La noche había caído como hoja en otoño, para Amity, estar en compañía por primera vez desde que su padre lo dejo solo, era algo que aún no terminaba de procesar, pero le hacía sentir bien saber que su mente no iba a engañarla de nuevo. Por primera vez estaba cómodo con la presencia de alguien, y no cualquier persona. Sino de ella.
—No te rías. —dice Amity limpiando los restos de arroz que había dejado en la cocina después de haber hecho mochis para ella y Luz.
La castaña estaba recostada de la pared con sus brazos cruzados y una divertida sonrisa en su rostro. Sus ojos oscuros miraban fijamente a Amity, admirando en silencio su aura, su pureza, su encanto.
¿Cómo alguien tan bueno podía ser tan criticado? Luz no lo comprendía, y dudaba hacerlo algún día, no veía justificación a los hechos de las personas en su contra, no había razón alguna para que la violencia fuera protagonista constante en el mundo de Amity.
El mismo que ella compartía.
La pelimorada mordió su labio decorando los mochis y llevándolos hacia la sala en una pequeña bandeja, Luz la siguió en silencio tomando asiento en el sofá, Amity cruzó sus piernas y tomo el libro de la mesita.
—Pruébalos.
—¿Qué pasa si no me gustan?
—Significaría que no tienes buenos gustos. —se encoge de hombros.
La castaña sonríe y torna uno de los mochis rellenos de crema batida, le dio un mordisco y comenzó a comer en silencio. Amity miraba cada movimiento expectante de su reacción.
—¿Y bien? ¿Te gustaron?
Luz la mira de reojo frunciendo el ceño, Amity por un segundo creyó lo contrario, pero luego ve una sonrisa asomarse por los labios de la chica.
—Están muy buenos.
—Me alegra saber que te gusten. —dice sincera, regresando su mirada a su libro abriéndolo por la mitad. —¿Estás lista para la lectura?
—Te escucho. —se acomodó mejor en el sofá recostando su cabeza de una almohada y cruzando sus piernas.
Amity aclaro su garganta y paso algunas páginas hasta la escena del lago que Luz le había pedido leer para ella.
—Era una mañana vigorosa y llena de calidez en las calles coloquiales de Alemania. —empezó a decir— El coronel Holmes había salido de su casa a primera hora como de costumbre, dejando solo a su esposa vagando por las salas lujosas de su "humilde" morada.
Luz sonrío ante la palabra. Amity prosiguió con su lectura.
—Muy a su pesar, Leith no podía dejar de pensar en sus frecuentes encuentros con Eva, la sola idea de pensar en otra mujer la asustaba, pero sería una tonta si dejara que no comenzaba a sentirse extrañamente cautivado por esta tonta y simple chica de cabellos rojizos. —sonríe enternecido— Decidido a darle fin a sus locos pensamientos sin frenos, opta por visitar el lago cerca del pueblo donde aquella intrépida chica había aparecido por primera vez.
—Esta es mi parte favorita. —murmura la castaña.
Amity chupa su labio y sigue su lectura aclarándose la garganta.
—Cuando Leith llego al lago, no dudo dos veces en acercarse al pequeño arrollo dónde los patos nadaban juntos, sin embargo, sus ojos captaron la silueta de una espalda desnuda, Leith entrecerró sus ojos mirando con claridad a la descarada pueblerina que se había atrevido a nadar en el lago como si nada. Pero vaya fue su sorpresa cuando la cabellera roja de Eva y esa galaxia de lunares viajeros en su espalda, sin contar una que otra herida en su piel, fue la suficiente prueba para que Leith se diera cuenta de quién se trataba.
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Blue And Grey 🌂𐨿ᜒᐝ lumity
Fanfiction✎ › " Amity era el tono azul que pintaba el mundo oscuro de Luz, y Luz, era el tono gris que nadie apreciaba. Pero a los ojos de Amity, fue el color más hermoso que vio. Una chica incomprendida con mala fama. Una chica que sufría por ser quién era...