[Quizás deba intentar caminar sola como antes.]
Dos meses después.
Los últimos meses habían pasado rápido y algunas cosas no tan importantes habían pasado. Ya mi brazo y costilla habían curado, y los moretones de mi cuerpo también. Parecía como si nada me hubiese pasado. Como si con la desaparición de mis golpes todo hubiese sido borrado, aunque en realidad no fuera así. El primer semestre de clases había terminado y eso dio paso a la navidad. Esa fecha especial con los chicos fue linda, mamá se nos unió con Diana y todo parecía normal, pero...
No lo era.
Había algo que me inquietaba, no sé si era que mi interior no se creía que las cosas marcharan tan bien, quizás solo estaba paranoica, pero había una espina en mi pecho que no me dejaba en paz. Diana se veía bien, había salido del hospital y su herida había curado a la perfección, aunque una cicatriz se había quedado ahí. Pero sentía que, aunque en la navidad ella parecía sonriente y feliz, en el fondo no era así. Sus risas y sonrisas las notaba tan falsas, sus ojos no brillaban y su expresión, a pesar de sonreír todo el tiempo, se veía opaca. La conocía, era mi hermana menor y sabía que algo no andaba bien con ella, y aunque mamá no lo dijera, ella también notaba que Diana no era la misma de siempre.
Tal vez era normal, después de lo que pasó entendía que no fuera como antes, pero aun así algo no encajaba para mí. Pero había algo más que me tenía inquieta y era...
Bakugo.
Desde hace un mes atrás estaba raro, a pesar de negarlo. Estaba poco tolerante e irritado, y aunque no me quería decir nada y aseguraba que todo estaba bien, sé que no era así. Conmigo no era tan hostil, pero con los chicos era diferente. Hace unas semanas atrás Kirishima y él habían discutido por una estupidez, pero Bakugo se salió bastante de control. Si no fuera porque yo estaba ahí, estaba segura de que hubiese roto alguna cosa. En estos momentos estábamos de camino a nuestro primer día de clases del segundo y último semestre. Estábamos muy cerca de que todo acabara, este segundo semestre pasaba volando y era de cierta manera abrumador. Mis notas habían subido a B y C, estaba bastante conforme con eso tomando en cuenta que mis notas estaban muy bajas, entre D y F, así que no me quejaba de mi pequeño progreso.
Cuando llegamos a la escuela todos tomamos rumbo hacia dentro de ella, encontrándonos con el director en la entrada saludando a los estudiantes.
— Buenos días —nos saludó al pasar por su lado.
— Buenos días, director Nezu —dijeron Mina y Kaminari al mismo tiempo.
Kirishima, Sero y yo asentimos, y noté como el director mantuvo por unos segundos sus ojos en mí. Bakugo no tuvo ninguna reacción, solo siguió caminando, ignorando a todos a su alrededor. Nosotros también seguimos nuestro camino en completo silencio. Kirishima estaba serio, aún estaba arisco desde la discusión que había tenido con Bakugo.
— Él no está bien... —susurré, solo para que Kirishima me escuchara.
Él me miró y suspiró.
— Lo sé, pero no es justo que se desquite con nosotros —respondió.
Ante eso no pude refutar nada porque tenía razón. No era justo, los demás no tenían la culpa de que Bakugo estuviera mal, pero... no podía enojarme con él. Yo también cometí ese error, el de alejar a todos y hacerlos pagar por mis mierdas.
— ¡Mira, ahí está Jirou! Vamos a saludarla, Denki —comentó, Mina.
— ¡Vamos! —aceptó, Kaminari.
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[Alfas] - Bakugo y tú
FanfictionLas generaciones cambian con el tiempo. Lo que antes se podía ver como un chiste gracioso, ahora lo pueden ver como algo machista. Y se va notando con el tiempo el gran cambio que la sociedad ha dado. Y sobre todo aquí, en este mundo. Donde los omeg...