Tokyo Revengers

Capítulo 41.

He vuelto!! ¿Sorprendid@s? He escrito este capítulo en un día y es bastante largo, tanto que ya he pasado el manga pero aun así seguiré con la historia sin tener que esperar los capítulos del manga ya de que hacerlo solo podría actualizar una vez al mes y no quiero eso. Así que a partir de aquí es todo idea mía y haré lo que me parezca bien. Ahora mismo podremos ver a Takemichi Bonten y estoy ansiosa. Espero que disfruten del capitulo y espero poder subir el siguiente pronto. Hoy he podido escribir porque no podía salir de casa, ya que ha estado nevando todo el día, pero esta tarde han quitado la nieve y las carreteras ya están despejadas, así que no sé si volveré a tener tanto tiempo como el de hoy. Dicho esto, disfruten. 

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Takemichi seguía tensa y con los ojos muy abiertos mirando a Mikey, el cual seguía montado en su motocicleta mirando a todos los presentes muy seriamente. La teñida no podía asimilar todo lo que estaba ocurriendo y mucho menos al ver que la Kanto Manji llegó y se detuvieron tras Manjiro.

Mikey bajó de su moto y caminó para acercarse un poco. No volvió a mirar a Takemichi. Sabía que estaba bien, ya que no le había visto ninguna herida pero seguía pensando por qué las manos de la chica estaban manchadas de sangre.

Al lado de Manjiro se colocó Baji, lo cual hizo que la chica abriera más los ojos. El chico se había cortado un poco el pelo y ahora lo tenía por encima de sus hombros. Se veía más mayor, pero Takemichi lo reconocía nada más verlo. El azabache la miró detenidamente y frunce el ceño al ver que estaba manchada de sangre, aun así siguió subiendo su mirada y los ojos de ambos se encontraron. No le gustó ver los ojos de la chica, algo estaba mal en ellos. Ya había visto antes unos ojos así, unos vacíos y sin vida. Fue lo mismo que le pasó a Kazutora tras la muerte de Shinichiro y también lo que a menudo le pasaba a Mikey. ¿Qué había pasado para que Takemichi estuviera así? No lo sabía.

Senju se puso tensa al ver que las tres pandillas estaban ahí reunidas. Eso no debía pasar hoy, se decía internamente. Eso era malo, ya que no lo había planeado así. Las cosas se estaban saliendo de control.

Por el contrario South estaba de lo más feliz, pues tal parecía que la guerra entre las tres deidades estaba a punto de comenzar.

- No... Mikey... - susurra Takemichi. Era la única manera en la que podía hablar, ya que aún estaba asimilando todo y el dolor de perder a Draken la había destrozado -. No puedes pelear aquí y ahora...

- ¡ESTA PELEA ES POR DRAKEN! – grita Takeomi, lo cual hizo que Baji y Mikey se confundieran un poco pero no lo dejaron ver. Debían permanecer estoicos.

- ¡QUE COMIENCE LA GUERRA DE LAS TRES DEIDADES! – grita South.

- ¡MÁTENLOS A TODOS! – grita Sanzu el cual estaba deseoso por pelear, pero no solo eso.

Haruchiyo se había enterado de que Takemichi había terminado con Naoto, algo que le gustó mucho. Tal parecía que la chica había entrado en razón y seguía amando a su rey. También había descubierto que había estado buscando a Mikey, así que el odio que sentía por ella se marchó y volvía a agradarle. Por eso había ido allí y estaba dispuesto a acabar con todos esos bastardos por el simple hecho de haber importunado a su reina.

Las tres pandillas impactaron entre sí, pero los líderes se quedaron atrás viendo como todo transcurría. Takemichi tampoco se había movido de donde estaba, pues aún seguía en shock por la muerte de Draken. Sabía bien lo que el rubio de la trenza le había dicho, eso de que no era su culpa, pero ella no lo sentía así. Pensaba que era su culpa el que Draken muriera, y no podía pensar en otra cosa. De no haber viajado Draken seguiría con vida y era por esos pensamientos que no podía moverse y tampoco hacer nada.