[Alfas] - Bakugo y tú

Vigésimo cuarto capítulo

[Vuelve.]

Estaba quieta, mirando la casa que tenía frente a mi. Todavía recuerdo el mensaje que él me había enviado.

"Estaba acostada en la cama de Bakugo aún, viendo al techo. Mi teléfono vibro a mi lado, y leí el nombre de la persona que me había enviado un mensaje.

Hawks

Con rapidez agarre el celular, y me metí al chat para poder leer el mensaje.

Hawks

Ve a la casa.

Tenemos que hablar.

Apreté un poco el teléfono con mi mano, y lo eche a un lado para cambiarme de ropa de manera rápida. Dejé las mochilas en el suelo, y solo tomé mi celular para poder irme. Abrí la puerta, y sin decir nada solo camine por un lado de Bakugo y Ashido. Salí de la casa, y comencé a caminar lo más rápido que podía."

Solo veía la casa sin tener el valor de acercarme a la puerta.

Cobarde.

Camine hasta llegar a la entrada, y toque el timbre para que Hawks abriera la puerta. En menos de cinco minutos ya él estaba frente a mi, con la puerta abierta. Me dio paso a adentro de la casa, y con la mirada me incito a que me sentara en el sofá. Él se sentó en un mueble para una persona que estaba frente a mi, y que solo una mesa pequeña de cristal nos separaba. Yo no abrí mi boca, estaba esperando a que él tuviera la primera palabra.

— Lo primero que te quiero decir es —empezó— que eres una idiota —me merecía una palabra peor.

— Creo que la palabra que buscas es hija de puta, y si, lo soy —corregí, provocando en él una mueca.

— No te dire eso —sus cejas estaban fruncidas— pero estoy molesto —no me lo tienes que decir— ¿acaso estás loca? ¿Hacerlo con alguien del cual no sabias ni su puto nombre? —fruncí un poco mis cejas al no esperarme eso— no puedes ir haciéndolo con cualquiera que se te cruce en el camino, vas a acabar muy mal, no sabes cuantas enfermedades están corriendo por ahí —¿por que carajos se sigue preocupando por mi?— la primera orden que te daré es que no vuelvas a hacer eso —te aseguro que no lo volveré hacer, no después de esto— lo segundo que quería decirte es que... lo siento —mis cejas se arrugaron más.

— ¿Que? —pregunte sin entender— ¿por que mierdas me estás pidiendo perdón? —estaba molesta.

— Por que a pesar de que lo que hiciste estuvo mal, y no por que Dabi y yo tengamos algo que ni yo lo entiendo, sino por que te pusiste en peligro a ti y a tu salud, tú no eres la responsable de las acciones de Dabi —jugo un poco con sus manos— Dabi es el que tenía que respetarme si quería hacerlo, y así como lo hizo contigo, lo pudo haber hecho con cualquier otra persona —en su rostro se podía ver la tristeza— ayer me descontrole por que no me imaginaba ese choque de realidad, pero cuando te fuiste y me dejaste solo, pensé todo con la cabeza fría —pauso por un momento— no quiero que te sientas culpable, lo que si quiero es que tomes consciencia, y dejes de hacer las cosas sin pensar en lo malo que te puede llegar traer cada acción —reí un poco con ironía.

— ¿En serio me quieres dar consejos después de hacerte lo que te hice? —Hawks estaba serio— no sigas, no lo merezco —él iba a hablar, pero no lo dejé— lo que merezco es joderme y caer hasta el fondo, hasta que no pueda respirar más y sienta desesperación en los últimos minutos de vida —Hawks se levantó del mueble enseguida, y se acercó a mi.