Lucy no terminó de estar tranquila hasta que todos estuvieron reunidos en la enfermería.
Madame Pomfrey arregló el esguince de rodilla de Lucy, que a pesar de que cojearía durante un par de días, ya estaba totalmente sana. Había estado muy preocupada por Neville, porque apenas podía mantenerse solo en pie, pero la enfermera aseguró que en pocas semanas volvería a estar como nuevo. Neville se había quedado aparente dormido en su camilla.
Lucy se reunió con Ron, Luna y Hermione junto a una camilla al fondo de la sala. Pelos, que había llegado hacía un rato, también agotado, se había acurrucado en la camilla junto al primo Bill. Fenrir Greyback lo había atacado, y después de la batalla, Will y Remus lo habían recogido junto a un mortífago fallecido. Lo llevaron hasta la enfermería a toda prisa; al ver a su sobrino tendido en el suelo, a Will estuvo a punto de darle una taquicardia.
—Lo bueno es que Greyback no estaba transformado —dijo Madame Pomfrey—. Sus heridas pueden curarse, pero su rostro...
No iba a volver a ser el mismo, porque ningún encantamiento podía curar del todo esas heridas. Lucy lo sabía bien; tras el arañazo accidental que Remus le había dado en tercero, la señora Pomfrey estuvo toda una semana echándole ungüentos extraños, y aún así, la cicatriz había quedado feísima. Lucy tuvo algo de complejo por enseñar su hombro, pero no podía compararlo con las cicatrices que le quedarían a su primo.
Tumbado en la cama, Billy yacía con el rostro rasgado y desfigurado, grotesco; casi costaba reconocerlo. Ron, Lucy, Hermione y Luna lo miraban en silencio.
—Pero hoy no es luna llena —dijo Ron entonces—. No se transformará en hombre lobo, ¿no?
—No —aseguró Lucy con voz queda. Sintió que su voz sonaba muy lejos—. Le pasará como a mí, ¿te acuerdas? Carne poco hecha, dormir mal con luna llena... pero no, transformarse no.
Eso pareció calmar un poco los ánimos en general, pero no los de Lucy. Su mente hacía rato que pensaba dónde podían estar su madre y el tío Robus. No se habían pasado por allí; Tonks no los había visto, y Remus tampoco. Ginny, que se fue a buscar a Harry al patio, prometió echar un vistazo de paso.
—Tendría que haber pasado por aquí —dijo Will una vez se aseguró de que Billy ya estaba a salvo—. Ella siempre me busca; tendría que haberme encontrado ya.
—Aparecerá, Will, y lo sabes —aseguró Remus. Saber que Dumbledore había muerto lo había dejado horrorizado, e intentando que aquel asunto no lo absorbiera, centró todos sus esfuerzos en calmar a su mejor amigo—. Deja que Pomfrey te cure primero la nariz, y yo mientrasseguiré buscando.
Pero Will estaba de los nervios. Sangraba casi a chorro por la nariz, pero a no podía importarle menos, y cuando Remus intentó sentarlo, él se zafó de su agarre. Miraba las ventanas constantemente, y cada vez que se abría la puerta, se volvía corriendo a verla. No podía parar quieto, y así era imposible curar su hemorragia.
—Tengo que ir a buscarla —repetía.
—Will, vas a marearte —aseguró Remus—. Cuando Roxie te vea así, va a echarte la bronca por no dejarte curar.
—¿Y si se la han llevado esos hijos de...?
—No se han llevado a nadie, Will. Tienes que tranquilizarte, ¡estás hiperventilando! Va a aparecer, ya verás. La está buscando todo el mundo.
—No la vais a encontrar. —Will se posó la mano sobre el pecho—. Pero yo sí. Déjame ir contigo a buscarla.
—¡Llévate unas gasas, aunque sea!
—¡No tengo tiempo!
Se abrió la puerta de la enfermería. Era Tonks, con su pelo marrón y apagado. Se acercó a ellos rápidamente.
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Lucy Weasley y el Príncipe Mestizo ✔️ [Lucy Weasley IV]
Fiksi PenggemarCUARTO LIBRO DE LA SAGA LUCY WEASLEY La guerra contra Lord Voldemort no ha hecho más que empezar, y el miedo reside en los corazones de todos los seres del mundo mágico. El Innombrable debe ser vencido, y para ello, Lucy está dispuesta en ayudar a...