Trigésimo quinto capítulo

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[Eso es lo que me llama de ti.]

Podía ver el sol como se asomaba, ya que después de unos minutos de estar acostada en la cama me había levantado por no poder conciliar el sueño. Me encontraba en el balcón, viendo el cielo, y como los colores de él comenzaban a cambiar. Ver un amanecer sola se sentía... extraño. Por que a pesar de que ante mis ojos se seguía viendo bonito todo ese cambio de colores de fríos a cálidos, no dejaba de lado, que como ya dije, estaba sola. Sin nadie a mi lado.

Y tal vez a eso estoy destinada.

A quedarme sola, sin dañar a nadie más. Suspire, y camine hacia la sala de la casa, sentándome en el sofá, cansada. Ya tenía el uniforme de la academia puesto, solo esperaba a que los demás se despertaran. Bakugo no había vuelto a la casa, y muy en el fondo, estaba preocupada por él. Saqué mi teléfono de la tira de la falda del uniforme, ya que lo había puesto entremedio de la tela, y lo encendí. Fui a contactos, y busque el nombre de Bakugo para poder llamarlo.

Los tonos sonaron, hasta que llegó el último, y luego de eso la grabadora automática con esa voz robótica. Resople, y apague el teléfono con brusquedad. Escuche una puerta abrirse, y unos pasos acercándose a la sala. Nuestras miradas chocaron, y él suspiró.

— No dormiste, ¿verdad? —yo me quedé callada, y quite mis ojos de él— t/a, te dije que tenías que descansar —camino hasta llegar a mi, y se sentó a mi lado.

— Lo intente, pero no pude —me enderecé para poder verlo a la cara— Bakugo no responde las llamadas —Kirishima suspiro.

— Necesita espacio, aparecerá cuando se sienta listo —el rostro de Kirishima se veía cansado.

Me quedé callada un momento, mirándolo.

— ¿Tampoco dormiste? —pregunte, y él se echó hacia atrás en el sofá.

— No —lo que provoca Bakugo en todos.

—Reí bajo sin poder evitarlo— ¿Y me estabas regañando por no dormir? —Kirishima rio también.

Nos quedamos en silencio, mirando a la nada.

— ¿Siempre te comportas como el papá del grupo? —voltee mi cabeza para mirarlo.

—Él se encogió de hombros— Me preocupo por ellos, e intento cuidarlos —sus ojos estaban clavados en una de las paredes que había en la sala— pero es difícil... —arrugue con levedad mi nariz.

— ¿Y quien te cuida a ti? —mi pregunta hizo que él pusiera sus ojos en mí, sorprendido aunque intentaba disimularlo.

No hubo respuesta, solo desvió su mirada, y sus ojos se oscurecieron.

—Solté una bocanada de aire— Tienes mucha presión encima de ti, el que debería descansar eres tú —aconsejé.

— No solo es presión, es angustia —apreté mis labios con levedad— pero yo no puedo descansar, y menos si Bakugo no se encuentra, me toca a mí ser el líder mientras tanto —Kirishima...— además, Bakugo cuida de nosotros —chasquee la lengua.

— No mientas, él siempre está en su mundo —discutí— si no es Camie es la venta de drogas —Kirishima tenso su mandíbula— no lo digo por molestar, es porque es la verdad —él no dijo nada.

Me quedé mirándolo, y después de un rato, suspire. Puse mi mano en su hombro derecho, y frote con levedad.

— No somos amigos ni nada por el estilo, pero si quieres... cuando te sientas cómodo puedes desahogarte conmigo y hablar un rato, aunque creo que ya tienes a tu novio para eso —aleje mi mano de él— te dejo, los veo en la academia —me levante del sofá.

[Alfas] - Bakugo y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora