—Entonces, después de todo, no ha sido uno de los mejores cumpleaños de Ron... —murmuró Fred.
La enfermeríaestaba tranquila, las cortinas corridas y las lámparas encendidas. La cama de Ron era la única ocupada. Harry, Lucy, Hermione, Ginny y Pelos estaban sentados alrededor de él; habían pasado todo el día esperando al otro lado de las puertas dobles. Madame Pomfrey les había permitido entrar hasta las siete. Fred y George habían llegado a las diez.
—Esta no es la manera en la cual nos habíamos imaginado darle nuestro regalo —dijo George, dejando un gran paquete envuelto al lado de la cama de Ron.
—Sí, cuando nos imaginamos la escena, él estaba consciente —dijo Fred.
—Allí estábamos, en Hogsmeade, esperando sorprenderlo...
—¿Estabais en Hogsmeade? —pregunto Ginny.
—Estábamos pensando en comprar Zonko —dijo Fred melancólicamente.
—Una sucursal en Hogsmeade, ya sabéis —explicó George—, pero no nos ayudará ahora que no tenéis permiso de ir a Hogsmade a comprar nuestras cosas… Pero olvidadlo por ahora. —Acercó una silla y se sentó al lado de Lucy, mirando la pálida cara de Ron—. ¿Cómo sucedió exactamente?
Harry y Lucy volvieron a contar la historia que ya habían contado, sintiendo como si hubieran sido cientos de veces, a Dumbledore, a McGonagall, a Madame Pomfrey, a Marcus (que se había pasado por ahí sobre las cinco), a Hermione, y a Ginny.
—… y entonces le hice tragar el bezoar y su respiración disminuyó un poco —contaba Harry—. Lucy corrió a buscar ayuda, McGonagall y Madame Pomfrey aparecieron y trajeron a Ron aquí.
—Ellas han dicho que se pondrá bien —dijo Lucy, acariciando el lomo de Pelos—. Madame Pomfrey dice que tendrá que estar aquí una semana o más...
—Fue muy afortunado de que encontraras el bezoar, Harry—dijo George en voz baja.
—Afortunado fue que hubiera uno en ese cuarto —repuso Harry. Lucy seguía pensando en qué habría pasado si no hubiera sido posible tener esa piedra a mano.
Hermione dio un suspiro casi inaudible. Acongojada y con la cara pálida, no había tomado parte en la obsesiva discusión de Harry, Lucy, Ginny y Marcus acerca de cómo Ron había sido envenado; simplemente se mantuvo cerca de ellos, con los dientes apretados y una mirada asustada, hasta que al fin les fue permitido entrar a verlo.
—Ron es un chico fuerte —les había dicho Marcus—. Se recuperará pronto, ya lo veréis. Pero es una pena, ahora no voy a poder felicitarlo...
—Lo haremos de tu parte cuando despierte —le aseguró Harry.
—Por cierto, ¿a qué has venido? —inquirió Lucy.
Marcus echó un rápido vistazo al pasillo y bajó la voz antes de contestar.
—Tengo correo de Tarth para Dumbledore. No sé qué dice, la carta estaba cerrada cuando Jonathan me la ha dado, pero debe ser sobre la Orden, seguro.
—Pues ojalá sean buenas noticias —suspiró Ginny—. ¿Cuándo va a empezar la evacuación de menores?
—Dentro de diez días saldrá el primer grupo —explicó Marcus—. Ellos están destinados al sur de Francia. Sólo hay un grupo de nuestra hondonada destinado allí.
—¿Y los demás grupos? —habló Hermione por primera vez en un rato.
—Otro va a Alemania y el resto, a España.
Lucy supuso que su tío Miguel viajaría con uno de esos grupos.
Por fin Marcus pudo entregarle a Dumbledore su carta, y no tardó en marcharse; ya iba a anochecer, y no quería preocupar a su madre. Lucy lo había acompañado hasta el vestíbulo y se despidió de él con un fuerte abrazo.
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Lucy Weasley y el Príncipe Mestizo ✔️ [Lucy Weasley IV]
FanficCUARTO LIBRO DE LA SAGA LUCY WEASLEY La guerra contra Lord Voldemort no ha hecho más que empezar, y el miedo reside en los corazones de todos los seres del mundo mágico. El Innombrable debe ser vencido, y para ello, Lucy está dispuesta en ayudar a...