Capítulo: veinte y ocho

2.6K 159 8
                                    

— ¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños ________ y Justin! ¡feliz cumpleaños a ti! — cantaron todos con una sonrisa.

Con Justin nos miramos con una sonrisa y nos giramos hacia el pastel de chocolate. Contamos hasta tres y soplamos las velas con nuestros ojos cerrados. Segundos después escuchamos los aplausos y los gritos de felicidad. No quisimos hacer el mordisco ya que se pierde mucha torta, así que mi mamá empezó a cortar y a repartir a los invitados.

— Atención por favor — habló Harley — Quisiera cortarles una noticia —

Al hablar los padres de Harley y toda mi familia guardaron silencio. Estamos en el patio trasero y Madison estaba en mi regazo mientras veía que devoraba la torta.

— Yo... estoy embarazada. Tengo 3 semanas de embarazo — dijo Harley después de unos  segundos de tensión y silencio.

— No mames — susurré en cuanto hubo un silencio recibiendo un codazo de Madison.

Justin camina hacia Harley y los dos se abrazan. Los dos se abrazan viendo los ojos cristalinos de Justin, Justin estaba llorando como bebé. Se notaba que estaban los dos contentos con la noticia, el matrimonio se separó y la familia empezó a felicitarlos. Me pongo de pie y camino hacia Harley, la abrazo y le digo unas cuantas palabras. Al girarme nos abrazamos con Justin.

— Vas hacer padre brother — dije separándome con una sonrisa.

— Y tú tendrás un sobrino — contestó.

Ahora que estará esperando un hijo podrá ponerse las pilas. Dejara de consumir drogas y tendrá que velar por su esposa y por su nuevo hijo que viene en camino. Ese pequeño o pequeña será la luz que tanto necesita Justin.

— Cuando nos darán un hijo ustedes dos — habló mi madre al vernos, Madison se ahoga ligeramente por las palabras de mi madre.

Madison al estar en mis piernas agarro sus caderas y las golpeó ligeramente.

— Todavía no sabemos madre, pero en un par de años definitivamente habrá niños corriendo por toda tu casa — dije sonriendo.

Madison estaba apunto de hablar cuando escucho mi teléfono sonar. Me disculpo y me voy hacia un rincón, era Kendall la que me estaba llamando. No había alcanzado a responder pero segundos después recibo un mensaje de ella.

Puedes venir a mi casa, por favor te necesito.

Al terminar el mensaje voy hacia mi mamá.

— Me tengo que ir, Kendall me mando un mensaje y necesito ir a verla — hablé mirándola.

— Anda, no te preocupes por los invitados.

— Gracias — contesté dándole un beso en la frente para luego entrar a la casa con Madison detrás mío.

— ¿Quieres que te acompañe? — preguntó a lo que solamente asiento con mi cabeza.

Nos subimos al auto y no dudo en acelerar. Mis manos sudaban y movía mis dedos arriba del volante nerviosa. Tan siquiera me doy cuenta que había llegado a la casa de Kendall por los nervios que sentía. Salimos del auto y al girar la manilla estaba abierta la puerta de milagro. Con Madison empezamos a buscarla en la planta de abajo pero nada, lo que si me llamo la atención fue que había objetos o otras cosas en el piso.

— ¿Escuchaste eso? — preguntó mirándome  a lo que yo niego con la cabeza.

Madison me hace un gesto de silencio y nos quedamos en silencio. Al estar en completo silencio escucho sollozos provenir de arriba, rápidamente acelero mis pasos y subimos las escaleras veloz. Al abrir la puerta de la habitación de Kendall veo que estaba en un rincón de la habitación con sus rodillas en su rostro.

— Kendall cariño — hablé caminando hacia ella.

Agarro sus manos y las separo, al subir su rostro soltamos un gesto de sorpresa con Madison al ver su rostro. Tenía su labio roto y su ceja partida, tenía varios moretones en su rostro y sus ojos estaban rojos por tanto llorar.

— ¿Él lo hizo?

— ________ yo.....

— Por favor Kendall, solo responde la pregunta. ¿Matthew te golpeó?— dije tomando sus manos a lo que ella asiente.

— Fue una discusión estúpida — contestó empezando a llorar.

Negando me pongo de pie y camino hacia Madison que por su parte tenía sus ojos como platos.

— Quiero que la cuides y si le puedes curar sus heridas te lo agradecería bastante.

— ¿Dónde irás tú? — preguntó tomándome el brazo no dejándome avanzar.

— Iré hablar con él y de paso le enseñaré a no volver a tocar a ninguna mujer más — contesté mirándola.

— Por favor ________, estás lastimada y no quiero que te pase nada malo. Podemos denunciarlo por agresión.

Antes que dijera otra palabra tomo sus cachetes y pego mis labios con los suyos separando nuestros labios después de unos segundos.

— Volveré sin ningún rasguño, solo quédate con Kendall y no me vayas a buscar por nada en el mundo ¿de acuerdo? Quiero escucharte decírtelo Madison.

— Lo prometo.

Yo asiento y comienzo a caminar afuera de la habitación. Éste maldito me las va a pagar y lo disfrutaré más que nunca.

¡Púdrete Bieber! / Madison Beer y tú G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora