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TEN

Lucas y yo nos miramos el uno al otro.

—Mantén tu maldita boca cerrada —siseó. Eso envió una ola de esperanza a través de mí. No esperaba a nadie... ¿Rescatistas? Si eran Silvers, genial. ¿Pero que si era alguna persona al azar, o un niño? Mis pensamientos comenzaron a girar... Lucas podría matarlos.

No podía solo yacer ahí como un bulto, sangrando, tenía que hacer algo.

—¿Quién está ahí afuera? —gritó.

Nada.

El timbre sonó de nuevo.

—Vete a la mierda! —gritó, girándose hacia la puerta. Me lancé hacia sus rodillas desde atrás, esperando derribarlo. Milagrosamente, cayó al suelo, soltando la pistola. Peleamos por ella brevemente mientras el timbre comenzaba a sonar de nuevo, una y otra vez. No era de ninguna manera tan fuerte como Lucas, así que no fue una gran sorpresa cuando me aventó lejos de él y se levantó. Mi cabeza golpeó el muro, enviando nauseabundas olas de dolor hacia mi columna.

—Estás jodidamente muerto si haces un sonido. Estoy harto de ti —siseó de nuevo Lucas.

Caminó hacia la puerta, más que furioso. Entonces la abrió y Heejin estrelló una silla de madera sobre su cabeza.

Wow, no vi eso venir.

Me levanté de un salto mientras su arma se disparaba, la adrenalina matando el dolor en mi pierna y mi cráneo. La silla se estrelló contra él de nuevo. Lucas rugió y se lanzó hacia ella. Sabía que esto era todo: o ganábamos o moríamos. Lo ataqué por detrás, trepándome en su espalda, enredando mis brazos alrededor de su cuello y tirándolo hacia atrás con todo mi peso. Se tambaleó mientras mordía su oreja, sacudiéndose de ello como un perro.

Por la esquina de mi ojo vi a Heejin tomar otra silla e ir por sus piernas.

Este definitivamente no era el plan.

No tenía tiempo para preocuparme por eso ahora. Lucas gritó mientras se tambaleaba hacia adelante, cayendo del porche con la cara en el lodo. Lo arrastré hacia abajo y entonces Heejin se encontraba ahí, pateándolo una y otra vez. Él logró rodar hacia un lado, lo que fue un error enorme, porque le dio a Heejin un camino claro hacia su entrepierna.

Atacó sus bolas viciosamente, y lamentables chillidos de dolor llenaron el aire. Eso no la ralentizo ni un poco. Una y otra vez lo pateó, su cara retorcida con odio.

Él dejó de retorcerse, y me di cuenta de que se había desmayado.

No sé si era por el dolor o si Heejin se las arregló para quitarle el aliento. Heejin levantó la pistola, extendiéndola hacia mí. Apunté al sangrante cuerpo de Lucas, jadeando.

—Sube las escaleras y toma las esposas —me las arreglé para decir —Vamos a amarrarlo y luego llamaremos por ayuda.

Heejin se puso en marcha, y sostuve la pistola hacia él todo el tiempo en que ella se fue, esperando como el infierno que no se despertara. Me preparé para disparar, pero eso no significaba que quisiera hacerlo...

No era porque estuviera asustado de matar a otro ser humano. Por supuesto, el pensamiento me enfermaba. Pero no podía dejar de pensar acerca de mi charla con Taeyong, y todo lo que él dijo acerca de la tregua y la banda. Tal vez me mintió, ciertamente no me sorprendería si lo hubiese hecho. ¿Pero que si dijo la verdad? Si era cierto, matar a Lucas arruinaría la paz y tarde o temprano la banda vendría por Los Silver.

So Intense || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora