House of lies

Capítulo once

Tras lo que pareció ser una divina siesta, se limitó a comprender e interiorizar un poco más lo que Masky le había dicho durante el almuerzo. Sabía que probablemente se había comportado como un genuino idiota, presa del pánico descargándose con aquellos tres que no tenían nada que ver en su sentencia. Se sintió apenado, pero a la vez no supo cómo poder llegar a disculparse por su comportamiento, quizás simplemente lo dejaría pasar y trataría de no ser un pendejo la próxima vez. Pero, por otro lado, y quizás buscando un error en el prójimo para no sentirse tan mal, simplemente destacó lo feo que había sentido al ser tratado de la manera en la que Masky le trato. No había arruinado su día, de hecho, estaba teniendo un muy buen día, pero había dañado su ego inflamado de desesperante mal genio. Jeff entonces hasta el momento había vivido sumergido en un evidente "arrojar la piedra y esconder la mano" pero ahora que le habían devuelto la jugada no le agradaba en lo más mínimo. Pensaba en todo ello mientras despertaba.  Jeff se encontraba acostado en el sillón, despierto hacía un par de minutos, cabía destacar, pero demasiado cansado como para levantarse e intentar algo. Tampoco estaba seguro de que Masky quisiera lidiar con él por el momento y menos teniendo en cuenta su discusión anterior. Se sentía avergonzado de su propia estupidez, debido a ello y con simpleza prefería quedarse acurrucado entre las mantas. No se sentía tan mal en realidad, aún hacía efecto las pastillas, es entonces que simplemente lento por culpa del ensueño, se limitaba a acariciarse suavemente el rostro con la punta de sus dedos mientras observaba el bosque a través de la puerta ahora abierta. Esa manía le había quedado desde que era pequeño, de alguna manera le hacía sentir feliz y seguro, no sabría explicarlo, simplemente lo sentía. Habrían pasado unos minutos de paz antes de sentir la mano de Masky detenerse sobre su cabeza, no sabía que estaba despierto, simplemente estaba comprobando la fiebre, tratando de asegurarse de que estaba mejor. Lo escuchó hablar con Hoodie a los susurros, alguna tontería sin sentido de a quién le tocaba preparar la merienda y alguna que otra mención a Tobías. Hoodie se fue a la cocina para cuando escuchó el ruido del pasto removerse y el jadeo animal que logró ubicar en una imagen dentro de su cabeza. Sonrió casi sin querer mientras escuchaba como Masky continuaba hablando con Hoodie, ambos al parecer bastante dispuestos a ceder su turno de cocinar. Jeff solo observaba la puerta sabiendo que en cualquier momento llegaría a acercarse aquella tierna criatura. Y así lo hizo. El animado animalito que le adoraba se presentó sin mucho más a la casa, dando pequeños saltos sobre sus enormes patas en señal de alegría salpicado de barro y con ese olor salvaje del bosque. Con las hojas y las flores más tiernas enredadas en su pelaje, bañado quizás en el rocío donde habría estado tumbado descansando de sus paseos por aquella inmensidad. Sonrió confuso al verle allí tan alegre lejos del sanguinario cazador de conejos de antes, parecía más relajado ¿habría perdonado la vida de alguna que otra criatura en su camino a la casa? Quién sabe, lo único que tenía por seguro era que le agradaba muchísimo verle. Masky habló con esa voz tierna con la que se le suele llamar a los animales, pensando quizás que Jeff continuaba dormido, pero haciendo reír a Hoodie. Ni siquiera el animal se había percatado de que se encontraba despierto.

-Volvió temprano hoy- habló asomándose por la cocina- se notaba que estaba emocionado por jugar- se burló haciendo que el animal alzara la cabeza en su dirección simplemente mirándole con el amor que lo caracterizaba.

-Claro es un tonto- se burló también mientras chasqueaba los dedos-hola, gordito- el animal sacudió la cabeza varias veces antes de estornudar, con ese gesto dulce que lo caracterizaba, pero sin moverse mucho desde donde se encontraba, de pie al lado de la puerta casi como si pidiese permiso para entrar- espero que no estuviese comiendo porquerías por ahí- golpeó su regazo a lo que el animal gimoteó tiernamente antes de correr en su dirección, saltando sobre el otro muchacho sin importarle su tamaño, actuando como un cachorro. Jeff supuso que era otra mentira eso de que los dejaban vagar libremente, cierto era que algún tipo de relación tenían. Pero no era quién para comentar sobre ello- apestas- le gruñó suavemente sujetando el morro del animal con una de sus manos antes de sacudirle la cabeza, robándole un quejido divertido- tonto- El animal rodó entre sus brazos antes de treparse al sillón a su lado meneando la cola mientras jadeaba profusamente- ¿hiciste un muy buen trabajo hoy?- Jeff solamente soltó una risa divertida delatando que se encontraba despierto, simplemente le daba mucha gracia la manera en la cual el animal parecía estarle prestando especial atención, con los ojos bien abiertos y la boca entreabierta- Jeff, carajo que susto- Masky se quejó con una risa sincera pasándole al animalito una mano sobre la cabeza de manera cariñosa- vino a verte así que vas a tener que aguantarte a este cargoso- sentenció rascando con dulzura el cuello del animal.