El Halloween de Gilda Dent
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Gilda, cansada de pasar tantas noches en vela sin la compañía de su esposo, llega a una fría decisión en un Halloween que se alargará más de la cuenta.
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Por si nadie lo ha captado ya, esto está inspirado en "The Long Halloween", tanto en el cómic como en la película animada, bajo un POV de Gilda, porque es un personaje del que se pueden sacar muchas cosas, además de parecerme muy interesante, y que no se suele tener en mucha estima.
(Día 12 del MixCember: semana Angst: Sentimientos)
Gilda se queda quieta cuando sube las escaleras hacia el dormitorio. No se ve capaz de avanzar; ya ha esperado por horas en el sofá desde que Harvey recibió una llamada, con éste prometiéndole que volvería lo antes posible.
Y aunque quiere creerle, el sentimiento de no querer volver a pasar una noche sola le hace creer todo lo contrario.Es doloroso: el tener que meterse entre las sabanas de la cama, planificada para dos personas, y sumergirse en su dolorosa temperatura fría, sintiendo la ausencia de los brazos de su esposo rodeándola mientras le otorga una cálida sonrisa que hace meses que no recibe.
Pues hoy tampoco hay abrazo, ni sonrisa, solo un profundo sentimiento de desdicha porque Gilda detesta a los incorregibles mafiosos que atentan diariamente contra la vida de Harvey Dent y no permiten algo tan simple como dejarle dormir con su esposa.
Gilda no puede evitar añadir más dolor a su sufrimiento, y piensa en cómo Harvey le propuso tener un hijo no hace mucho. Se aguantó las ganas de gritarle que cómo planeaba tener un hijo en su situación, pero en cambio le sonrió y esperó por lo mejor, a pesar de que sabía que se avecinaba justamente lo peor.
Sigue dando vueltas al tema en la cama, y se reniega a mirar el reloj porque sabe que su cerebro va a almacenar a la perfección las horas que Harvey está tardando en llegar a casa, que a su vez son las que intenta dormir, fingiendo que realmente eso es una posibilidad en su posición. No es como si no hubiera tomado pastillas para el insomnio a escondidas de Dent los días que conseguía llegar a la cama por la noche.
Un rayo de luz se ilumina ante ella cuando escucha cómo las llaves contactan con la cerradura de la puerta de su casa, e incluso saca su torso de la capa de mantas con una gran emoción.
La luz se enciende abajo, y Gilda no puede esperar a escuchar cómo Harvey sube las escaleras para llegar a la cama y finalmente entregarle ese calor que tanto necesita por la noche.
Todo se transforma en una dolorosa expectativa fallida cuando escucha el tono de las llamadas de teléfono de Harvey que tanto detesta.
Sabe que, al instante, Harvey va a responder el teléfono, escuchará la voz de James Gordon escabullirse por los altavoces, y su esposo responderá un “ya estoy en camino”, para justo después escuchar cómo baja por la escalera, apaga la luz de abajo y abre y cierra la puerta de su casa para salir del domicilio, pero cuando todo eso ocurre, el que sea confirmado sólo contribuye a que el pinchazo de su corazón empeore y se le forme un nudo en el pecho.
Ella supo, debido a la experiencia, que esa noche volvería a dormir sola.
Era doloroso.
Renegada, pero más decidida que nunca, observa la hora en el reloj digital. Las once menos veinte de la noche. Harvey se marchó a las siete de la tarde, pero rápidamente suprime ese pensamiento.
Sale de la cama y aunque el frío se niega a abandonarla, una corriente cálida de aire golpea su rostro al mismo tiempo.
Mirando hacia adelante, con los hombros hacia atrás y el cuello levantado, se desliza por el suelo de madera y baja las escaleras, sin ni siquiera apoyarse en su debido pomo que las acompaña.
Exhala con profundidad cuando se encuentra justo delante de la puerta del sótano, y la abre para encontrarse con el inicio de algo sumamente horroroso que debe hacer.
Matar. Asesinar.
Aunque no es como si fuera la primera vez que esas palabras se trasladan a sus pensamientos más racionales.De un baúl viejo de su padre, rescata una gabardina y un sombrero de copa ancha, les limpia el polvo y finalmente agarra la pistola y la mira con detenimiento, aunque la aleja después de poco y la guarda en un bolsillo de la prenda.
Vuelve a subir arriba, cierra la puerta del sótano, dejándola tal y como estaba antes de escabullirse por ella, y echa un rápido vistazo al salón. Lo cual, hace que surja una idea en su mente, y se dirige a un cajón de la cocina, de donde saca el paquete de un biberón; le saca su boquilla y con la otra mano agarra la pistola, para así agarrarla.
La vuelve a guardar, y se da la vuelta.
Su mente está decidida sobre lo que planea hacer en la próxima hora, y no surge ninguna idea de represalia en ella.
Antes de salir por el patio, mira el calendario que hay justo al lado de la salida. Comprueba la fecha, y eso, paralelamente, hace que surja otra idea en ella.
Era Halloween, 31 de Octubre.
Aunque probablemente se alargaría un poco más.
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Historias de los Suburbios de Gotham
FanfictionRecopilación de drabbles y one-shots de la galería de villanos de Batman