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Basado en esa escena de la temporada 3 donde Oswald presidente se coloca un traje delante del espejo y Edward está detrás suyo observándole
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Contenido sexual muy implícito
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—Hmmm —murmura Edward mientras termina de hacerle el nudo a la corbata de Oswald—. Te ves genial.
Oswald ya lo sabe, pero igualmente sonríe por el comentario.
—Es una ocasión especial.
Los dos miran al espejo, apreciando la tela italiana del conjunto que está excelentemente combinada con distintos bordados elegantes y morados, además de la corbata púrpura que Edward le ha anudado con sus ágiles dedos. Todo aquello había sido pedido por encargo a un estilista reconocido de Nápoles.
Edward pasa sus manos por el traje, sintiendo la textura tan delicada de la tela entre sus manos y llevándolas desde la cadera hasta los hombros de Oswald. El más bajo mira hacia los hambrientos ojos de Nygma mientras siente sus manos sobre él, y aquello le sirve para confirmar que Edward está buscando algo que se ve reflejado en sus lentos movimientos.
—Edward, tengo una reunión en quince minutos.
—Pero es tan suave... —ronronea, queriendo explorar su cuerpo un poco más si Oswald le da el permiso.
—Edward —vuelve a llamarle la atención, y esto hace que Nygma aleje sus manos de él con un camuflado reproche—, no me has hecho el nudo de esta corbata para desatármela al momento.
—Tienes razón.
Oswald ahora únicamente se fija en el reflejo de Edward en el espejo: el deseo reprimido en su rostro y las manos ahora alejadas de él. No es que Cobblepot no quisiera nada con él; es sólo que respetaba las ocasiones formales como las que más. Y no quería ninguna distracción que le hiciera llegar tarde, aún si ésta podía resultar muy placentera.
—Pero... —continúa Cobblepot, ahora moviendo su rostro hacia atrás, con el cuerpo aún delante, para mirar a sus pupilas con mayor detalle— Cuando termine, estaré libre.
Edward sonríe por la insinuación, y acerca su rostro aún más a Oswald, lo que ocasiona que junten sus labios. Cobblepot cierra los ojos y siente cómo, a pesar del estático beso, Edward muerde con suavidad su lengua, y sonríe por el atrevimiento.
Cuando se separan, el pingüino observa a Edward con una sonrisa más amplia que la anterior.
—Excelente entonces, señor Cobblepot.
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Lpm. Yo con un examen de literatura y lo que hago es escribir cosas así.
Bueno, sé que últimamente no actualizo mucho pero se debe a que estoy preparando los escritos para el Mix-Cember y la Riddlebird Week, así que se viene un mes muy cargado para mí.
