Lucy Weasley y el Príncipe Mestizo ✔️ [Lucy Weasley IV]

20. Lo raro

La nieve se derretía alrededor de la escuela mientras llegaba febrero, para ser reemplazada por una humedad fría y sombría. Unas nubes grises purpúreas se encontraban a baja altura sobre el castillo y una lluvia fría hacía que el césped estuviera lodoso y resbaladizo. Por esto fue que la primera clase de Aparición de los alumnos de sexto, que estaba propuesta para el sábado por la mañana porque así no perdían clases, fue realizada en el Gran Comedor y no en los terrenos del castillo.

Cuando Harry, Lucy y Hermione llegaron al Gran Salón (Ron había bajado con Lavender) se hallaron con que las mesas estaban contra las ventanas y el techo encantado se arremolinaba oscuro sobre ellos cuando se juntaron los alumnos frente a los profesores McGonagall, Snape, Flitchwick y Sprout, los jefes de casa, y un pequeño brujo quien Lucy asumió era el Instructor de Aparición del Ministerio. Estaba extrañamente pálido, con pestañas transparentes, pelo dedicado y un aire que lo hacía pasar desapercibido, como si una ráfaga de aire lo pudiera desarmar. Lucy se preguntó si las constantes apariciones y desapariciones lo habían disminuido de alguna forma, o tal vez su frágil contextura era ideal para quien necesitaba desaparecer.

-Buenos días -dijo el brujo del Ministerio cuando los estudiantes habían llegado y los jefes de las casas los silenciaron-. Mi nombre es Wilkie Twycross y yo seré vuestro Instructor de Aparición enviado por el Ministerio por las siguientes doce semanas. Espero ser capaz de prepararos para vuestro examen de Aparición en este tiempo.

-¡Malfoy, silencio y presta atención! -gritó la profesora McGonagall.

Todos se volvieron a mirar; Malfoy, que se había sonrojado un poco, lucía furioso cuando se separó de Crabbe, con quien parecía estar charlando en susurros. Lucy siguió la mirada de Harry hasta Snape, quien también parecía enfado; sospechó que fue por el hecho de que McGonagal hubiera reprendido a un alumno de su casa.

-Para ese momento, muchos de vosotros estaréis listos para tomar el examen -continúo Twycross como si no hubiese habido interrupción alguna-. Como seguramente sabéis, es casi imposible aparecer o desaparecer dentro de Hogwarts. El director ha deshecho el hechizo del Gran Comedor por una hora para practicar. Me permito recalcar que no podréis apareceros fuera de las paredes de esta sala y sería imprudente intentarlo. Me gustaría que cada uno se ordenara de tal forma que tengáis un espacio de 3 metros frente a vosotros.

Hubo revuelta y empujones cuando los alumnos se separaron, se golpeaban y peleaban por los espacios. Los jefes de casa se movían entre los estudiantes, ordenándolos en posiciones y terminando con discusiones.

Entre todo el revuelo, Lucy perdió a Hermione de vista y se despistó un poco, hasta que el profesor Flitchwick la colocó en un lugar. Mirando a su alrededor, Lucy vio a Malfoy a su derecha, pero también a Harry detrás de él y a Deamus a la izquierda de ella. Lucy sonrió a este último y él sonrió igual con entusiasmo.

-No sé cuanto durará, ¿vale? -escuchó de pronto decir a Malfoy. Lucy no lo miró, pero sí prestó atención-. Está tomando más tiempo del que esperaba. -Crabbe abrió la boca, pero Malfoy pareció adivinar lo que diría-: No te concierne nada de lo que hago, Crabbe. Goyle y tú solo haced lo que os dije y protegedme bien.

-Yo les digo a mis amigos en lo que me estoy metiendo si quiero que me protejan -comentó Harry lo suficiente alto para que lo oyeran.

Tanto Malfoy como Lucy se dieron la vuelta, y Malfoy se llevó la mano rápidamente hacia la varita, pero en ese preciso momento, los jefes de las casas pidieron silencio y los alumnos se callaron de inmediato. Malfoy se giró hacia el frente y Lucy lo imitó después de compartir una mirada rápida con Harry.

-Muchas gracias -dijo Twycross-, y ahora...

Movió su varita. Aparecieron de inmediato en el suelo unos aros antiguos frente a cada alumno.