[Alfas] - Bakugo y tú

Trigésimo noveno capítulo

[Yo no he tomado una decisión.]

Eran las once de la noche, y Mina y yo nos acomodábamos en su cama para poder ver "La casa de papel". Teníamos palomitas y Doritos para comer, y Coca-Cola a un lado. Mientras veíamos la serie comentábamos algunas cosas que pasaban. Estábamos en la segunda temporada, y la parte que estábamos viendo ahora era cuando todos se ponen en contra de todos por que Berlín tiro a Tokyo hacia fuera del banco, entregándola a la policía. La serie transmitía adrenalina, me encantaba cuando sacaban sus armas y discutían, daban mucha tensión.

Vimos unos diez episodios, hasta llegar a la tercera temporada, en donde un personaje que era más o menos como uno de los antagonista, llamado Arturo, se metía al banco nacional de España, en donde los protagonistas se encontraban, robando el oro del país. Lo pausamos para que Mina pudiera ir al baño, ya que había tomado demasiado refresco. Cuando volvió, se acomodó de nuevo en la cama, dejando escapar aire por su boca.

— Sabes, mientras hacía pipí pensaba: ¿quieres beber vino? —parpadee un par de veces, y luego reí.

— Si que piensas en cosas muy profundas cuando haces pipí —me burle, y ella soltó una carcajada.

— Lo sé —siguió la burla, haciendo un gesto falso de orgullo— pero dime, ¿quieres? —volvió a preguntar.

— Está bien, trae el vino —acepte la oferta, y ella sonrió, feliz.

Salió de la habitación, y yo me levante de la cama. Había una pequeña bocina en la mesa de noche de Mina, y al parecer también tenía la función de radio. Le di vuelta a la izquierda al pequeño botón de la bocina para prenderla, y la radio se encendió. Parece que Mina ya lo tenía programado en una emisora en donde ponían canciones en inglés. "I hate you, I love you" de Gnash estaba reproduciéndose en la emisora, y yo subí el volumen para poder escucharla con más claridad.

[La canción esta arriba]

Feeling used, but I'm still missing you.

— And I can't see the end of this, just wanna feel your kiss against my lips —cante, casi en un susurro.

Suspire, y solo seguí escuchando la canción. Sin poder evitarlo Bakugo se apoderó de mi mente, y sobre todo en el coro de la canción.

I hate you, I love you
I hate that I love you
Don't want to, but I can't put
Nobody else above you

I hate you, I love you
I hate that I want you
You want her, you need her
And I'll never be her

Sentía que esa parte nos representaba de alguna manera. Un día estábamos bien, hablamos, reíamos, compartíamos con normalidad. Pero luego llegaba el otro día, en donde parecía que nos queríamos matar, que parecía que nos odiábamos, y que no queríamos saber nada del otro. Y ese juego a mí ya me había cansado. Ya no quería seguir con eso, con ese bucle. Así que, si él quería seguir igual, por más que me jodiera en el fondo hacerlo, yo me alejaría. Mi vida ya era complicada, y no necesito que alguien más la haga más mierda aún.

Mina llegó a la habitación con dos copas y el vino en mano. Me miro cerca de la radio, y se acercó a mí, sentándose en la orilla de la cama. En silencio abrió el vino, y echó en las copas el líquido. Me pasó una copa, y yo la tomé, con una pequeña sonrisa en mi rostro. Bebí del vino, y cerré mis ojos por un momento, escuchando la canción. Mina me imitó, y guardo silencio hasta que el último estribillo llegó.