. Cuando estaba a punto de sacarlo escucho la puerta ser tocada.
— ¿Bieber sigues ahí? — preguntó Madison.
Le hago un gesto de silencio a la pelirroja y ella asiente.
— ¡Sí, me estoy cambiando! — contesté colocándome la ropa rápidamente.
Me cambio como flash y agarro un papel con un bolígrafo. Escribo rápidamente mi dirección para luego entregárselo a la pelirroja.
— Te espero, hay que terminar lo que empezamos — hablé con una sonrisa a lo que ella solamente asiente con una hermosa sonrisa.
Agarro el regalo y salgo del camerino rápidamente, viendo a Madison mirar detrás de mí con sus cejas fruncidas.
— Vi a alguien detrás tuyo — dijo confundida.
— Debe ser un gato, vamos no tiene importancia — contesté colocando mis brazos en sus hombros para luego empezar a caminar hacia el estacionamiento.
Caminamos hasta el estacionamos y me despido de ella rápidamente. Tan siquiera la dejo hablar cuando solo le doy un beso en la mejilla y me subo a mi auto. Acelero escuchando los chillidos de las llantas, en dirección a mi casa.
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¡Púdrete Bieber! / Madison Beer y tú G¡P
FanfictionElla es un caos, insoportable pero sobre todo mujeriega. Así la calificaban, con algunas personas era amable pero con algunas podría ser un verdadero demonios. Hermana melliza de Justin Bieber, intersexual que no se avergüenza como es. En una noche...