[Alfas] - Bakugo y tú

Septuagésimo capítulo

[N-No entiendes...]

Pov Bakugo

El fuerte sonido me aturdió y mis ojos se cerraron por impulso. Estaba tan seguro de que esa bala iba directa a mí que solo cuando escuché un cuerpo caer abrí mis ojos para poder ver que había pasado. El cuerpo de Shigaraki estaba en el suelo y un charco de sangre se estaba empezando a crear de su cabeza. Había caído con su cara directa al suelo, así que me costaba entender muy bien que había pasado. Hasta que decidí alzar mi mirada y encontrar la última pieza del rompecabezas...

T/n.

Ella estaba parada en la entrada del almacén con un arma en sus manos.

¿Ella acaba de...?

Ambos miramos el cuerpo de ese tipo y no dijimos nada, estábamos procesando lo que había acabado de pasar. Al parecer estaba muerto, no se movía y toda esa sangre que salía de su cabeza indicaba que ahí era en donde estaba la bala que t/n disparó. No podía moverme, trataba de volver a respirar con normalidad después de pensar que iba a morir, pero no lograba hacerlo. Oí un jadeo viniendo de ella y la miré. Sus manos comenzaron a temblar, provocando que el arma
resbalara y cayera al suelo, haciendo eco por todo el lugar. T/n llevó sus manos a su boca y ahogó unos sollozos, pero todo su cuerpo siguió temblando. Me levanté del suelo con dificultad y me acerqué a ella. Las lágrimas caían por su rostro y cada vez los sollozos se hacían más fuertes. Cuando la tuve frente a mí la abracé y al notar su debilidad la sostuve con más fuerza.

— ¿Q-Qué fue lo que hice? —miraba el cuerpo de ese tipo.

Aparté su vista de él con mi mano y la obligué a esconder su rostro en mi pecho.

— Tú no hiciste nada malo... —afirmé— ese bastardo merecía morir y... estaba a punto de matarme, gracias por salvarme —sabía que al oír eso ella por lo menos no se sentiría tan culpable.

Ella me abrazó y se aferró a mí al escucharme. Pero era la verdad, ese maldito merecía morir, casi la asesina a ella y a mí, además de que... él también había sido el responsable de la muerte de su novio. Esto solo era justicia...

Su venganza personal.

Pero sé que a ella le costará asimilarlo, había pasado demasiadas cosas y todas muy fuertes e impactantes, sabía que no iba a ser fácil. En ese momento me mareé y ella se dio cuenta.

— ¿E-Estas bien? —preguntó.

Asentí, aunque la realidad era que no estaba muy bien, no había salido ileso de esa pelea. Ella miró hacia un lado, aún en el abrazo.

— Hay otra pistola en el suelo —comentó.

Vi a un lado y me di cuenta de que mi arma estaba tirada en el piso. Se me había olvidado que la tenía encima.

— Ni siquiera me di cuenta de cuando se cayó, debió ser en la pelea —suspiré.

T/n asintió y se quedó completamente quieta en su lugar. No me soltaba y su cuerpo seguía temblando. Sentía mi pecho apretado, podía sentir su angustia, estaba claro que aún estaba muy asustada. Ella se encogió en el abrazo y yo gruñí a la defensiva cuando oímos pasos acercándose.

¿Otro de esos bastardos?

Cuando esa persona entró al lugar, dejó su mirada preocupada en nosotros. Sus ojos pasaron por todo el almacén hasta ver el cuerpo de aquel tipo en el suelo, no tardó mucho en entender lo que había pasado.