〘 Final 〙

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Ten


Eran más de las dos de la mañana cuando papá entró en la oscura cocina. Me había puesto más y más nervioso por la seguridad de Taeyong, especialmente cuando vi a varios de los chicos yendo y viniendo al sótano.

No era idiota.

Sabía lo que pasaba allí, infiernos, Lisa y yo prácticamente crecimos en este edificio. No quedaban muchos secretos, aunque estoy seguro de que mi padre no tenía ni idea de lo mucho que vimos y oímos en los últimos años.

Horas atrás, escuché cuando los vehículos entraron en el patio, así que sabía que Taeyong tenía que estar allí con ellos. Jackson incluso vino a decirnos que encontraron al tirador, y que podíamos dejar de preocuparnos.

Eso me asustó más, porque si encontraron al tirador, ¿por qué Taeyong no ha regresado ya conmigo? Alrededor de las once, consideré una misión de rescate, luego decidí que las probabilidades de ese contrafuego en Taeyong eran demasiado altos. Por mucho que odiara admitirlo, mi interferencia no le ayudaría. No bajo estas circunstancias... Una cosa era que lo protegiera en la camioneta, cuando estuvo inmovilizado. ¿Pero irrumpir ahora? Eso lo haría parecer débil frente a mi padre y sus hermanos, y Taeyong no podía permitirse parecer débil.

Debí haberme quedado en la camioneta.
Ahora papá se puso de pie frente a mí, su rostro con una expresión que ni siquiera podía empezar a comprender.

—¿Y bien? —exigí —¿Dónde está? ¿Se encuentra bien?

—Encantado de verte también, pequeño.

—Hola, Ten. —Oí decir a Taeyong. Salió de la sombra de la escalera, apoyándose en el marco de la puerta como si solo estar de pie fuera casi más de lo que podía manejar.

Mierda.

Me llevé una mano a la boca, horrorizado.

—¿Qué demonios te pasó? —susurré, sintiendo como mis lágrimas se construían. Corrí hacia él, pero cuando traté de tocarlo, se apartó.

—Lo siento, bebé —murmuró —Me siento un poco cansado. ¿Por qué no coges un poco de hielo y tal vez me ayudas a ir a la cama?

—Puedes utilizar la habitación del segundo piso —dijo papá —Voy a encontrar algunos analgésicos.

Miré hacia atrás y adelante entre ellos, tratando de averiguar si habíamos tropezado de alguna manera en un universo alternativo donde las personas se presentaban golpeadas al azar y nadie parecía encontrarlo notable.

—¿Alguno de ustedes quiere decirme qué demonios ha pasado aquí? Él no se encontraba así cuando lo dejé, papá. ¡Confié en ti!

Mi voz se elevó mientras hablaba, mis manos agitándose. Sentía como que debería estar haciendo algo, pero no tenía ni idea de qué.

—Bebé, sabes que te prometí nunca mentirte de nuevo, ¿no? —dijo Taeyong. Asentí, aturdido por el daño a su cara. Se hallaba toda moteada y magullada. La sangre goteaba lentamente de su boca, arrastrándose por su barbilla. Sostenía una mano en las costillas, y su respiración no sonaba del todo bien para mí —Bueno, esta es una de esas veces en las que no voy a mentir, lo que significa que no importa lo mucho que preguntes, no escucharás una historia para hacerte sentir mejor. Quieres la verdad, tienes que aceptar eso. Solo ayúdame a limpiarme y a curarme, y vamos a dormir.

Miré de nuevo hacia papá. Se hallaba en cuclillas, buscando en uno de los armarios. Luego sacó un estuche grande de primeros auxilios.

—Los veré arriba —dijo —Hay una cama esperando en el segundo piso, Taeyong. La guardaron para ti. El baño en el pasillo tiene una ducha. Simplemente trata de mantenerte en silencio, no quiero despertar a todos los niños. Supongo que están acampando en la sala de juegos, que está justo abajo de donde se estarán quedando.

So Intense || Taeten [ ✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora