Tokyo Revengers

Capítulo 44.

Iba a subir ayer el capítulo pero me deprimí un poco al leer el manga. La cosa no pinta muy bien, pero no podemos hacer nada. Solo esperar que Wakui no sea tan mala persona y nos regale un final decente y sin mucho sufrimiento. Soñar el gratis dicen. Bueno, pues espero que les guste el capítulo y nos vemos en el siguiente. 

-----------------------------------------------------------------------------------

Takemichi dejó que Mikey tirase de ella, ya que estaba muy desorientada por todo lo que había pasado. No podía olvidar lo que había ocurrido en Manila. ¿Cómo había llegado a todo eso? Pero eso no era lo peor, sino que mató a su madre y a muchas otras personas. De repente se soltó del agarre de Mikey y lo miró con lágrimas en la cara. No podía creer como el chico podía mirarla a los ojos o incluso dirigirle la palabra con todo lo que había hecho. Debería odiarla, pues ella se odiaba mucho ahora mismo.

- ¿Qué pasa, Micchy? – pregunta Mikey con el ceño fruncido.

- Yo no iré – dice ella llorando -. No debería... yo... yo...

Mikey abraza a la chica. Ese abrazo había pillado desprevenida a la azabache e intentó zafarse pero Manjiro no la soltaría.

- Deberías odiarme por todo lo que he hecho... - susurra ella -. Los he matado a todos... yo... yo los maté...

Takemichi empezó a temblar y a respirar irregularmente. Sus manos estaban a simple vista limpias pero ella las veía manchadas de sangre. Sangre de todas las personas que había matado. ¿Podría vivir después de saber todo lo que había hecho?

- Ellos están vivos ahora, Micchy – Manjiro hace que la chica lo mirase a los ojos -. Takemichi... tú no hiciste nada. Sé muy bien cómo te sientes ahora mismo... Yo... podemos cambiar todo y así nadie tendrá que morir, y si la muerte...

- ¿La muerte? – pregunta la chica asustada.

- Era la oscuridad que te controlaba – dice el chico con una pequeña sonrisa mientras apartaba las lágrimas de la chica -. Todo va a estar bien, Micchy. Ahora vayamos a ver a los chicos y después iremos a pasar tiempo con Shinichiro. El día de hoy disfrutaremos de las personas que queremos. Mañana nos preocuparemos de todo. ¿Está bien? E iremos a visitar a mi padre y al tuyo. Debemos informarles de todo y ellos nos ayudarán.

Takemichi no estaba tan segura de eso y aún tenía muchas dudas. No sabía si debía seguir al lado de los chicos, pero sí que debía salvarlos. Ahora podía y solo debía salvar a Shinichiro para que eso pasase.

- ¿No me odias? – susurra ella escondiendo su cara en el cuello del chico.

- Nunca podría hacerlo – dice Mikey -. Vamos. Estoy seguro de que Baji estará enfadado porque llegaré tarde y Kenchin se habrá sorprendido al no tener que despertarme.

En la cara de Takemichi se formó una pequeña sonrisa y se preguntó desde cuando Draken se ocupaba de levantar a Mikey. El ver esa sonrisa hizo que Manjiro se pusiera feliz. Aún seguía un poco tocado con todo lo que había pasado, pero estaba muy feliz de la nueva oportunidad que tenían. Si lo conseguían, si lograban salvar a todos, este sería el mejor de los futuros.

Con eso corrió junto a Takemichi para llegar lo más pronto al templo Mushashi. Ahí sería la reunión con los chicos. Tardaron un poco en llegar y cuando lo hicieron cinco pares de ojos los miraban con enfado, eso era por Mikey, y curiosidad, eso era al ver que Manjiro había llegado en compañía de una chica.

- ¿Por qué has tardado tanto, Mikey? – pregunta Draken el cual miraba muy serio a Takemichi. La chica estaba un poco intimidada. Había olvidado lo amenazante que podía llegar a ser Draken -. ¿Y quién es esta chica?