Al despertar sonrió al ver a Madison durmiendo plácidamente aún lado mío. Me la quedo viendo por unos segundos hasta que me pongo de pie, me coloco la ropa con mis zapatos y camino hacia la cocina. Empiezo a buscar lo que podía hacer y cómo tenía huevos y otras verduras haré un omelette. Así que empiezo hacer la mezcla hasta que los cocino, mientras que se cocinaba hacia dos cafés bien cargados.
— Y ese olor tan rico — escuchó una voz a lo que yo saltó del susto y me quemo con el agua caliente el dorso de la mano.
— Lo siento lo siento no quise asustarte — habló rápido mientras caminaba hacia mí y agarraba mi mano.
— No es nada, solo que me asustaste un poco — dije viendo que sacaba una compresa y la dejaba arriba de la quemadura.
Madison sube su mirada y me sonríe lo que respondo de la misma forma.
— ¿Qué pasa? — pregunté confundida.
— Tu comida cariño.
— Mierda verdad — me separo de Madison y doy vuelta el omelette. Al darlo vuelta no se me había quemado para nada, se veía dorado y rico.
Apago el gas y le preparo todo a Madison.
— Hércules ven a comer — grité mientras le preparaba su comida con un sobre de sabor de carne.
Al escuchar la comida caer al plato escucho sus pequeñas patitas tocar el suelo. Segundos después veo a la cosa peluda y efectivamente tenía una cojera en su patita, pero con buenos cuidados no le ocurrirá nada malo. Cuando veo que empieza a comer lo hago yo también, tan siquiera lo saboreo cuando ya no lo tenía en el plato. Veo que Madison iba a hablar, pero escucho la puerta ser tocada.
— No te preocupes yo voy — contesté al caminar hacia la puerta. Al abrirla veo al idiota de Joy al otro lado.
— Donde esta Madison, quiero hablar con ella — habló intentando pasar, pero yo no lo dejo.
— Lárgate Joy, aléjate de Madison y déjala una vez por todas en paz — hablé empujándolo ligeramente.
— ¡Quién te crees tú para dar órdenes maldito estúpido! ¡si yo quiero ir a su casa lo voy hacer, si yo quiero acostarme con ella lo voy hacer y a ti tan si quiera te debería importar! — grito a medida que me empujaba enojándome.
— Ya basta — dijo Madison separándonos — ________ vete —
— ¿Qué es en serio? — pregunte sorprendida y a la vez confundida.
— Si por favor, hablaremos después — habló mirándome.
— Sabes que vete a la mierda — dije agarrando las cosa que le había comprado a Hércules
— Eres una completa idiota Madison, sigues viéndote con tu ex y sigues acostándote con él después de toda la mierda que hablo de ti y tú sigues abriéndole las piernas —
A tales palabras recibo un golpe de Madison en mi mejilla. Podía ver de reojo a Joy con una sonrisa claramente burlona. Sin poder estar allí más agarro a Hércules y camino hacia Madison que por su parte tenía sus manos en su boca y sus ojos ligeramente llorosos.
— No quiero verte nunca más, hablaré con John para que esta mierda se acabe una vez por todas porque no quiero verte nunca más en mi vida — hablé mirándola para luego golpear el hombro de Joy y salir de allí.
Abro el auto y dejo las cosas atrás en el asiento trasero. Dejo a Hércules en el copiloto y le abrocho el cinturón de seguridad, sin poder creerlo venía despierto. Le entrego uno de los juguetes que le había comprado y milagrosamente venía jugando. En todo el trayecto venía apretando el volante con toda la rabia posible, tenía rabia que fuera tan estúpida. Si la chica sigue con su ex y sigue acostándose con el significa que nunca lo dejara, ex significa pasado puede ser un bonito recuerdo o un malo recuerdo, pero tendrías que dejarlo. No puedes aferrarte a algo e inútil y que no vale la pena regresar.
Y pensar que me comenzaba a gustar.
— Este será tu nuevo hogar Hércules — hablé dejando el cachorro en el suelo y en cuanto lo hice comenzó a hacer popó y pipí.
— Es mejor que lo hayas hecho aquí y no en mi auto — dije suspirando.
Limpio lo que había hecho y me siento en el suelo, Hércules tenía su juguete en su hocico y empiezo a jugar con él. Tirando su juguete y el feliz lo va a buscar de vez en cuando, después de unos minutos de jugar se cansó. Veo las redes sociales y los miles de comentarios que habían, le contesto a un par de comentarios para luego dejar mi celular, pero tan siquiera lo dejo en el sillón suena mi teléfono.
Justin
— Que paso hermanito — hablé mientras veía a Hércules colocar sus patitas hacia arriba.
— Hermano mayor — contestó serio a lo que yo solo largo a reír.
— Nacimos con 5 segundos de diferencia Justin — hablé.
— Con 5 segundos después diferencia, pero sigo siendo el mayor y mamá lo dijo. Así que mueve tu trasero y vamos a jugar a básquet con los Sprouse.
— Mierda verdad es hoy, me cambio y voy para allá — contesté poniéndome de pie.
— De acuerdo adiós, y date prisa.
Al cortar la llamada corro hacia las escaleras al escuchar Hércules me comienza a perseguir pensando que estaba jugando. Lo tomo y subo las escaleras con él en brazos, me coloco un short y la polera de básquet que tenía nuestro apellido. Los Sprouse tenían la misma polera de básquet, pero tenía su apellido y las de nosotras eran negras y las suyas roja. Me preparo una botella con agua fría y salgo de la casa con el arnés de Hércules, la casa siempre me ha quedado cerca eran unos 15 minutos, pero al ser tan floja uso siempre mi auto. Pero esta vez tenía que enseñarle a Hércules a andar con arnés y salir.
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¡Púdrete Bieber! / Madison Beer y tú G¡P
ФанфікиElla es un caos, insoportable pero sobre todo mujeriega. Así la calificaban, con algunas personas era amable pero con algunas podría ser un verdadero demonios. Hermana melliza de Justin Bieber, intersexual que no se avergüenza como es. En una noche...