So Intense || Taeten [ ✓ ]

〘 05 〙

TEN

Me acosté en la oscuridad por lo que pareció una eternidad, esperando que algo sucediera. Idealmente, esto incluiría que toda la nación de Los Silver atravesara las puertas de la furgoneta, pero esperaba más que nada que Heejin y Kun no se vieran envueltos en esta mierda.

Unos minutos después, oí una pelea y luego la parte posterior se abrió de nuevo. Heejin voló, golpeando el suelo. Taeyong subió detrás de ella, esposándola, amordazándola y atándola al igual que yo. Me quedé mirando su rostro aterrorizado, desgarrado entre la culpa por haberla metido en esto y la determinación de matar a Taeyong yo mismo. Preferiblemente con mis propias manos.

Después de castrarlo.

Escuché a su amigo subir a la parte delantera y encender el motor.

—Lo siento —dijo Taeyong —Esperemos que esto no se ponga demasiado feo y puedan ir a casa pronto.

Oh, definitivamente se pondría feo. Le prometí eso con mis ojos.

Me ignoró, avanzando para unirse a su amigo mientras la camioneta avanzaba. Sin embargo, no recorrimos mucho. Después de unos minutos se salieron de la carretera y se detuvieron. Luego salieron y caminaron hacia la parte trasera. El amigo de Taeyong metió la mano y agarró a Heejin, sentándola. Metió la mano en su bolso, sacando su teléfono.

Su manga se levantó cuando lo hizo, y mi corazón se detuvo.

Había un jodido tatuaje de Ddaeng en su brazo.

Mierda. Mierda. MIERDA.

Esto era mucho peor de lo que imaginé. Me pasé toda mi vida odiando a Los Ddaeng. Estuvieron luchando con Los Silver durante veinte años de una forma u otra. Vi las cosas con una repentina luz, brillante y horriblemente clara.

Taeyong, convirtiéndose poco a poco en mi amigo.

Taeyong, preguntándome sobre mi día, hablando conmigo sobre cualquier cosa. Taeyong, siempre dispuesto a escuchar y animándome a compartir con él.

Mi buen "amigo" Taeyong era un maldito acosador.

Un acosador que me usó para aprender acerca de mi club, y ahora obviamente planeaba utilizarme contra mi padre. Ácido llenó mi estómago, y por un instante desdichado pensé que podría vomitar y ahogarme, porque esto era peor de lo que podía imaginar.

Había traicionado a mi club.

No a sabiendas, pero eso apenas importaba. Habría muertes debido a esto. Esas muertes serían por mí y mi estúpida e impulsiva decisión de dejar a Taeyong entrar en mi vida.

Taeyong me levantó, llevándome a la parte delantera de la camioneta. Me apoyó en el capó como un poste de la cerca. Me equilibré de manera vacilante, obligándome a dejar de mirarlo el tiempo suficiente para mirar alrededor. Estábamos al lado del río, probablemente cerca del parque en alguna parte. Por encima de nosotros se hallaba uno de los puentes elevados que cruzaban las cataratas, y me di cuenta de que si decidía lanzarme sobre la cerca, caería a unos buenos diez tramos antes de que me estrellara en las rocas o me ahogara.

¿Lo haría?

Por supuesto que lo haría, era un jodido Ddaeng, pero solo si había terminado de usarme.

Mierda.

—Ten, mírame —dijo. Eché un vistazo a su cara para encontrar fríos y muertos ojos estudiándome. Los ojos de un sociópata.

¿Cómo pude haber sido tan jodidamente estúpido?

—Estamos llamando a tu padre —dijo —Voy a dejarte hablarle para que le puedas dar este mensaje. Le dirás que estás con TY, el Ddaeng que conoció en Daegu. Hazle saber que te tenemos y a tu amiga Heejin. Luego, le dirás que te vamos a matar si no hace exactamente lo que decimos. ¿Lo entendiste?