Rosa sin espinas. [Omegacember 2021]

2. Aroma

Tiene una infinita y sincera curiosidad sobre su aroma, desea saber exactamente a que huele, tener la oportunidad de frotarse contra su cuello para no solo saciar su curiosidad, sino también asegurarse de dejar su propio aroma en él.

Drew es lindo, adorable, es lo que se podría esperar de alguien como él, independientemente de su edad, está casi seguro de que algunas cosas no cambiaran independientemente del tiempo que pase, excepto, por supuesto, que el aroma era algo que cambiaba independiente de lo que ocurriera, en algunas ocasiones se volvía dulce, en otras era suave y muchas otras veces más era fuerte, insoportable. Él mismo pertenecía a esta misma categoría, razón por la cual en ocasiones tenía que esconderse debajo de algunos perfumes para que la gente a su alrededor no se hiciera a un lado apenas y caminara entre ellos. Se lamenta de nuevo con lo ocurrido en el museo, se queja consigo mismo ante la incapacidad de ese momento para poder saber el aroma que podría tener dentro de su vida.

¿Sera a rosas? Suena demasiado típico, algo que podría no gustarle si se lo comentaba...

¿A las azucenas? Hermosas, delicadas...

Lo único que viene a su mente, mientras lo observa caminar de un lado a otro en el edificio donde se llevó a cabo el concurso de coordinación, lo sigue con la mirada aunque no se le acerca para evitar molestarlo, le parece curioso que solo puede pensar en flores cuando intenta adivinar, una vez más, la clase de aroma que podría tener, pero conforme pasa el tiempo lentamente, las ansias por acercarse y frotarse contra él, marcándolo con su aroma para alejar a otros tipos se hace cada vez más fuerte.

Suelta un suspiro de molestia, no solo se está ahogando con la cantidad de aromas que hay en el lugar, sino que el mismo está comenzando a ser una molestia para unas cuantas personas que comienzan a notarlo. Le sonríe a Drew cuando finalmente parece notar su presencia, saludándolo a la distancia antes de darse la vuelta e irse de ahí.

Era una bomba de tiempo, quedarse un poco más solo lo pondría de mal humor.