[Alfas] - Bakugo y tú

Sexagésimo capítulo

[Esa noche fue el inicio de todo.]

Pov Kirishima

"Salir de intermedia era algo bueno y a la misma vez, me llenaba de nervios. Lo único que apartaba a los estudiantes de las universidades y responsabilidades de joven adulto era la escuela superior. Ese momento en el que sabemos que cada vez estamos más cerca de dejar de ser adolescentes sin responsabilidades y aun así comoquiera lo ignoramos. Era mejor vivir de esa manera mientras podíamos o al menos así pensaban algunos estudiantes.

Yo incluido.

Cambiar de academia y conocer a nuevas personas era algo que me llenaba de nervios y ansiedad, pero al final siempre era capaz de hablar y socializar. No sé cómo lo hacía, pero mantenía a raya mis emociones y solo intentaba tener alguna conversación amena con mis nuevos compañeros. En tan solo una semana tenía personas con las que me podía pasar. Y sin duda alguna, también a alguien a quien ya tenía en la mira. Denki Kaminari era un chico energético y gracioso, tanto que, no pude evitarlo...

Ese omega robo mi atención en el primer momento en que lo vi.

Todos comenzábamos a comunicarnos sin ningún problema, de hecho, hasta me tomó por sorpresa, todos éramos amables y buscábamos la manera de que encajáramos sin ningún esfuerzo en cualquier grupo del salón. Mis ojos se detuvieron en una persona apartada de todos y en silencio, igual que siempre. Esa persona era la excepción, la que al parecer, siempre estaba contra la corriente.

Katsuki Bakugo.

Un alfa que desde el primer momento en que lo vi, supe que no sería nada fácil convivir con él. Siempre estaba callado y si alguien se atrevía a molestar su aura de "comodidad" pagaría las consecuencias por ello enseguida. Sus feromonas eran fuertes y más cuando se enojaba, logrando incluso marearme a mí. Aunque lo entendía, él estaba en un rango más alto que yo por el simple hecho de ser un alfa puro y en realidad...

Eso a mí no me interesaba.

Era lo de menos. Lo único que pensaba cada vez que lo miraba era: ¿por qué es así? Tan apartado y callado, y si lo hacían molestar era como una fiera. Todos sabían que no se podían meter con él en el salón, daba miedo cuando ponía sus ojos rojos sobre ti. Mis ganas de acercarme a él aumentaban, pero las retenía, hasta que...

Una noche todo lo cambió.

— ¡Basta! ¡Deténganse! —gritaba, Mina.

Lo que era una fiesta se había transformado en un caos. Todos se echaban a un lado y otros intentaban que esos dos alfas se detuvieran de una vez.

— ¡Oigan, basta! —Sero trataba de sepárarlos.

Los gruñidos de ambos se escuchaban altos y rabiosos, pero sobre todo uno resonaba en el lugar, casi haciéndonos temblar. Aunque era cierto que ambos eran alfas, uno de ellos tenía la desventaja total.

— ¡Bakugo, detente! —un nuevo grito de Mina se oyó en todo el lugar.

Golpe tras golpe, ya el otro ni siquiera peleaba, pero él seguía estampando su puño contra el rostro de la otra persona.

Parecía que no podía parar.

— ¡Lo vas a matar! —esta vez, Denki fue el que gritó con miedo.

Me metí entra la gente y llegue hasta él, agarrándolo con fuerza por atrás y con gran esfuerzo levantándolo del suelo, por fin logrando que dejara en paz al otro chico. Todas las miradas estaban sobre nosotros hasta que logré meternos a una habitación que tenía esa casa. Sus gruñidos no se detenían y sus feromonas advertían que estaba a punto de atacarme.