Rosa sin espinas. [Omegacember 2021]

31. Cachorros.

No saben cuándo parar, porque no importa cuánto lo hayan conversado, nunca han podido llegar a un número claro de la cantidad de cachorros que quieren tener corriendo entre ellos, no ayuda mucho que, entre el primero y el segundo, realmente no haya habido mucha planeación, simplemente un pequeño no planeado que, al menos para el Alfa, deja con ganas de más.

—Steven, creo que tenemos que hablar seriamente de esto —hay algunas ojeras que comienzan a acumularse en el rostro de los dos, el cansancio de tener que cuidar de un par de diablillos que muy separados no están como para que uno les haga más fácil el trabajo—, podríamos ir al control de natalidad, para... Una mejor planificación familiar.

—Si, esa es una muy buena idea —está contento con la felicidad y el ruido que hay en su hogar, si esto se sale de sus manos sabe que su padre les tiene los brazos abiertos para ayudarles, pero el de cabello verde tiene razón, que sea joven no significa que su cuerpo está listo para tener a cuanto cachorro aparezca de repente, el control de natalidad suena incluso mejor cuando piensa en anteponer la salud de su Omega—, hay que hacer una cita antes de que pase algo más.

Claro que, su suerte es tal que cuando finalmente pueden acudir a la cita, ya ha pasado algo más.

Alexander y Jasper ya han pasado su primer año cuando su siguiente hermano llega, el momento en que finalmente se mudan a la mansión con el abuelo y finalmente pueden intentar ponerse de acuerdo en el asunto de la planificación familiar, con un asesor de por medio parecería que todo sería más fácil, una tercera opinión siempre sonaba como una muy buena idea, con tres niños en casa, parecería que decidir no tener más cachorros sería tan fácil que no habría una discusión sobre el asunto, excepto que no fue así...

—Quiero una niña. —dice repentinamente en el consultorio, pensativo, como si él ni siquiera estuviera seguro de lo que acababa de decir.

—Drew, ya tenemos tres niños en casa —observa a su esposo, no está realmente en contra del siguiente bebé a planear, pero han sido casi tres seguidos, la salud de su pareja comienza a preocuparle a pesar de que ahora están contando con muchas manos extras—, podríamos planear a una niña para después, tal vez deberíamos dejar descansar tu cuerpo.

—Pero, si no es en este momento después ya no tendremos tiempo si me aceptan en la asociación Pokémon, ya sabes, en la rama de concursos de coordinación —hay cierta preocupación en cuanto al puesto que busca como coordinador semi retirado a pesar de su edad, ha tenido buenas críticas y por el momento ninguno le exige abandonar la región—. Tal vez ahora sea nuestra mejor oportunidad por las... Edades.

Hay un silencio incomodo cuando se menciona lo de la edad, Drew siempre será el más joven entre los dos, él puede fácilmente hacerse cargo de lo que sea que venga en un futuro, incluso en cuanto al tema de cachorros, siempre y cuando esto último ocurra antes de los 35, pero de su parte.

—Bueno... Podríamos intentar uno más antes de que pase demasiado tiempo. —no quiere rendirse, pero el miedo que sube por su espalda le hace dar su brazo a torcer.

Y aunque el planificador familiar que esta con ellos claramente tiene una que otra queja sobre tal idea, al final decide no intervenir tras leer el expediente de la pareja y simplemente ayudarles a enviarlos con la gente correcta, con la esperanza de que el siguiente fuera a ser el último. Al menos, podía anotar con felicidad en el expediente que aquello había sido elección única y exclusivamente de la pareja, sin que la situación se sintiera demasiado forzada o que alguno fuera obligado, eso, por supuesto, era lo que más contaba cuando se les daba el visto bueno en su decisión de tener más cachorros.

Ojalá no se detuvieron con solo uno más.