El juego de la vida (+18)

Capítulo 26 - Derrumbe

Sara Guzmán

- Lárgate de mi casa - le grito tratando de hacerme la valiente pero estoy muerta de miedo por dentro.

- Pero si vine a verte sirena, no puedes echarme, tenemos tiempo que recuperar - dic mientras se sienta en un sofa

- Tu y yo tenemos mucho que hablar, pero eso sera cuando tu estés en una celda y no sentado en mi sala - digo mientras trato de pedir ayuda

- Ni intentes eso, en este momento tengo a 5 hombres apuntando a la cabeza de Daniel y yo creo que no quieres ser la responsable de la muerte del padre de tu hija... bueno de tus hijos - me dice

- Eres un bastardo, ¿No que me amas? Si lo haces deberías dejarme en paz - le digo

- Mmmm no mi vida, no puedo, es imposible olvidarte - me dice mientras se acerca a mi.

- Detente - le digo

- ¿Por qué? ¿Te da miedo mi cercanía? Siempre te pones muy nerviosa cuando estoy cerca tuyo, yo creo que eso no ha cambiado

- Claro que estoy nerviosa, tengo al jefe de la mafia en mi sala ¿Como quieres que este? - le digo desesperada por la situación.

- Estoy segura que estas nerviosa pero no por eso, creo que estas nerviosa porque muy en el fondo recuerdas todas las cosas que hacíamos - me dice esta vez al oído.

- De verdad quiero que te vayas, no quiero a un prófugo de la justicia en mi casa - le digo para irme al otro extremo del espacio.

- Esta bien me voy, pero tu te vienes conmigo - dice y se aproxima a mi.

- ¿Qué? No Federico, estás loco... - es lo último que digo antes de sentir un pinchazo en mi brazo y desmayarme.

Seis horas antes

- Te amo mucho - le digo a mi hija antes de dejarla en sus clases de italiano.

- Yo mas mami - dice y se va derechito para el edificio donde está su escuela.

Luego de verificar que entrara a clases, emprendo camino hacia la casa de mi hombre, quiero darle una sorpresa, quiero recordar viejos tiempos, por eso antes de ir a su hermoso penthouse, hago otra parada.

Diez minutos después llegó al apartamento de Daniel, él no está aquí, sé que está entrenando por lo que tengo entendido en dos semanas empieza un nuevo campeonato, la nana de Daniel me recibe, en las últimas semanas hemos adelantado agenda, le dije que le quiere dar una sorpresa a Daniel por lo que me entendió perfectamente y me dejo a solas, fui a la habitacion de Daniel y acomode toda las cosas que compre, puse unos cuanto pétalos de rosa, se que le gustan o mas bien le gustan porque le recuerdan a mi, tambien puse algunas velas y una botella de champaña, salgo de la habitación para comer algo, tengo un poco de hambre, tambien le doy la comida a Zeus, amó a ese perro, es un poco como Daniel, por fuera se ven tan elegante y fríos pero en realidad pueden llegar amar de una forma tan increíble, me devuelvo a la habitación para cambiarme, escoji una lenceria de color negro que se ve exquista con el contraste de mi piel blanca, Daniel no debe tardar y tenemo dos horas para hacer lo que queramos antes de ir a recoger a Zafiro.

Escucho como abren la puerta principal lo que indica que la bestia de ojos azules que me cojo todos los días acaba de llegar y todo mi ser se estremece porque sabe lo que viene.

- ¿Sara? - dice pero no le contesto, quiero que me encuentre - Sé que estas aqui, tu perfume está por toda mi sala - dice y me causa risa su astucia.

Si bello sube las escaleras para que abras tu regalos

Me acuesto en la cama y preparo mi mente para lo que viene.