[Alfas] - Bakugo y tú

Quincuagésimo sexto capítulo

[Ellos nunca quisieron hacerme daño.]

Las puertas de la camioneta fueron cerradas al bajarnos y estar frente a la casa de la manada de Bakugo. Le había dicho todo lo que Hawks y Dabi me habían informado y habíamos quedado en que hablaríamos con los chicos mañana. Caminamos hasta la puerta y Bakugo la abrió, dándome paso a mí primero. Todos estaban en la sala, parecían charlar y reír de algo.

Cualquiera diría que son adolescentes normales.

— ¿De que se ríen? —pregunté.

Todos me miraron y Mina fue la primera en acercarse a mí.

— T/n... —murmuró al abrazarme.

Sentí mi corazón saltar al tener ese contacto de ella, realmente aunque era más tolerante al cariño de los demás, aún no me acostumbraba.

— ¿Como estas? —preguntó, Kaminari.

Me alejé con levedad de Mina y sonreí de lado.

— Creo que bien —respondí— ¿que hacían? —alcé una de mis cejas.

— Jugando cartas uno —respondió, Mina.

Asentí de manera lenta, mirando las cartas sobre la mesa de centro.

— ¿Quieres jugar? —preguntó, Kirishima.

— No —reí bajo— esos juegos son infinitos —agregué.

Kaminari y Sero asintieron.

— Juguemos otra cosa —sugirió, Mina.

Bakugo estaba a mi lado callado, oyendo todo lo que decíamos.

— ¿Que otra cosa podemos jugar? —Kaminari preguntó con confusión.

Ella sonrió coqueta y el rubio con rapidez negó.

— No, Mina, eso es una muy mala idea —estaba decidido a que él no iba a jugar.

— ¡Vamos! Será interesante —motivó.

Parpadeé un par de veces, sin entender de que hablaban.

— ¡No! —Kaminari se cruzó de brazos.

— ¿De que hablan? —pregunté.

Sero suspiró y habló:

— Mina quiere jugar a que probabilidad hay —explicó— pero digamos que es... picante —enfatizó en la palabra "picante".

Abrí un poco más mis ojos y subí mi cabeza con levedad al comprender de que se trataba todo.

— Estoy de acuerdo con el rubio, no es buena idea —afirmé.

Todos parecieron no creer que yo dije eso, sobre todo Mina, que abrió su boca casi como si su quijada se fuera a caer.

— ¿Quien eres y que le hiciste a nuestra t/n? —me apuntó con el dedo.

Solté una baja carcajada y Bakugo a mi lado también.

— No seas tan tonta —me acerqué a ella y revolví su cabello— es que... no lo sé, Kaminari y Kirishima son pareja, no creo que a ninguno de los dos les guste ver cómo hacen cosas "picantes" con otra persona —hice comillas con mis dedos.