¡Púdrete Bieber! / Madison Beer y tú G¡P

Capítulo: tres

Al día siguiente me fui rápidamente a charlar con mi mánager. Hablamos sobre mi música y cuándo se iba a lanzar, yo tenía todo preparado. Ya había grabado en el estudio y solo faltaba editar y lanzarlo al mercado en una semana.

Después de estar una hora hablando con mi mánager voy a la casa de Justin, en cuanto entro estaba todo en silencio. No veo a Harley con su música a todo volumen y menos a Justin cantar las canciones. Confundida voy hacia la habitación, pero no había nadie, así que bajo hasta su guarida. Este la usaba cuando quería pasar tiempo a solas o para escribir nuevas canciones.

— ¿Justin estás aquí? — hablé mirando cada rincón de la sala.

Al no recibir ninguna respuesta me preocupé más de lo que estaba. De un momento a otro Justin sale asustándome, este al ver mi expresión empieza a reír, pero de una manera maniática.

— Hubieras visto tu rostro — dijo riéndose.

Me acerco a él y empiezo a olorizarlo.

— ¿Estuviste fumando Justin? — pregunté enojado.

— ¡P-pero que dices, claro que no!

El rubio negando y susurrando camina hacia el sillón, se iba a sentar en el sillón de cuero, pero calculó mal y cayó de trasero al piso. Al verlo corro hacia él y trato de levantarlo, pero este se zafa de mi agarre y empieza a rodar en el piso.

— ¡Soy una oruga! — dijo con una sonrisa.

Ruedo mis ojos y lo levanto con toda la fuerza, dejo sus brazos alrededor de mi cuello para luego subir hacia su habitación.

— Tenemos que asearte antes que llegue Harley a la casa, no quiero que te vea en este estado — hablé subiendo las escaleras.

Al llegar a su habitación vamos directamente al baño, empiezo a sacarle la ropa hasta estar desnudo. Lo meto a la ducha y empiezo a dar el agua.

— ¡Mierda esta helada! — gritó al sentir el agua que estaba congelada.

— No te quejes tanto, debería despertarte con agua helada — dije enojada.

Justin iba hablar, pero tomo el mango de la ducha y se lo llevo a la cara. El agua empezaba a calentarse y prácticamente estaba ahogando a Justin.

— M-me quieres matar o que — me miró con su cabeza empapada.

— No digas tonte....

— ¡Cariño llegué!

— ¡Mierda Harley! — hablamos los dos al mismo tiempo.

Justin con el agua que se había acumulado empieza a lavarse la cara, tratando de despertar y de estar consciente, aunque sea unos minutos.

— Iré a distraerla un poco, mientras tú, despiertas y trata de despertar tu cerebro — hablé apuntando.

Él no dice nada solo empieza a mojar su cara desesperado. Me pongo se pie y arreglo mi ropa, con mi cabello incluido. Salgo de la habitación y justo al doblar choco con el cuerpo de Harley.

— ¡Harley, justo quería hablar contigo! — hablé mirándola

— De acuerdo... ¿pero Justin dónde está? — preguntó mirando detrás de mi confundida.

— Mi hermano quería una rica ducha refrescante, después de entrenar una hora en su gimnasio. Y dijo que no lo molestaras ni nada de eso — hablé tomando sus hombros para luego salir de allí.

Casi obligándola bajamos las escaleras hasta estar en el primer piso. Nos sentamos en el sillón quedando en frente del otro.

— Y entonces, ¿qué querías decirme? — habló mirándome.

— Yo. yo quería saber qué le vamos hacer Justin. Sabes que es nuestro cumpleaños y a mi no me gusta y a él le encanta — hablé asintiendo para mí misma.

— Tengo muchas ideas — comentó demasiado contenta — Deberíamos organizar una fiesta en la casa, no algo tan grande como lo hicimos el año pasado. Solo que venga algunos amigos y la familia —

— Eso sería cool, lo puedo distraer mientras ustedes preparan todo. Lo llevaré a jugar un partido de básquetbol con los hermanos Sprouse — dije tomando mi celular para luego mandarle un mensaje a Cole.

En cuánto envío el mensaje escucho a Justin bajar las escaleras.

— De que estaban hablando — habló Justin.

— Vamos a jugar con los Sprouse al básquet, parece que quieren la revancha de la última vez que jugamos — dije sonriendo.

— Somos el equipo Bieber, patearemos su trasero — contestó con una sonrisa.

— Iré a preparar la cena, ¿cenarás con nosotros ________?

— Me encantaría, pero iré a casa a descansar, estoy guardando las energías para esta noche. Tengo que sacar mis pasos estrellas — dije empezando a bailar.

— Bailas bien, cautivarás a las chicas rápidamente — habló caminando hacia la cocina.

Cuando la vemos entrar a la cocina camino hacia Justin, este me miraba con sus ojos de cachorros sabiendo perfectamente porque lo hacía.

— No seré tu madre, pero si soy tu hermano, no quiero que vuelvas a fumar eso. No quiero que pase lo mismo hace un año Justin, estas en rehabilitación así que, por favor, hazlo por Harley y por tu familia — hablé dejando mis manos en sus hombros.

— Lo prometo, pero no le digas a Harley ni a mamá ¿de acuerdo?

— Tranquilo cara de bebé, no le diré a nadie — dije sonriendo — Nos vemos en la noche, ¡adiós Harley! —

— ¡Adiós, maneja con cuidado! — gritó desde la cocina.

— ¡Que no se te queme la comida! — grité empezando a caminar hacia la salida.

Escucho la risa del par haciéndolo también. Solo quería llegar a casa y tomar una siesta.