Blue And Grey 🌂𐨿ᜒᐝ lumity

♥︎ ˚˳ ٚ Capítulo 5

               El océano, algo tan profundo y misterioso, lleno de maravillas, brillante y lleno de paz.

               Así veía Luz a Amity, ella era su océano.

               Aquellas dos esferas amarillas que dejaban por un momento hipnotizada su mente, no podía concentrarse del todo en lo que Amity le hablaba sobre los componentes de la química, porque su atención estaba puesta únicamente en la pelimorada, y en sus ojos.

               Nunca había visto algo como eso, nunca había sentido la necesidad de mirar más de cerca a alguien, pero es que Amity era diferente en todos los sentidos. Tenía el impulso de protegerla, de meterla en una esfera de cristal y no dejar que nadie se le acerque.

               Ella la había observado desde que llego a la preparatoria, sabía que constantemente era molestada, incluso fue testigo de las veces que la llevaban al baño para meterle su cara en el retrete. Ella lo sabía, pero, jamás decidió meterse porque no le correspondía aquello. Ella tenía suficiente con los rumores que le hacían, si hacia algo en defensa de alguien más, es probable que los insultos y rumores se intensifiquen.

               Ella no quería eso, pero de todas formas ya estaba metida en esta extraña burbuja con Amity, y dudaba lograr salir ilesa. O que la pelimorada saliera sana y salva de su vida.

               —¿Me estas escuchando? —le pregunta la pelimorada mirándole.

               Luz parpadeo varias veces y asintió— Si, te escucho.

               —Bien, creo que por hoy es suficiente, adelantamos un poco y eso es bueno. —sonríe orgullosa.

               —¿Puedo fumar aquí? —pregunto—. No quiero que tus padres lleguen y me vean fumando, aunque me vale una mierda, pero no soy de fumar en lugares donde hay familias.

               Amity alzo sus cejas, rasco su nuca sin saber que decir.

               —Puedes fumar aquí, no importa. —afirma— Vivo sola por ahora.

               Luz saco un cigarrillo y un encendedor, encendiendo el cigarro, le dio una balada y soltó el humo hacia otro lado.

               —¿Por qué por ahora?

               —Hm... digamos que, mi madre nos abandonó cuando nací, por lo tanto, nunca la conocí; mi padre está en la marina... perdido —trago saliva y bajo su mirada—. Y soy hija única, así que no tengo a nadie más cercana aquí.

               Luz se quedó quita mirando a la pelimorada un largo rato, con sus palabras en su mente, le dio una calada a su cigarrillo.

               —¿Cómo sabes que está perdido?

               —Me llamaron esta mañana... Su barco quedo a la deriva y otros marineros no la localizaron, y... —mordió con fuerza su labio, queriendo llorar nuevamente— Lo siento.

               La castaña suspiro, lame sus labios acercándose a la pelimorada, le dio unas pequeñas palmadas en su espalda, ella no era para nada buena dando consejos o apoyo moral.

               —No te diré lo que quieres oír —avisa—. No te diré que todo estará bien, ni que pronto pasara, porque sería mentirte.

               La pelimorada alzo su mirada para observarla, Luz le devolvió la mirada.

               —Pero no dejes que eso te detenga, eres muy ilusa, fácil de controlar, débil e ingenua —la pelimorada formo un puchero—. Pero esas cosas son las que forman parte de ti, solo debes esperar y pensar que las cosas, por muy jodidas que estén, casi siempre tienen solución.